Autoridades de España hallan cuerpo sin vida de Andrea Bejarano, joven caleña que fue asesinada presuntamente por su esposo

Autoridades de España dieron a conocer a la opinión pública durante las últimas horas que una mujer colombiana de 34 años nacida en Cali fue encontrada sin vida en la ciudad de Burgos de ese país, luego de que el pasado domingo, 16 de marzo, fuera reportada como desaparecida.

Se trata de Andrea Bejarano, quien habría sido asesinada por su esposo, ya que él mismo le confesó a la Policía ser el autor de este crimen que podría ser catalogado como un feminicidio.

Y es que el hombre de 42 años, que también es oriundo de Colombia, aseguró que le quitó la vida a su pareja sentimental al interior de su hogar y posteriormente trasladó su cuerpo a cerca a la localidad de Salinillas de la Bureba, ubicado a 40 kilómetros de distancia de la ciudad en donde ambos residían. Además, este condujo a uniformados de la Policía a dicho punto para mostrarles el cadáver.

“El propio denunciante que había sido custodiado por parte de la Policía Nacional se habría dirigido con la comisión judicial hacia un paraje boscoso, a unos 40 kilómetros de Burgos, donde estaba el cadáver de su esposa”, aseguró Nicanor Sen, delegado del gobierno español en Castilla y León.

El presunto feminicida fue detenido inmediatamente por las autoridades a la espera de que la justicia española actúe para decidir que consecuencias penales tendrá que enfrentar. De hecho, él mismo fue el encargado de reportar a las autoridades la desaparición de Bejarano, pero aun así, siempre fue el principal sospechoso.

Una vez fue reportada la desaparición de la joven mujer, las autoridades se enfocaron en reconstruir sus últimas actividades. En ese sentido, fue vista por última vez en su residencia por algunos vecinos vistiendo un saco de corazones y unos pantalones tipo jeans.

Además, media 1,50 metros de estatura y tenía un cabello color negro y ojos color marrones. Sobre a que se dedicaba laboralmente, la caleña trabajaba en el laboratorio de microbiología del Hospital Universitario de Burgos.

De hecho, sus compañeros de trabajo llegaron hasta las instalaciones del centro de salud anteriormente mencionado para protestar contra el crimen y a la vez hacerle un homenaje por el legado que Bejarano dejó entre ellos.

Los medios locales señalan que el presunto victimario era un militar de profesión y trabajaba en los acuartelamientos de Castrillo del Val, ubicado a 15 minutos de Burgos. Asimismo, se conoció que la pareja vivía en territorio español desde hace una década, tenía un hijo de 7 años y ambos se encontraban realizando los tramites para divorciarse.