Judicial
“Aquí el problema es el microtráfico y la inseguridad”: Vecino del Bulevar de Oriente en Cali
Los habitantes del sector denunciaron ausencia policial tras la masacre de tres personas en ese parque de la ciudad. Autoridades ofrecen recompensa.
Temor y zozobra viven los habitantes del barrio Marroquín II tras la masacre de tres personas en el Bulevar del Oriente, donde una madre, su hijo y otra mujer fueron asesinados. Además, otras dos personas resultaron heridas, por lo que los vecinos no se atreven a comentar sobre los hechos que ocurrieron el domingo 12 de enero a las 7:00 p.m.
Los objetivos del sicario fueron Nohelia López, de 74 años, y su hijo Juan Esteban López, de 41, a quien todos en el barrio conocían como ‘El Niño’, pues tenía una condición especial.
En el lugar también falleció María del Mar Mosquera, quien estaba sentada a escasos metros de donde ocurrió el tiroteo y no tendría nada que ver con estos hechos. Además, el esposo de doña Nohelia y otra persona resultaron lesionados y se recuperan en un centro asistencial.
Luego de este triple homicidio, las autoridades ofrecieron un incentivo económico por información que de con la captura y/o identificación de los responsables. “El señor alcalde, Alejandro Eder, ha dispuesto de una recompensa de hasta $50 millones”, explicó el secretario de Seguridad de Cali, Jairo García.
Pasadas unas horas, durante la mañana del lunes, los ciudadanos que acostumbran a hacer ejercicio en este punto de la ciudad renovado hace poco más de un año, caminaban con cuidado de no pisar los rastros de sangre seca que aún se encontraban en el lugar, la cual era lamida por perros sin hogar y atraía gran cantidad de moscas, por lo que murmuraban: “¿Por qué no limpiaron esa sangre?”.
Eso sí, al preguntar sobre la masacre nadie había estado allí, nadie vivía cerca o no se habían enterado de los homicidios, algo difícil de creer porque a esa hora de la noche el Bulevar estaba repleto de personas.
Con miedo, los ciudadanos miraban a todas partes antes de responder y aseguraban no tener conocimiento sobre la masacre, sin embargo, minutos después y con la llegada de algunas patrullas de Policía, un vecino del barrio Marroquín II que suele hacer ejercicio todas las mañanas le dijo a El País: “Aquí el problema es el microtráfico y la ola de inseguridad que desencadena esta situación”.
Según él, la ausencia de las autoridades es notoria, pues a pesar de que la Estación de Policía de Los Mangos, una de las más grandes del oriente de Cali, queda a pocas cuadras, las personas se siguen sintiendo inseguras. “La Policía especialmente debería estar aquí permanentemente vigilando y cuidando, pero como eso no ocurre la delincuencia se aprovecha”.
Luego de estos hechos el alcalde de Cali, Alejandro Eder, adelantó una reunión con sus secretarios, con los miembros de las Juntas de Acción Comunal y con los líderes comunitarios para abordar las denuncias ciudadanas, entre ellas la falta de seguridad en el sector.
“Ya tomamos algunas decisiones acorde a lo que han pedido los líderes de la comunidad y lo primero es recuperar el espacio público. Además, vamos a poner un escuadrón permanente de guardas de tránsito y policías para ayudar a mantener el control de la zona, vamos a trabajar para que haya gestores de paz y mediadores que nos ayuden a cuidar el Bulevar en materia de consumo”, expresó el Mandatario.
Cabe resaltar que el 2025 inició de forma violenta en Cali, pues en los primeros 12 días del año se registraron 35 asesinatos, siete de ellos el domingo pasado. Además de las tres víctimas de la masacre, los otros hechos violentos del 12 de enero ocurrieron en los barrios Sucre, Sector Alto de los Chorros, El Morichal y Bellavista.
Un espacio en recuperación
El Bulevar del Oriente es una zona muy concurrida, ya que adultos mayores, niños y personas con mascotas aprovechan este sitio para realizar actividad física, puesto que cuenta con canchas y un amplio tramo peatonal, pero el lunes 13 de enero el ambiente se sentía distinto porque el olor de la sangre, que aún pasado el mediodía no había sido limpiada, los perseguía.
A pesar de este lamentable hecho, otro habitante de Marroquín II quien prefirió no revelar su nombre por seguridad, aseguró que el “Bulevar le cambió la cara al sector porque esto era horrible, solo se veía pobreza y miseria porque lo que había era un caño destapado y lo mejoraron. Desde ese momento empezaron a pasar estas buenas cosas por acá”.
Aunque el hombre creía que su barrio no iba a mejorar con dicha construcción, la realidad es que se ha convertido en escenario de eventos como la Feria de Cali y los alumbrados navideños, pero hace falta seguridad.
“Esto requiere mantenimiento, sentido de pertenencia y compromiso por parte de la Administración haciendo presencia, porque esto lo han descuidado mucho, ya la delincuencia está empezando a invadir las casetas y a destruir los bioparques. Falta sentido de pertenencia por parte de la comunidad y de la Administración también”, concluyó un ciudadano.