Judicial
Cali, en alerta máxima por ataques contra la Fuerza Pública, ¿qué está pasando?
El sábado una granada explotó en el CAI del barrio Alfonso Bonilla Aragón, mientras que el domingo dejaron otra en el CAI del barrio Mojica.
Luego de que el sábado en la noche explotara una granada en el CAI del barrio Alfonso Bonilla Aragón y de que en la madrugada del domingo fuera abandonado otro artefacto de este mismo tipo en el CAI del barrio Mojica, pero que afortunadamente no explotó, las alertas en Cali están encendidas por parte de las autoridades para evitar más hechos que afecten el orden público.
Sobre el primer hecho, que ocurrió pasadas las 9:00 p.m. del sábado y que dejó a un canino sin vida, las autoridades anunciaron que fueron dos hombres, quienes se transportaban en una motocicleta, los que lanzaron el artefacto explosivo.
“Dos sujetos se movilizaban en motocicleta, uno de estos bajó del automotor, se acercó a las instalaciones y lanzó un artefacto explosivo. Lamentablemente, se presentó la muerte de un perro de nombre Negro que convivía con los uniformados, pero no tenemos ninguna afectación contra la integridad y vida de nuestros hombres”, aseguró el coronel William Quintero, subcomandante de la Policía de Cali.
Entre otros detalles, el oficial señaló que los vecinos del sector informaron que los hombres se movilizaban en una motocicleta Pulsar de color negro y ambos portaban prendas oscuras, por lo que se revisaron las cámaras de seguridad de la zona. “Desplegamos todas nuestras capacidades de policía judicial, Gaula y de inteligencia con el fin de dar con la ubicación y captura de los responsables de este hecho terrorista”, añadió.
Lo preocupante es que seis horas después de este hecho, otra granada fue lanzada contra el CAI del barrio Mojica y por fortuna no explotó. Tras el acordonamiento de la zona, personal de antiexplosivos adelantó el proceso de detonación controlada para evitar un mayor riesgo a la comunidad.
A través de Twitter, el secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Jimmy Dranguet, confirmó que las capacidades investigativas fueron reforzadas para localizar a los responsables de estos recientes ataques contra la policía.
“A los criminales que quieren amedrentar nuestra fuerza pública, afectar a nuestros ciudadanos y causar terror en la ciudad les informamos que doblaremos nuestras capacidades de prevención y reacción para identificarlos y judicializarlos”, trinó el funcionario.
Otro hecho que causó temor la semana anterior
En la madrugada del pasado jueves, 27 de julio, los habitantes del barrio Santa Teresita, en el oeste de Cali, alertaron a la Policía sobre unos objetos extraños dejados en la banca de un parque, pues uno de ellos parecía ser un elemento explosivo.
Una vez en el lugar, las autoridades encontraron un canguro con un artefacto que fue verificado por los uniformados, sobre el procedimiento, el comandante de la Policía de Cali, brigadier José Daniel Gualdrón, afirmó: “Nuestro canino nos alertó que había algo extraño, se prendió el inhibidor para bloquear señales e igualmente se procedió a utilizar el robot del CTI y es así como vimos que realmente había un explosivo allí. Entonces se activó y se neutralizó a través de un cañón disruptor para que no ocasionara daños”.
A pesar de que no generó daños materiales ni afecciones a la vida de los habitantes del sector, este hecho sembró el miedo en los vecinos de Santa Teresita, pues el elemento explosivo estaba acompañado de un cartel donde se leía: “Frente Jaime Martínez, bloque occidental, comandante Jacobo Arenas. Farc”.
Y es que hace unos meses, exactamente en abril, banderas alusivas a la guerrilla del ELN también atemorizaron al Valle del Cauca, incluyendo a Cali.
¿Qué se busca con estos ataques?
“Los grupos insurgentes siempre tratan de mostrarse más fuertes de lo que son, en ese sentido, incidentes como los de las banderas y el de un artefacto explosivo que no tenía sistema de activación obedecen a la misma motivación y es tratar de mostrar que pueden actuar dentro de la ciudad de Cali con cierta libertad, con cierta facilidad e intimidar a personas en diferentes sectores”, explicó el exasesor de seguridad de Cali y especialista, Alberto Sánchez.
El experto sostuvo que, aunque las banderas del ELN fueron puestas en el corredor de la calle 5 y el explosivo fue en el oeste, lo que quieren demostrar los diferentes grupos armados es que tienen una relativa libertad de movimiento dentro de la ciudad.
Asimismo, Andrés Felipe Galindo, experto en seguridad, señaló que, aunque en la actualidad las guerrillas no tienen la capacidad militar para operar en las ciudades como lo hacían hace algunos años, “sí tienen una capacidad de generar zozobra y enviar mensajes de intimidantes”.
Ambos especialistas coinciden en que, aunque los grupos armados han venido dejando mensajes en la ciudad, esto no quiere decir que tengan capacidad operativa, sin embargo, Sánchez sostuvo que es importante que “la Policía debe empezar a establecer de manera estratégica, dentro de la institución y hacia la ciudadanía, cuál es la magnitud de la amenaza que representan las disidencias en Cali”.
Además, el exasesor de seguridad enfatizó que en el estallido social de 2021 quedó demostrado que estas estructuras criminales pueden alimentarse de situaciones críticas. “No quiere decir que puedan generar una coyuntura como la del paro, pero se pueden aprovechar de momentos de desorden en el que la capacidad institucional se debilita para entrar a generar una afectación a la ciudad”.
Por otra parte, los expertos dedujeron que la presión que estos grupos al margen de la ley están generando en el Valle del Cauca y otras zonas del país, podría estar relacionado con “tener una posición de fuerza y ventaja ante una posible negociación con el Gobierno Nacional”, afirmó Galindo.
De la misma manera, Sánchez planteó que es necesario realizar un diagnóstico institucional sobre la capacidad de afectación de las disidencias, ya que, “si bien no hay tanta capacidad, eventualmente un cese al fuego o algún tipo de tregua puede derivar en que las disidencias se fortalezcan de cara a las actuaciones”.
Por ello, “habría que ver cuáles son las concesiones que está dispuesto a hacer el Gobierno Nacional en el marco de la paz total, que no debe reñir bajo ninguna circunstancia con una política de seguridad efectiva. No es paz o seguridad, es paz y seguridad”, enfatizó Andrés Felipe Galindo.
Para evitar que estas alteraciones del orden público sigan sucediendo, “lo que deben hacer las autoridades es redoblar esfuerzos e inteligencia para, pues, establecer los autores y poder desarticular esas estructuras”, comentó el experto.
Lo anterior teniendo en cuenta que las elecciones regionales de octubre se ven amenazadas por los actos de grupos insurgentes en las zonas rurales, y ahora, podrían impactarse las urbanas. Debido a esto, Galindo comentó que, según observadores, “este periodo electoral es catalogado como el más violento en los últimos años”.
En consecuencia, aunque hoy las disidencias de las Farc parecen ser una amenaza latente de vulneración de la ciudad, “frente a la reiteración de incidentes, es importante que tanto el Gobierno Municipal, Nacional y la Policía Metropolitana de Cali, den cuenta de cuál es la naturaleza de ese riesgo”, concluyó Sánchez.