Desactivar el GPS: la nueva modalidad de robo de motos

Una nueva modalidad de hurto de motocicletas sorprendió a las autoridades y a los caleños. Los delincuentes están utilizando dispositivos electrónicos que sirven para aislar la señal que emiten los equipos de rastreo GPS y, de esta manera, dificultar las labores de seguimiento y recuperación de los vehículos.

Y es que muchos ciudadanos en los años recientes han optado por instalarles instrumentos de rastreo a sus medios de transporte con el objetivo de protegerlos de los robos o recuperarlos en caso de que criminales logren encenderlos. Sin embargo, con esta nueva forma delincuencial, quedó claro que los sistemas de seguridad quedaron limitados.

Según el comandante de la Policía de Cali, el brigadier José Daniel Gualdrón, el inhibidor de señal que los delincuentes estarían utilizando en sus acciones criminales contra las motos tiene un alcance de más de 100 metros, el cual llevaría uno de ladrones en un maletín. Este aparato se encendería antes de cometer el delito y sería apagado cuando el vehículo llega al lugar donde será desguazado.

En una operación conjunta entre la Policía Judicial, la Fiscalía General y con el apoyo de la Alcaldía de Cali a través del sistema de recompensas, se inició una investigación que dio con la captura de tres personas que estarían vinculadas con esta actividad delictiva en el barrio Benjamín Herrera, de la Comuna 8, el pasado 25 de julio.

Entre los detenidos se incluyó a un hombre sorprendido en flagrancia desarmando una motocicleta que fue reportada como robada unas horas antes. Además, el líder de la banda, alias el Zarco, tiene antecedentes judiciales por estafa, receptación agravada, falsedad marcaria agravada, falsificación de documentos públicos y cohecho.

En el lugar de los hechos también se incautaron varios elementos que los presuntos delincuentes utilizaban tanto para los hurtos como para el posterior desguace y comercialización de las partes.

Entre estos instrumentos se encontró “un inhibidor de señal valorado en 12 millones de pesos, dispositivos GPS, llaves maestras y sustancias químicas utilizadas para realizar fotograbados e improntas”, afirmó Gualdrón.

Por otra parte, el comandante de la Policía aseguró que se identificó otra modalidad delictiva en Cali: “Algunos que no tienen el elemento inhibidor dejan las motos parqueadas después de los delitos por un espacio de entre una y tres horas, pero bajo su vigilancia. En ese periodo de tiempo esperan si las autoridades llegan a recuperar el bien o si por el contrario, el vehículo no cuenta con sistema de GPS”.

¿A qué obedecen estos delitos?

El experto en seguridad ciudadana Pablo Uribe explicó que el robo de estos medios de transporte se ha incrementado porque estos bienes tienen una alta demanda.

“El mercado de estos vehículos y sus repuestos ha crecido exponencialmente en la última década en Colombia. En este sentido, robarlas para venderlas o comercializar sus partes es un negocio supremamente rentable y con un retorno casi asegurado”, explicó.

Esta es una actividad delictiva muy lucrativa. Esto queda evidenciado en las cifras del Observatorio de Seguridad de Cali, ya que, entre enero y julio, 1709 motocicletas fueron robadas en la capital del Valle, lo que representa un incremento con respecto al mismo periodo del año anterior, cuando se registraron 1692 casos.

Para el especialista, es importante trabajar en la prevención del delito utilizando elementos como candados de alta seguridad y otras herramientas que hagan más difícil que los ladrones cometan el delito.

Además, “se debe trabajar en la pedagogía para disminuir la demanda de motos y partes hurtadas, si la gente deja de comprarlas los ladrones no van a tener incentivos para robarlas”, afirmó Uribe.

Añadió que, por otra parte, en materia de desarticulación la Alcaldía debe coordinar una acción conjunta con los organismos de seguridad y justicia para atacar todo el engranaje de comercio de vehículos robados, esto debido a que los criminales ejecutan el delito, pero dependen de otros actores para almacenar, distribuir y vender estos elementos. “Hay que golpear estas cadenas si se quiere acabar con el negocio ilegal”, expresó Uribe.

Cali, sin ojos en el cielo

La ciudad cuenta con 2031 cámaras de seguridad para controlar los hechos que suceden en las calles, sin embargo, 1200 están fuera de funcionamiento o con tecnología obsoleta, lo que representa a más de la mitad de las mismas.

Por ello, el secretario de Seguridad de Cali, Jimmy Dranguet, afirmó que gracias a una inversión de $20.000 millones de pesos que realizará la Administración Municipal, todas las cámaras de seguridad volverán a funcionar antes de finalizar el año 2023.

“Vamos a hacerle mantenimiento a todas las cámaras de vigilancia, revisar cuáles son obsoletas y reemplazarlas para que ayuden en el servicio de vigilancia que presta la Policía Nacional”, sostuvo el funcionario.

Además, añadió que en Cali se instarán “cámaras con tecnología LPR para reconocimiento de placas en la ofensiva que se está adelantando contra los ladrones en moto, estas se instalarán en lugares estratégicos de la ciudad para hacerles la persecución a estos delincuentes, pero también evitar el hurto de vehículos”, dijo Dranguet.

De esta manera, se espera que todas las entidades trabajen articuladamente y que se reduzcan las cifras alarmantes de robo a motocicletas que están golpeando a la Capital del Valle.