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Brindarán el último adiós al docente de música Luis Gerardo Díaz en Popayán
Los alumnos e integrantes de la Banda de Marcha Popayán Musical adelantarán una calle honor, entonando las canciones alegres que su profesor les enseñó.
Este jueves 10 de octubre, amigos, familiares y alumnos del docente Luis Gerardo Díaz le brindarán el último adiós, luego de adelantar una serie de honores y una velatón, como muestra del cariño y aprecio que sienten por este gestor cultural, quien falleció en la tarde del pasado lunes 7 de octubre.
“Una persona que se esmeró por formar a los jóvenes de su comunidad, de apoyarlos para que salieran de situaciones duras como la droga, por eso fundó la banda en el 2019, para apostarle a un proyecto incluyente, social y comunitario, a partir de la música y el arte, ese fue Luis Gerardo Díaz, el profe Lucho, como le decíamos de cariño”, manifestó Elsa Acosta, lideresa de la comuna ocho de Popayán y amiga del docente.
Hay que recordar que la noticia de la partida de este líder cultural se confirmó en la noche de este lunes 7 de octubre, cuando amigos y familiares confirmaron el hallazgo de su cadáver en su lugar de residencia, ubicada en el barrio Santa Helena, al occidente de la ciudad de Popayán.
“Un gran tipo, que desde la docencia le aportó al cambio social, que buscaba que los niños y jóvenes se apartaran de escenarios poco alentadores e incursionaran en la música, que vieran en una iniciativa como la banda de marcha que lideraba, la oportunidad de proyectar sus sueños o planes de vida, con ese aspecto nos quedamos nosotros, sus amigos, las personas lo apoyamos durante todo este tiempo”, expresó el también docente de música y directo de la banda Imperio Real, Dave Solano.
Y es que la noticia de la partida de Luis Gerardo Díaz causa consternación en amplios sectores de la capital, porque además de ser el director de Banda de Marcha Popayán Musical, este profesor también era reconocido por su liderazgo social entre las comunidades vulnerables de la ciudad, a donde llegó con mensajes de esperanza, gestos solidarios y claro está con la alegría de sus alumnos.
“Una situación que nos rompe el corazón porque el profe lideraba muy bien la banda de Marcha Popayán Musical, donde cuarenta niños y jóvenes de diferentes sectores de la ciudad mostraban su talento en presentaciones que Luis sabía organizar de forma magistral, pero también porque uno era testigo de su compromiso social con su comunidad”, indica Francisco Calderón, padre de uno de los alumnos de este colectivo cultural.
De hecho, este padre de familia y periodista fue la persona que logró entrevistar al profesor Lucho en medio de su presentación en el colegio Real San Francisco de Asís el pasado domingo 6 de octubre, donde mostró su carácter y liderazgo al organizar una presentación de este grupo de jóvenes. Esa fue su última presentación, donde se esforzó por sacar adelante a los muchachos cuando al parecer su ánimo se derrumbaba poco a poco.
“Me agradeció la entrevista, siempre percibí del profesor esa amabilidad a la hora de formar mi hijo, tanto en la parte del dominio de los instrumentos, como en valores como la puntualidad, el respeto y el orden, de eso doy fe durante el proceso que presencié todos los sábados en el polideportivo del barrio Camilo Torres, donde adelantaba los ensayos de Banda de Marcha Popayán Musical”, agregó Francisco Calderón.
Pero este lunes, y por razones que solo las autoridades competentes deberán esclarecer, Luis Gerardo Díaz partió hacia la eternidad, llevándose consigo la magia de la música, del ritmo y la alegría, como siempre lo inculcaba a sus alumnos, personitas que con una timba, un redoblante o una lira transmitían ese lado bonito de esa existencia que a veces muestra su rostro negro y doloroso, él luchó para que eso fuera distinto, con ritmo, con el fuerte sonido de los redoblantes, de las timbas.
“En una de las últimas conversaciones que sostuve con Lucho me dijo que si él partía al cielo primero, que por favor lo despidiera con música, con esas melodías alegres que le enseñó a los chicos de su banda, por eso ellos lo están haciendo, con este desfile por las calles del barrio que vio nacer, crecer, como lo van a despedir luego de brindarle honores con una velatón, porque nos sentimos agradecidos con el profesor, por su lucha que dio por brindarnos lo mejor de su personalidad, eso los pelados lo saben y van a desfilar en su honor”, agregó Dave Solano
Tras conocerse la partida de este normalista y padre de dos hijos, los mensajes de condolencias no se hicieron esperar, como el caso de las directivas de los colegios que abrieron las puertas para que Luis Gerardo Díaz mostrara el talento de los integrantes de su banda, la cual rescató y sacó adelante gracias a la iniciativa de varios padres de familia.
“El colegio real San Francisco de Asís se une al dolor que embarga a la familia del profesor Luis Gerardo Díaz, director de la Banda Marcial Popayán Musical, así como a toda la familia bandística de la ciudad y del departamento, pues se pierde un gran ser humano, que entregó su esfuerzo y dedicación a posicionar a la banda de la cual era director, y a llevar a todos los rincones un mensaje de paz con cada nota que sus chicos interpretaban”, expresaron las directivas de este plantel educativo
Y es que el liderazgo de este docente permitía sacar adelante el proyecto de vida de niños, niñas y jóvenes que buscaban en él el soporte para salir adelante en medio de dificultades y que incluso encontraban en Banda de Marcha Popayán Musical esa familia que escucha, alegra y entusiasma la vida.
Como el caso del joven Brayan Steven Castro, quien por culpa de una bala perdida perdió el sentido de la vista, pero que gracias al profesor Lucho encontró en la música el espacio para seguir adelante, demostrando que las limitaciones solo están en la mente.
De hecho, en esa última presentación, el profesor acompañó a este joven durante la intervención de la banda, muestra de su calidez humana, solidaridad y amor a la hora de ayudar al otro en medio de los retos. Gracias a este gesto, el joven estuvo a la altura de la presentación, con el acompañamiento constante de este docente, quien va a estar desde la eternidad dirigiendo su banda.