Judicial
Caso Sofía Delgado: salen a la luz detalles de las pistas que incriminaron a Brayan Campo
Las autoridades revelaron cuáles fueron los indicios que llevaron a capturar el feminicida.
El crimen de Sofía Delgado, la niña de 12 años que fue desaparecida y asesinada en el municipio de Candelaria, Valle del Cauca, sigue causando consternación en todo el país. Casi dos meses después de la desaparición de la menor, salieron a la luz detalles de las pistas que llevaron a la captura de Brayan Campo, el confeso feminicida de la niña.
Sofía, quien vivía en el barrio La Victoria, en el corregimiento de Villa Gorgona, salió de la casa de su abuela en la tarde del domingo 29 de septiembre. Aunque la niña tenía que recorrer unas pocas cuadras para llegar a la casa donde residía con sus papás, desapareció en cuestión de minutos
La madre de Sofía, Lady Zúñiga, ha contado que la menor iba hasta su vivienda a recoger un champú de mascotas para bañar a ‘Moly’, una perrita de la familia, pero nunca llegó.
Al percatarse de la demora de la niña, toda la familia desplegó una amplia búsqueda por las calles del corregimiento. Y rápidamente, la mamá de la niña reportó su desaparición en la estación de Policía.
Ese domingo, los uniformados tuvieron acceso a una cámara de seguridad que registró el momento en el que Sofía caminaba sola por un andén sobre las 2:36 p.m. Posteriormente, también conocieron las imágenes de otro circuito cercano en donde la niña ya no aparecía.
Estas imágenes, explicaron las autoridades, permitieron acortar el perímetro en el que podría concentrarse la búsqueda de la niña de 12 años.
Un día después de la desaparición, las autoridades iniciaron un bloque de búsqueda por aire y tierra, con decenas de uniformados y drones, además del recorrido casa por casa para dar con el paradero de Sofía.
En medio del amplio despliegue, una familia reportó a las autoridades que Brayan Campo, el dueño de una tienda de artículos para mascotas, había intentado raptar a una niña ese mismo día. “Al fondo tengo unos collares pequeños, voy a cerrar la reja porque se me sale el perro”, le dijo Campo a la niña poco antes de que ella huyera del lugar.
Este relato puso en alerta a las autoridades sobre la posible relación de este hombre con la desaparición de Sofía. Sumado a esto, cuando verificaron sus antecedentes judiciales, evidenciaron que había estado recluido en una cárcel por el abuso sexual de otra menor.
A pesar de que lo visitaron varias veces, inicialmente el hombre de 32 años negó haber visto a Sofía. “No conozco a la niña, por acá no pasó”, aseguraba el sujeto en los primeros acercamientos, según revelaron los investigadores a Séptimo Día.
Y aunque aparentaba estar “tranquilo”, en una de las visitas, participó un psicólogo familiar, quien notó que el hombre se mostraba “a la defensiva”. “Su lenguaje corporal era un lenguaje que demostraba que estaba a la defensiva”, mencionó Iván Andrés Vaca, el psicólogo que analizó el perfil del homicida.
Con estas evidencias, el viernes 4 de octubre las autoridades consiguieron una orden judicial para revisar el establecimiento de Campo.
¿Qué encontraron las autoridades?
Un equipo especializado de peritos forenses estuvo a cargo de la inspección al establecimiento de comercio en el que, aparentemente, no había elementos sospechosos. Sin embargo, al revisar el baño del lugar, los investigadores encontraron “una escoba y un trapero húmedos”.
Al aplicar bluestar, una sustancia luminosa que revela la presencia de sangre, evidenciaron que en cinco puntos del baño había manchas de sangre. También revisaron la casa del hombre, ubicada a solo una cuadra del negocio.
Allí, reveló el intendente Alejandro Cárdenas, investigador de la Sijín de Cali, encontraron unas botas que también “dieron positivo para material biológico” y se le incautó un celular.
Los posteriores análisis en laboratorio permitieron confirmar que la sangre era de la niña Sofía Delgado, información que permitió efectuar la orden de captura en contra de Brayan Campo y su pareja, Evelyn Rodas.
Antes de la captura, las autoridades habían evidenciado que el hombre tendría un plan para salir del país, pues cambió su rutina diaria y era cada vez más difícil acercarse a él. Según las autoridades, para lograr su captura, el 17 de octubre, le dijeron que iban a devolverle el celular incautado días atrás.
Horas después, el hombre decidió confesar que engañó a la niña con la promesa de regalarle un collar para su mascota. “Él baja la reja del establecimiento y la niña intenta huir, él lo que hace es golpearla con un objeto contundente y ella pierde la vida de manera inmediata”, revelaron los investigadores sobre el relato de Campo Pillimue.
Ese mismo día, en un cañaduzal ubicado en la vía entre Candelaria y Florida, las autoridades hallaron el cuerpo de la menor de 12 años. Los investigadores llegaron hasta ese punto con las indicaciones del feminicida, quien confesó que el mismo día que le quitó la vida abandonó su cuerpo en ese lugar.
El hombre confesó hacer sepultado el cuerpo, pero, al parecer, las lluvias, la humedad del terreno y los productos químicos que se utilizan en la tierra para los cultivos de caña ayudaron a acelerar la descomposición del mismo.
También se cree que por acción de algunos animales roedores o depredadores los restos óseos pudieron haber quedado repartidos en un rango amplio de la escena donde fue dejado el cuerpo.