Judicial
Catatumbo: Ejército destruye más de 2.000 artefactos explosivos del ELN
Los explosivos fueron ubicados en el marco de la ofensiva militar que se adelanta en la región, gracias a la labor de técnicos antiexplosivos y la canina Yaqui.
En medio de las operaciones que adelanta la Fuerza Pública para recuperar el Catatumbo, lugar donde hace poco más de dos semanas se vive una crisis humanitaria, el Ejército destruyó 2645 artefactos explosivos improvisados.
Los explosivos pertenecerían al ELN, y fueron ubicados en el marco de la ofensiva militar que se adelanta, gracias a la labor de técnicos antiexplosivos y la canina Yaqui.
“Durante el desarrollo de esta operación, hemos logrado destruir de manera controlada más de una tonelada de explosivos. Esta labor es crucial para proteger a la población civil que vive en el área general del Catatumbo. Además, contamos con el valioso apoyo de nuestra canina Yaqui, quien, junto a su binomio canino, ha sido clave en la detección de sustancias explosivas, permitiéndonos encontrar y neutralizar estos artefactos antes de que pudieran causar daños”, señaló el Capitán Benítez Montoya Julián, comandante del Grupo de Manejo de Artefactos Explosivos de la Segunda División del Ejército Nacional.
Asimismo, el Ejército precisó que: “Los grandes protagonistas de esta importante destrucción controlada son el soldado profesional Fernández Carlos y su canina Yaqui, pastor belga malinois, de 6 años, experta en la detección de sustancias explosivas”.
La nueva oleada de violencia que impacta a los 11 municipios que conforman el Catatumbo: Ocaña; Abrego; El Carmen; Convención; Teorama; San Calixto; Hacarí; La Playa; El Tarra; Tibú y Sardinata, comenzó el pasado 15 de enero. Ese día asesinaron a Miguel Ángel López, el único funerario de Tibú y su familia, incluido su bebé de seis meses. Y aunque se dijo que ese habría sido el detonante de la guerra, el presidente Gustavo Petro reveló las verdaderas intenciones del ELN: desde hace un mes, ese grupo movió tropas desde el departamento de Arauca, por Venezuela, para orquestar una guerra planeada.
Desde que empezaron los enfrentamientos, estos han dejado un saldo de al menos 41.236 personas desplazadas en municipios como San Calixto, Hacarí, Teorama y Tibú.
De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, la mayoría de los desplazados se han movilizado hacia Ocaña (9.974), Cúcuta (15.086) y Tibú (12.362), generando una crisis de atención humanitaria en estas zonas.
“La magnitud del desplazamiento ha colapsado los sistemas públicos de atención y ha llevado a muchas familias a buscar refugio en residencias privadas o incluso a cruzar la frontera hacia Venezuela”, señaló la CIDH.
Además, más de 12.000 personas se encuentran confinadas en sus territorios, entre ellas 23 comunidades indígenas de los pueblos Bari y Yukpa. Según el organismo, la situación ha dejado a 46.000 niños y adolescentes sin acceso a educación.
*Con información de Colprensa y redacción de El País.
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