A un año de la invasión de Rusia a Ucrania: las trágicas cifras de una guerra sin final

Hoy 24 de febrero se cumple un año desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania. Ese día ocurrió algo que millones de personas en el mundo nunca pensaron ver y creían que eran cosas del pasado: la invasión de un país a otro.

El 24 de febrero de 2022, mientras en nueva York el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunía para negociar una salida pacífica a la tensión entre Rusia y Ucrania, desde Moscú se anunció el inicio de una “operación militar especial” para ayudar a la población rusoparlante del este ucraniano. Un conflicto que ha dejado hasta el momento más de 7.000 civiles fallecidos y 12.000 heridos.

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De acuerdo con un informe de la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, hasta la fecha se han identificado entre los fallecidos 2.616 hombres, 1.856 mujeres, 2.341 niños y 253 niñas; así como 6.430 adultos y 260 niños cuyo sexo aún no es conocido.

“La mayoría de las bajas civiles registradas se debieron al uso de armas explosivas con efectos de área amplia, incluidos bombardeos de artillería pesada, sistemas de lanzamiento de cohetes múltiples, misiles y ataques aéreos”, detalló la Acnudh.

Esta oficina de las Naciones Unidas también admitió que el número de muertes puede ser mucho mayor, ya que la obtención de información sobre algunos lugares donde ocurren las hostilidades se ha retrasado y muchos informes aún no han sido verificados.

Según datos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, hasta el pasado lunes 20 de febrero había un reporte de 12.920.445 ucranianos que habían salido de su país y fueron acogidos en un sistema de refugiados en naciones europeas.

De esos 12 millones, 4.847.673 están inscritos en un programa de protección temporal y 8.072.772 solo cuentan con el reconocimiento de ser refugiados.

Luego de 365 días de guerra, los países a los que más han huido los ucranianos son Polonia (3.126.772), Rusia (2.872.630), Alemania (1.936.722), Reino Unido (161.400), España (166.832) e Italia (169.387).

Las cifras de bajas en combate no se han logrado consolidar con exactitud. Sin embargo, con corte a septiembre de 2022, Rusia aseguraba haber dado de baja a más de 100.000 militares ucranianos y haber perdido 5.937 soldados rusos.

Otros datos comparten desde territorio ucraniano, pues el 4 de febrero aseguraron haber dado de baja a 130.590 soldados rusos y, en diciembre pasado, manifestaron haber perdido aproximadamente 13.000 militares ucranianos.

No obstante, el general estadounidense de más alto rango y jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Mark Milley, calculó en noviembre pasado que alrededor de 100.000 combatientes de Moscú y 100.000 de Kiev habían muerto o resultado heridos en la guerra.
Estas cifras de pérdidas militares ocurren sobre un total de uniformados muy complejo de calcular. En el caso de Ucrania, los soldados en combate desde el inicio del conflicto es cercano a los ronda 700.000, según reportes de la CIA.

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Sobre Rusia, duplicó sus uniformados sobre terreno respecto al periodo anterior a la guerra, hasta alcanzar los 280.000, de acuerdo con la inteligencia de Kiev, la capital de Ucrania. Un dato importante es que en septiembre pasado Moscú llamó a filas a 300.000 reservistas, según anunció el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu.

El lado ucraniano suele emplear los términos “carne de cañón” y “carnicería” para definir la estrategia rusa: reclutas mal formados enviados a una muerte casi segura. Miles de prisioneros rusos también se unieron a la milicia Wagner, forzados por sus compañeros de armas a seguir adelante incluso ante objetivos imposibles, según Kiev y sus aliados.

Se han destinado en ayudas militares a Ucrania 65.340 millones de euros y el país que más ha aportado ha sido Estados Unidos, con 44.340. Lo siguen las instituciones europeas (35.020 euros) y los países miembros de la Unión Europea con 19.900 euros.