Judicial
Análisis: Así opera el Frente 57 Yair Bermúdez que genera zozobra en el Valle
Este grupo armado organizado residual, como lo llama la Fuerza Pública, ha tomado fuerza en la región generando homicidios y desplazamientos.

El Frente 57 Yair Bermúdez, estructura de las disidencias de las Farc que viene sembrando zozobra en el centro del Valle del Cauca, pero que se ha expandido también a los municipios de Pradera y Florida, y tiene incidencia igualmente en el norte del Cauca, fue fundado por Luis Carlos Pinilla Cortés, alias Oscar o Barreto, oriundo de Toribío, y ‘Ángela’, su compañera sentimental, quienes inicialmente hicieron parte del Estado Mayor Central, EMC.


‘Oscar’ y alias Hugo comandaban el Frente Adán Izquierdo en el 2020. Luego de que el segundo muriera a manos del Ejército Nacional en el municipio de Bugalagrande, centro del Valle, el primero fue trasladado a Nariño a la Columna Móvil Urías Rondón a finales de 2022, pero luego fue expulsado, junto con alias Ángela, del EMC, acusados de traición.
Una vez fuera de esa disidencia de las Farc, ‘Oscar’ y ‘Ángela’, quienes conocen bien la operación del Frente Adán Izquierdo en el centro y el sur del Valle del Cauca, anunciaron la llegada, en noviembre de 2023, del Frente 57 Yair Bermúdez (llamado así en homenaje a ‘Hugo’), mediante un vídeo en el que aparecía alias Oscar o Barreto.
Según Indepaz, su primer comunicado está fechado el 19 de noviembre de 2023 y titulado ‘Saludo a las comunidades del Valle del Cauca’. En él recalcaron la retoma de áreas en las cuales indican que “la institucionalidad ha perdido toda su legitimidad”.

Además, la Defensoría del Pueblo, en la alerta temprana de abril de 2024, advirtió sobre el inminente riesgo para la población asentada en las zonas rurales de Buga, San Pedro, Ginebra, Guacarí, El Cerrito y Palmira, ubicados sobre la cordillera Central.
Estos municipios “conforman un corredor de movilidad histórico para los grupos armados ilegales”, entre los departamentos del Cauca, Valle del Cauca y Tolima, los cuales se conectan por el páramo de las Hermosas, entre otras vías de acceso.
La Defensoría habló de ese como un escenario de riesgo resultado de una disputa territorial entre los grupos ilegales, Adán Izquierdo, adscrito al Bloque Central Isaías Pardo, del EMC, y el Frente 57 Yair Bermúdez, el cual se autorreconoce como Farc–EP y se deriva del Adán Izquierdo: “Nace como una disidencia dentro de la disidencia”.
“La disputa y las pretensiones de expansión de ambas estructuras han conllevado a un incremento de las violaciones a los Derechos Humanos, por medio de homicidios selectivos, masacres, amenazas, restricciones a la movilidad, imposición de horarios, retenes ilegales, hurto, extorsión, uso, utilización y reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes”, señaló la Defensoría del Pueblo.
El Frente 57 se ha asentado sobre todo en Tuluá, pero se ha ido moviendo a otros municipios mencionados, zona de control de la Adán Izquierdo. La principal finalidad de estas facciones, conocidas en las Fuerzas Militares como Grupos Armados Organizados Residuales, es controlar la salida hacia el páramo de las Hermosas.
Pero también el corredor Miranda, Florida, Pradera, Palmira, El Cerrito, Ginebra, Guacarí, Buga y San Pedro, pues de esta manera conectan la producción con la comercialización de marihuana y la pasta de base, además de tener corredores seguros para movilizar la logística y el armamento.
Sin embargo, según Indepaz, las primeras disputas iniciaron con el Frente disidente Dagoberto Ramos, en el municipio de Corinto, Cauca, hasta donde extendieron su presencia instalando retenes y realizando incursiones en las comunidades.
“En la sofisticación del accionar de los grupos se encuentra una página web propia del Frente 57, en la cual desmienten comunicados y trazan una línea discursiva en la que publican todo tipo de contenido gráfico, hasta un espacio de contacto directo con ellos”, agrega el informe de la ONG.
En esta página también tienen un espacio llamado “recomendaciones a la población”, en el que se les impide abordar cualquier vehículo militar, transitar con casco, entre otras imposiciones que se reiteran constantemente por allí, señala la fuente.
¿Cómo opera?
Willy Valdivia, director de investigación de la empresa de seguridad nacional, OIB, sostiene que el Frente 57 se ha consolidado como una estructura activa en el centro y norte del Valle del Cauca, la cual opera mediante control territorial, economías ilícitas y propaganda armada.

“Se estima que cuenta con entre 50 y 80 combatientes, aunque su influencia supera esa cifra. El Frente 57 realiza patrullajes armados, intimida líderes sociales, controla vías rurales y, en algunos sectores, horarios. También se registra un patrón creciente de asesinatos selectivos contra líderes sociales, figuras políticas y exintegrantes de otros grupos armados”, añade.
Su financiación, afirma, proviene de extorsiones, cultivos ilícitos y procesamiento de base de coca. Además opera corredores hacia el Pacífico (vía el Naya), el sur y el norte del departamento, donde cobra ‘peajes’ por el movimiento de la droga, lo que fortalece su logística y su sostenibilidad.
“Aunque no iguala en tamaño a frentes como la Dagoberto Ramos o la Jaime Martínez, el Frente 57 ha ganado peso por su cohesión interna, control efectivo de territorios clave y proyección simbólica, evidenciada en el uso estratégico de redes sociales. Desde finales de 2024 ha intensificado su propaganda con videos, comunicados y contenido visual”, concluye el director de investigación de OIB.
La escisión
Iván Carvajal, consultor en seguridad pública e inteligencia estratégica, coincide en que la disidencia Adán Izquierdo tuvo una ‘pequeña’ escisión y se conformó el Frente 57 Yair Bermúdez, liderada por un “muchacho” de Toribío, Cauca, hacia donde se ha expandido y “es en este momento donde está delinquiendo, atacando a la Policía y cometiendo delitos”.
“Todas estas estructuras criminales protegen una renta criminal que es lo que les significa el narcotráfico y la minería ilegal, básicamente. Estos delitos, coca, marihuana crepy, minería ilegal y hasta extorsión, les sirven para financiarse, pero hay otros delitos que son conexos, que son hechos victimizantes y que además, los utilizan para control territorial: son la extorsión, el secuestro, la amenaza, el asesinato a líderes, el desplazamientos y los confinamientos”, resalta.
“Este es un tema de negocios”, aclara Carvajal y para proteger la renta criminal hay que atemorizar, crear incertidumbre y zozobra en los ciudadanos y que estos, por miedo o acondicionamiento, estén más de acuerdo con estas estructuras que con el Estado. “Ese es el tema de fondo”, anota.
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