¿Cómo combatir el microtráfico en Cali?, este es el plan propuesto por la ONU

Los avances que ha tenido Cali en materia de seguridad en los últimos años, pusieron a la ciudad en la mira de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en Colombia, Unodc, la cual entregó este jueves un detallado diagnóstico de seguridad ciudadana en la capital del Valle.

Mejorar la calidad de vida de los asentamientos irregulares, robustecer las acciones para combatir el lavado de activos y fortalecer la prevención del delito, fueron algunas de las recomendaciones que trazó la auditoría de la Unodc para mitigar los fenómenos criminales que ocurren en Cali.

De igual forma, tras un año de investigación e intervención en las 22 comunas y 15 corregimientos de Cali, este trabajo dejó como resultado la base científica de una política de seguridad, además del mejoramiento de la plataforma del Observatorio de Seguridad de la capital del Valle.

“El proyecto ‘Políticas basadas en evidencia para mejorar la seguridad de ciudades de América Latina y África’ tiene como propósito apoyar a las autoridades locales en el fortalecimiento de las capacidades de recopilación, análisis y monitoreo de datos para la prevención de la violencia. En Cali contamos con el importante apoyo de la Alcaldía, la Vicaría, el Instituto Cisalva, la Policía, entre otros organismos”, explicó David Álamos, jefe del área de prevención del delito y justicia de la Unodc, al afirmar que el proyecto ya ha mostrado buenos resultados en ciudades de México y Sudáfrica.

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Entre los principales hallazgos que dejó la auditoria se encuentran los siguientes diagnósticos:

De acuerdo con Diego Quintero, coordinador de Seguridad Ciudadana, Anticorrupción y Reforma Penitenciaria de la Unodc, Cali tiene diferentes tipos de estructuras criminales que cumplen actividades distintas alrededor del delito y que se relacionan entre sí.

“La ciudad comprende al menos siete tipos de estructuras alrededor de la delincuencia que van desde los grupos de jóvenes de comunidades vulnerables que se reúnen en las calles, oficinas jerarquizadas, hasta organizaciones de corrupción. Alguien que haga parte de esta última, probablemente no conozca al chico de la calle que vende el basuco, pero hacen parte de un mismo fenómeno”, explicó el experto.

Y agregó: “Así logramos determinar que a mayor especialidad y conocimiento del delito de la organización, es menor el uso de la violencia”.

Quintero también explicó que la capital del Valle cuenta con particularidades geográficas que facilitan los fenómenos delictivos, como hacer parte de la zona con más cultivos ilícitos del país, lo que genera que en ella se muevan capitales ilegales.

Conozca los focos en los que se tiene que concentrar la ciudad para mitigar los fenómenos de violencia.

El análisis de la Unodc determinó que el principal objetivo al que tiene que apuntar Cali, para mitigar los fenómenos de violencia, es resolver el tema de los asentamientos irregulares, según explicó Diego Quintero, funcionario de ONU: “Son cerca de 20.000 personas que no aparecen en el mapa. Hablamos entonces de habitantes de asentamientos que no tienen agua, salud, educación, vivienda y demás servicios del Estado. Mientras no se resuelvan esas inequidades vamos a seguir encontrando estructuras criminales; y niños, niñas y adolescentes que encuentran en el delito una respuesta a sus falencias económicas, sociales y familiares”.

Otro factor importante para tratar de controlar las dinámicas delictivas que se mueven en Cali es entender dónde está el combustible del delito, que en el caso de la capital del Valle sería la financiación ilícita, el negocio del lavado de activos.

De acuerdo con Diego Quintero, los ingresos por el narcotráfico, el tráfico de armas y la trata de personas son reinvertidos en más delito: “Tenemos que preguntarnos si todo el capital que circula en Cali es un capital lícito. Esto es un llamado a los organismos de investigación judicial y criminal para que investiguen esas economías ilegales y le apliquen los ejercicios de extinción de dominio a esas finanzas”, puntualizó.

La prevención y el tratamiento diferencial en la justicia es, según el estudio de Unodc, uno de los más importantes focos en los que Cali se tiene que concentrar.

En este sentido, Diego Quintero señaló que no se puede tratar igual a una persona que utiliza menores para traficar drogas, que al menor que vende una papeleta de basuco: “Nuestras cárceles están llenas de personas que cometen delitos menores, sin ejercicios de resocialización, pues entran a prisión a especializarse en el delito. Si yo tengo menores dedicados al delito, tengo que ejercer con ellos un ejercicio de tratamiento y prevención en su entono familiar, escolar y económico”.