Así es como está custodiando el Inpec a Salvatore Mancuso

En plena emergencia carcelaria, mientras las autoridades tienen dificultades para evitar que presos peligrosos continúen delinquiendo desde la cárcel, el Inpec tiene un nuevo gran reto de seguridad.

Luego de 16 años en Estados Unidos, Salvatore Mancuso regresó a Colombia, quien, en un helicóptero, y en medio de enormes medidas de seguridad, fue trasladado a un pabellón de alta seguridad de la cárcel La Picota el pasado 27 de febrero.

El director del Inpec, coronel Daniel Gutiérrez, habló con Colprensa sobre las medidas especiales que han debido adoptar y que siguen evaluando para custodiar a Mancuso, entre ellas que le sea llevada su propia comida o que el recluso se encargue de prepararla para evitar que sea envenenado.

De acuerdo con Gutiérrez, lo primero que hizo la institución fue articularse con la Policía Nacional para la recepción, la entrega y el traslado hacia La Picota.

Mancuso llegó a la cárcel en un helicóptero Black Hawk y con anterioridad se había establecido el sitio en donde iba a aterrizar con todas las medidas de seguridad.

“Ahí ya llegó la Policía, pero entró la responsabilidad del Inpec con grupos especiales. Se ubicó en una celda del pabellón de extraditables en el segundo piso, una celda independiente con baño privado, de aproximadamente tres por cuatro metros de tamaño”, comentó el director del Inpec.

Y añadió: “Estamos a la espera de los requerimientos del abogado en cuanto a la alimentación, frente algunas condiciones. Por ahora, todo terminó bien con las condiciones de seguridad y sin ninguna novedad”, aseguró.

Como se mencionó anteriormente, con el objetivo de garantizar su seguridad, el Inpec está revisando la solicitud que envió el abogado para determinar la manera en que se manejará la comida del exjefe paramilitar.

Según el Coronel, una posibilidad es que él renuncie a la alimentación de la cárcel, otra es que se haga una grabación o cadena de custodia desde que están preparando los alimentos, como se ha realizado en otros casos.

Otra opción es que el interno que trabaja como cocinero dentro del penal pruebe la comida antes de entregársela a Salvatore Mancuso o que los alimentos ingresen ya preparados a la cárcel La Picota. Todas estas alternativas están siendo estudiadas para llegar a la mejor opción.

Garantizar la seguridad, el reto del Inpec

El director del Inpec indicó que se hizo un acuerdo de entendimiento con la Embajada de Estados Unidos para entrenar a cerca de 150 funcionarios focalizados en el pabellón de extraditables y en el manejo de prisiones de alta seguridad.

“Se hizo polígrafo y antes de eso lo que se hizo fue una selección en todo el país. Una selección y una incorporación para pertenecer a ese grupo donde sean funcionarios, hombres y mujeres que no estén sancionados, no tengan un tipo de investigación, se hacen un chequeo por varias informaciones a través de lo que se puede consolidar en la oficina de control interno, disciplinario y demás”, explicó Gutiérrez.

Fue por esta razón, entre muchas otras, que se escogió este penal para acoger a Mancuso. Además, para llegar a la celda del privado de la libertad hay cuatro anillos de seguridad y hasta 64 guardias custodiándolo, pero solamente dos personas tienen contacto directo con él, un oficial de seguridad y un pabellonero.

Las cámaras y la tecnología es otra de las herramientas de la institución, puesto que para Gutiérrez, entre menos personas tengan acceso al detenido, menos probabilidades habrá de que ocurran actos de corrupción, riesgos de seguridad o amenazas.

Cabe destacar que el pabellón de extraditables está conformado por unos 250 privados de la libertad. “Mancuso no está ahí dentro porque se tiene esa posibilidad de tener varias celdas que no tienen contacto con ellos. Es un pabellón que tiene varias ubicaciones, entonces donde está Mancuso está totalmente independiente. Adentro tenemos dos patios donde están extraditables o internos de alto perfil como alias Douglas y otros. Ahí están todos los extraditables pedidos por los Estados Unidos”, explicó el director del Inpec.

Mancuso, aislado en el penal

En la celda del exparamilitar que queda dentro del pabellón, está aparte de los patios, por lo que no tendrá contacto con otros reclusos. “Él tiene la posibilidad de que hay un espacio donde pueda recibir la alimentación, como una especie de comedor, y también ahí está la parte de los abogados. Y también está la parte de las audiencias virtuales independiente a lo que se encuentra, entonces no va a tener comunicación y contacto con otros internos”, indicó el coronel Daniel Gutiérrez.

Por otra parte, por temas de Derechos Humanos y por el respeto a la intimidad de los reclusos, las celdas no tienen cámaras dentro, pero al frente cuenta con varias cámaras de seguridad, enfocando la puerta de 3 x 4 metros. El lugar de reclusión de Mancuso cuenta con baño privado, por ello no tiene que salir de la celda, limitando su libertad de movimiento y protegiendo su integridad.

Evitar la delincuencia dentro de los penales

En agosto de 2023 se lanzó la Operación Dominó, articulada con la Policía Nacional, la Fiscalía y el Gaula, identificando en ese momento a 30 actores criminales dedicados a la extorsión en todo el país.

“Ellos estaban en diferentes zonas del país, en diferentes cárceles y no había un planeamiento estratégico frente a eso. Por esto, trabajamos en dos líneas, una era ubicarlos en siete establecimientos del orden nacional para que tuviéramos en esos siete lugares un foco de esfuerzo especializado y también generar responsabilidad a los directores, a los funcionarios, a la Policía Judicial y poder trabajar en dos líneas, una era la lucha contra la extorsión y la otra contra la corrupción porque nos dimos cuenta de que un teléfono tenía que ingresar por alguna parte, ya sea por corrupción, por encomienda, por lanzamientos o por las visitas”, explicó Gutiérrez.

Desde ese momento se han hecho alrededor de 400 operativos, incautado unos 2500 celulares y trasladado a internos. También se trabaja en construir pabellones más seguros y con reglamento diferencial para enfrentar la crisis.

En el caso puntual de alias Satanás, cabecilla del Tren de Aragua, quien estaba recluido en Girón, fue trasladado hacia Valledupar y actualmente está en esta cárcel de máxima seguridad. Para evitar que continúe delinquiendo se realizan controles diarios por parte de la Guardia y por parte del Gaula, además de controles semanales, requisas y operativos, con el fin de conocer si tiene algún teléfono para cometer algún un acto ilícito.

De la misma manera, el cabecilla de La Inmaculada, alias Pipe, “fue trasladado a Valledupar en condiciones máximas de seguridad con cámaras de vigilancia 24 horas.

También se le hacen requisas diarias por parte del Inpec y del Gaula. Al igual que los cabecillas, se van a hacer trasladados y ubicados en estos pabellones de la operación dominó para tener un mayor control frente a estos delitos”, afirmó el director del Inpec.

Para evitar más extorsiones desde las cárceles, existe un proyecto en cabeza del Ministerio de Justicia y contratado por la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios para instalar inhibidores de señal que no afecten las viviendas cercanas a las cárceles.