El hurto a celulares, un flagelo que no logra ser ‘bloqueado’ en Cali

Según datos de la Secretaría de Seguridad, hasta el pasado viernes habían sido hurtados 6091 dispositivos móviles en la ciudad, lo que equivale a que cada día alrededor de 34 caleños son despojados de sus celulares por los delincuentes.

Si bien este es considerado un delito menor por las autoridades, pues los responsables en la mayoría de los casos no reciben sanciones drásticas o penas privativas de la libertad, lo cierto es que termina afectando el patrimonio de los ciudadanos, teniendo en cuenta el valor comercial de estos equipos.

El Observatorio de Seguridad de la Secretaría de Seguridad informó que durante el primer trimestre de este año se presentaron 8475 denuncias por hurto en Cali, 20% más que lo registrado para el mismo período del año pasado.

Entre tanto, para este mismo rango de tiempo, hasta el 31 de marzo, se conocieron 1943 denuncias por hurto a celulares, ubicándose este delito en el segundo lugar de mayor prevalencia.

Según la entidad, el 23% de las denuncias por hurto corresponde al robo de celulares, mientras la Comuna 19 registra el 13% de estas denuncias, seguida de la Comuna 3, con 12%.

Adicionalmente, es en el estrato 3 donde se presentaría el mayor número de hurtos con 733 denuncias, seguido del 2, con 400.

Cabe anotar que las franjas de horarios donde más se conocen casos de robo de celulares son de 6:00 a 9:00 de la mañana y 6:00 a 9:00 de la noche, siendo el viernes el día más frecuente y enero el mes con mayor número de denuncias por este tipo de hurtos.

El análisis también arroja que durante los tres primeros meses de este año se ha registrado el hurto de celulares en 296 barrios de la capital vallecaucana.

Fenómeno nacional y trasnacional

De acuerdo con Álvaro José Pretel, investigador en temas de seguridad y defensa, el hurto a celulares es una de las modalidades más empleadas por los criminales debido a la facilidad para vender estos equipos, ya sea en el mercado ilegal o cambiando los seriales y sacándolos del país con destino hacia Ecuador u otros países vecinos.

“Debido a la cercanía con Ecuador, hay una facilidad para sacar estos celulares del país. Y los hurtos a celulares se realizan casi siempre con arma de fuego y en horas pico, así como en puntos de aglomeración de personas, como estaciones del MÍO y la plaza de Caicedo”, sostuvo Pretel.

Dijo también que las autoridades deben ser muy estratégicas a la hora de combatir este delito y “no pensar en ir por las hormigas sino por el hormiguero promoviendo a la vez el autocuidado en las personas y fortaleciendo la vigilancia y el control institucional en las calles”.

Por su parte, María del Pilar Castillo, docente de la Universidad del Valle, recalcó que este es un fenómeno circular en el sentido que la gente roba celulares porque hay un mercado para ello.

“Funciona más o menos como los que roban partes de vehículos, no hay un mercado solo de celulares, sino también de partes de celulares, además que es un mercado que no es solo a nivel local sino también internacional, ya que muchos de los que se roban acá van a parar a Ecuador, Perú y Bolivia. Esto también debido a que hay cero regulación aunque las compañías vienen adelantado políticas para disminuir este flagelo”, indicó la docente.

Enfatizó que los ciudadanos de a pie o que se movilizan en transporte público, pero especialmente las mujeres, son las principales víctimas de este delito.

Recientemente, durante el encuentro Desafíos de Seguridad y Territorio, el director de la Policía, general William Salamanca, indicó que se espera trabajar en articulación con varios países de América Latina para afectar estas bandas criminales que operan en Ecuador, Chile, Argentina y Perú.

El año pasado, según datos de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol, fueron denunciados 171.763 hurtos a celulares en el país, pero se estima que hay un subregistro del 80%. Entre tanto, hasta el 20 de junio de este año van 62.427 denuncias.

Si bien hace más de un año se creó la Ley de Seguridad Ciudadana para atacar precisamente el robo de celulares, lo cierto es que sería letra muerta porque los atracadores continúan con su accionar criminal, son reincidentes, porque a pesar de ser capturados en flagrancia rápidamente son dejados en libertad.

Un verdadero desafío

Según Felipe Fernández, experto en seguridad, este no es un fenómeno exclusivo de Cali, sino que es una problemática que se presenta en las principales ciudades del país.

Lo complejo del asunto, anotó, es que por el valor y tamaño de los equipos, estos son muy apetecidos por los delincuentes.

“Aquí hay un mercado de bienes hurtados relacionados con celulares y aunque las autoridades han implementado estrategias de prevención del delito y de hurto a celulares en centros comerciales y locales donde venden móviles, lo cierto es que a muchos de estos establecimientos llegan celulares robados y muchas veces son los ciudadanos afectados por este delito los que acuden a compraventas de artículos que fueron, inicialmente hurtados”, subrayó Fernández.

Agregó que se han implementado medidas como el registro del Imei para bloquear los celulares robados, pero insistió que “el combatir el hurto de celulares sigue siendo un desafío, especialmente en ciudades capitales donde se observa un aumento significativo de los casos y al tiempo que preocupa la victimización que ocurre en vía pública y en el transporte masivo”.

De otro lado, Felipe Botero, director en Colombia de la Iniciativa Global contra el Crimen Trasnacional Organizado (Gi-Toc), aseguró que este es un tema que “responde un poco más que a la falta de consecuencias graves o de sanciones fuertes, a la incapacidad del sistema judicial de procesar a las personas que cometen estos delitos, por eso vemos tantas historias de personas que tras ser capturadas quedan en libertad y vuelven a ser capturadas en el mismo hecho”.

De otro lado, el comandante (e) de la Policía Metropolitana de Cali, coronel William Quintero Salazar, afirmó que los puntos críticos han sido focalizados y priorizados por la Mecal con el fin de intervenirlos con el Modelo Nacional de Vigilancia por Cuadrantes.

En segundo lugar, se está reaccionando con todas las capacidades y grupos especiales, mientras que con la Policía Judicial se busca adelantar procesos penales importantes para sacar a los delincuentes de las calles y que sean realmente judicializados y cobijados con medida intramural.