VIOLENCIA DE GÉNERO
Los contundentes mensajes contra la violencia de género con los que cerró el foro 'Paremos Ya'
Víctimas y sobrevivientes de violencia de género, así como voces expertas analizaron cómo afrontar esta problemática.
“Paremos ya el machismo, la desigualdad, el acoso laboral y el irrespeto” fue uno de los mensajes con los que cerró el foro ‘Paremos ya’, realizado este martes en la Biblioteca Departamental, un encuentro que puso sobre la mesa el cómo frenar la violencia de género desde la voz de las víctimas y sobrevivientes, entidades estatales, académicas, medios de comunicación, empresas y personas expertas en el tema.
“La problemática está clara, las cifras hablan por sí solas, como el hecho de que, según la ONU, una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido violencia física o sexual nos podemos hacer una magnitud del problema”, aseveró María Fernanda Penilla, directora de la Fundación Kunsejana. “Lo que queremos es ponerle voz al tema para que entre todos construyamos soluciones. Cierto que hay avances, pero no han sido efectivos”.
El evento, que se realizó entre las 8:00 a.m. y el mediodía, fue organizado por el diario El País, la Fundación Kunsejana, la Asamblea Departamental del Valle, Colombianas.org, las fundaciones Alvarice y WWB. En el primer panel titulado ‘La violencia contra la mujer sí tiene rostro’, se relataron historias de quienes han vivido distintos tipos de violencia, mientras el segundo se enfocó en la prevención y el tercero, en soluciones desde el sector productivo.
Dos de los invitados en el primer segmento fueron Saray Quijano y Jhoan David Lozano, familiares de Jhor Jany Esquivel, de 26 años, quien fue víctima de feminicidio el 4 de abril del 2018, por parte de su expareja sentimental Kevin Andrés Rosero, el cual se suicidó luego de dispararle a la mujer en cuatro oportunidades en un calle del barrio Torres de Comfandi, norte de Cali.
“Ya ha pasado un año y medio desde que ocurrió todo y el Estado todavía no ha definido a quién le pertenece la custodia de los dos hijos de Jhor Jany (una niña de dos años y un niño de doce): si a nosotros o a la familia paterna, o sea los abuelos del asesino. Solo hace poco Bienestar Familiar determinó que ambas familias eran aptas, ¿entonces el Estado de parte de quién está? En cualquier momento nos los pueden quitar”, expresó Saray Quijano.
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A su vez, el hermano de la joven, Jhoan David, indicó que ellos han tenido que afrontar el apoyo psicológico de los menores, en especial del niño, “a quien le resulta muy duro que su padre haya matado a su mamá”.
Explicó que “la violencia no es algo con lo que se nace, sino que se aprende. Entonces nos queda la tarea titánica a nosotros, como influenciadores de la sociedad, enseñarles tanto a niñas como niños que ese comportamiento no se repita, no se normalice”.
La jornada también contó con Julissa Mosquera Murillo, quien luego de que una de sus hijas fuera secuestrada por las Autodefensas Unidas en Colombia, en Chocó en el 2006, ella decide “canjearse” para que no abusaran de su hija. Luego, cinco hombres y una mujer abusaron sexualmente de Julissa.
“El hecho me dejó dificultades para dormir y sufría de angustia todo el tiempo, pero a través del teatro y la poesía he podido hacer un trabajo de resiliencia para estar aquí, fuerte”, aseveró. “El llamado que le hago a todas las mujeres es a no sentirnos culpables cuando somos víctimas de cualquier maltrato y menos a quedarnos calladas”.
Al respecto, Marly Alejandra Bernate, fundadora de la Estrategia Integral de Protección a la Mujer, Familia y Género de la Policía, quien también sufrió violencia de género, afirmó:
“Hay que tener muy en cuenta el contexto de la violencia. Por ejemplo, una mujer maltratada en una zona rural la tiene más difícil a la hora de denunciar que otra que reside, por ejemplo, en Cali, en donde tiene a su disposición herramientas para dar a conocer su caso a las autoridades”.
Pero agregó que, en general, “la gran barrera para algunas mujeres maltratadas es salir adelante, encontrar cómo empoderarse por su cuenta, tengan o no tengan dinero, tengan o no tengan hijos, tengan o no tengan lo que sea. Ese es el gran reto”.
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¡Ellas también!
María Rosalía Moreno, de la Mesa Municipal de Mujeres de Jamundí, planteó la pregunta de cómo ayudar a las mujeres habitantes de la calle, “la Ley 1641 esta ahí, pero no hemos hecho efectiva esa ley para aquellas mujeres que están en dicha situación”.
Los problemas psicológicos también hacen parte de esta problemática, comentó Moreno, quien agregó que es obligación del Gobierno implementar sitios de albergue y rutas de atención especiales para ellas.
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¿Qué tanto se puede prevenir?
Pese a la existencia de una Ruta de Atención y Denuncia para mujeres víctimas de violencia de género en el Valle, en el segundo panel, el de la prevención, se reconoció que esta aún conserva fallas que impiden el debido proceso.
Para Johana Caicedo, subsecretaria de Género de Cali, este despacho nació como una respuesta a estos problemas hace cuatro años.
“A veces las mujeres no vemos que estamos en riesgo, pues ya naturalizamos esos actos. Son bajo esos argumentos que no denunciamos. Nos ha tocado casos de mujeres en riesgo de feminicidio y cuando las queremos recibir en nuestro Hogar de Paso de Casa Matria, algunas se niegan por miedo y eso duele”, comentó.
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Connie Ossa, directora de la emisora Bésame, medio que lidera la campaña ‘No me maltrates, mejor bésame’, aseguró que los medios de comunicación también deben atender el llamado a empoderar a las mujeres. “Desde la emisora no solo emitimos canciones sin ningún tinte de maltrato, sino que también contamos historias de cómo mujeres violentadas pudieron salir adelante”.
Lorena Acevedo, cordinadora del Observatorio para la Equidad de la Mujer de la Icesi y WWB, anotó que “esto demanda acciones que no solo le corresponden a las mujeres, que por supuesto deben denunciar cualquier tipo de maltrato a las autoridades, sino a toda la sociedad para que esta muestre mayor apoyo y conciencia a las víctimas”.
Darle un vuelco a lo laboral
La brecha salarial es indiscutible: según el Dane, una mujer asalariada gana 7% menos al mes que sus pares hombres, aunque tienen más años de educación. Es por eso que en el tercer panel del evento se analizaron estrategias desde el sector productivo para tener más mujeres seguras de sí mismas.
Una de ellas es la implementada por la empresa de seguridad privada Fortox Security Group. Su jefe organizacional, Mercedes Tours, señaló: “Hay un estereotipo que cree que la labor del guarda solo es de hombres. Tras muchos años de trabajo en la organización, logramos que hoy por hoy el 52% de nuestro personal sean mujeres”.
Otro caso es el de la Heladería Ventolini. Su gerente, Diego Sardi, destacó: “Se trata de la única empresa de la ciudad que contrata mujeres mayores de 50 años. Y de los 600 colaboradores con los que contamos en este momento, el 75% son mujeres en la parte operativa y el 99% en la administrativa”.
Daniela Konietzko, directora de la Fundación WWB, manifestó: “Invertir en la mujer es buen negocio. Si hubiese una equidad laboral con la mujer, el PIB mundial subiría. Hay que trabajar en romper brechas“.