Administradores de estaciones de gasolina en Cali denuncian que se han incrementado los hurtos en las noches; estas son las historias

La inseguridad en Cali afecta a diferentes sectores de la población, uno de ellos son los promotores de las estaciones de servicio, pues las noches y las madrugadas se han convertido en los momentos preferidos de los delincuentes para atracarlos aprovechando la soledad de las calles, lo que ha llevado a estos establecimientos a tomar medidas drásticas para proteger a su personal.

Al trabajar en espacios abiertos, los isleros, como se les llama comúnmente a quienes prestan el servicio en las islas de las estaciones de gasolina, se ven expuestos a que supuestos clientes ingresen simulando que van a tanquear sus motocicletas, sin embargo, en el momento en que se les cobra amenazan a los trabajadores para quitarles su dinero y otras pertenencias.

Según Sandra Cecilia Awakon Ramos, directora ejecutiva de Sodicom, Asociación de Distribuidores de Gasolina y Otros Derivados del Petróleo en el suroccidente del país, cuando una persona presta un servicio público siempre está expuesto a afectaciones.

“A ellos los amenazan por robarles el dinero de las ventas o porque no entregan combustible a las personas que no quieren pagar, entonces se presenta una vulnerabilidad muy fuerte en los trabajadores frente a la situación de inseguridad que pueden vivir en algunos momentos”, sostuvo Sandra Cecilia Awakon.

Estos hechos de delincuencia suelen presentarse en las noches y madrugadas, por lo que en algunos establecimientos de la ciudad se están tomando medidas para cuidar a los colaboradores, pero que podrían llegar a afectar a los ciudadanos que necesitan abastecer sus vehículos con combustible a altas horas la noche.

“Por el temor en algunas estaciones no venden combustible a las motos desde las 12 de medianoche hasta las 6 de la mañana”, explicó una de las comerciales operativas de una estación de servicio de la ciudad, quien indicó que en su establecimiento se cometió un intento de robo y dos hurtos en los últimos seis meses, todos ellos realizados por delincuentes en motocicleta.

La mujer detalló que en los dos crímenes que ocurrieron los criminales se llevaron el dinero que el trabajador había recolectado en su turno, que por norma no es mucha cantidad. Además, en medio del hurto a los trabajadores también se les llevan celulares y otras pertenencias personales.

De la misma manera, con el fin de que los promotores tengan más protección en algunos puntos grandes de la ciudad se han cerrado islas de gasolina y solo dejan abiertas algunas, todo esto con el objetivo de que los trabajadores estén más cerca y puedan ayudarse en caso de que ocurra un delito. Sin embargo, el cerrar algunas islas de las estaciones de gasolina se traduce en menos puestos de trabajo, desempleo y despidos.

“Si se cierran las islas se tiene que recortar personal en los establecimientos porque también están quitando ese turno al no venderle a las motos en la noche”, sostuvo la comercial operativa.

A pesar de las medidas siguen ocurriendo estos hechos, ya que “cuando van a ingresar a robar no les interesa que no se le vaya a prestar el servicio a una moto, pues el ladrón roba independiente de las normas o las políticas que se tengan internamente en la estación”, añadió la directora Ejecutiva de Sodicom.

Cabe resaltar que todos los establecimientos cuentan con cámaras de seguridad y un botón de pánico, sin embargo, muchas veces los trabajadores prefieren no activarlos durante los hurtos por miedo a que los delincuentes les disparen al escuchar las alarmas.

Se requiere apoyo policial

De acuerdo con la comercial operativa consultada por El País, si bien es cierto que las unidades de la Policía se presentan en la estación cada vez que son requeridas ante una situación de inseguridad, la realidad es que se requieren patrullajes permanentes en las zonas cercanas a estos establecimientos en las noches y madrugadas.

“El ladrón es muy ágil, espera a que el cuadrante se vaya y allí es donde aprovecha a robar”, afirmó, y añadió que no han tenido acompañamiento de ninguna otra autoridad.

Por su parte el mayor Ricardo Arias, jefe de Policía Comunitaria de Cali, aseguró que se están adelantando actividades de protección con capacitaciones a los gerentes y su equipo administrativo que permiten socializar medidas efectivas para evitar llamar la atención de los delincuentes.

“Nosotros, la Policía Metropolitana Santiago de Cali, también estamos manejando nuestra red de apoyo y comunicaciones donde estamos vinculando a las empresas y a las estaciones de servicio, a través de Sodicom, con el propósito de que estas personas en tiempo real nos estén informando cualquier situación que se esté presentando”, indicó el uniformado.

De la misma manera, la institución cuenta con la línea de emergencias 123 y con los teléfonos de cada cuadrante para atender los requerimientos en Cali y el área metropolitana.

Sandra Cecilia dijo que aún se requiere más seguridad para los promotores que están siendo amenazados. “No podemos dejar de vender porque somos un servicio público esencial, pero debemos proteger a nuestros colaboradores que están vulnerables frente a la delincuencia”.