En Caldono, Cauca, adelantan el sepelio de dos menores que murieron en combates entre disidencias de las Farc y el ELN

Trascienden más capítulos dolorosos de la guerra que ahora se vive en el departamento del Cauca y Huila y donde los niños son las principales víctimas: en las últimas horas se confirmó el caso de dos menores de edad que perdieron la vida en los combates que se registran entre los grupos armados al margen de la ley en Santander de Quilichao y La Plata.

Luego, los familiares de los pequeños se vieron obligados a rescatar los cadáveres para después brindarles cristiana sepultura en la zona rural de la localidad de Caldono, el lugar de origen de estos pequeños que fueron reclutados a la fuerza para llevarlos a esos frentes de combate que ahora existen en varias partes de la región, incluso en otros departamentos del país.

Como bien lo denunciaron líderes indígenas de esta zona del Cauca, estos dos hechos es tan solo la punta del iceberg del espantoso fenómeno del reclutamiento forzado adelantado por las organizaciones armadas ilegales como son las disidencias de las Farc, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, ELN; la Segunda Marquetalia y el frente 57 Yair Bermúdez, las cuales ahora se enfrentan a muerte por el control de varios municipios caucanos y del Huila.

Uno de los casos se presentó entre el 6 y 7 de febrero, luego que la familia de un pequeño de escasos doce años de edad e integrantes de la comunidad nasa de Caldono, le brindara el último adiós luego que perdiera la vida en los combates que se presentan en la zona rural del municipio huilese de La Plata, Huila.

“Era un niño de nuestras comunidades de Pueblo Nuevo, quien fue reclutado por uno de los grupos armados al margen de la ley que delinquen en esta zona y llevado a los combates que ahora hay entre estos actores armados en el vecino departamento del Huila, después que perdiera la vida de esta forma, los familiares fueron alertados de lo sucedido, de ahí que vieron en la necesidad de ir hasta la zona rural de La Plata para rescatar el cuerpo sin vida para después llevarlo a Caldono para así brindarle cristiana sepultara”, denunciaron los representantes comuneros.

Pero este no es el único caso. También se confirmó que un adolescente, menor de 18 años de edad, perdió la vida en las confrontaciones que se presentaron a finales del pasado mes de enero en la zona rural del municipio de Santander de Quilichao entre estos grupos armados irregulares.

“El comunero fue reclutado por un actor armado ilegal que hace presencia en el territorio del resguardo indígena de San Lorenzo de Caldono, su asesinato se produjo en el municipio de Santander de Quilichao, cuando al parecer se presentó un enfrentamiento con otro grupo armado y en esa acción armada perdió su vida”, denunciaron las autoridades tradicionales del Cabildo Indígena de San Lorenzo, ubicado en Caldono.

Después, y en medio de dolor que produce esta situación, trascendió que “la víctima era un destacado deportista entregado de lleno al fútbol y hacía parte del Club Atlético Sath Tama, reconocido por su entrega en la cancha y por la comunidad. El fútbol pierde a un gran talento y un joven más que ha sido arrebatado por la violencia armada”.

Por eso ahora, y buscando proteger a sus semillas, es decir a los niños, niñas y jóvenes de estas comunidades, la guardia indígena intensificaron los controles en sus territorios para contrarrestar este fenómeno: hasta el momento existe la cifra preliminar de 52 de estos casos donde las familias despiden a sus pequeños tras perder la vida en estas confrontaciones.

“Es una realidad que estos señores de la guerra están acabando con nuestros pequeños y jóvenes, se los están llevando de sus territorios para llevarlos a combatir al El Plateado, en La Plata, Huila, en el Valle, incluso tenemos el reporte de menores de nuestras comunidades que ha perdido la vida en los enfrentamientos que se presentan ahora en el departamento del Guaviare y después debemos ir a rescatar sus cadáveres para poder despedirlos”, denunció Carmen Yatacué, una de las tantas lideresas nasa que ahora busca detener esta situación.

Mientras tanto, integrantes del área de inteligencia del Ejército confirmaron que estos pequeños son entrenados en varios puntos del departamento del Cauca por grupos como las disidencias de las Farc para después ser enviados a los combates que ahora sostienen con el Ejército en las zonas rurales de municipios como Totoró, Silvia, Páez-Belalcáza e Inzá. También en la zona rural de poblaciones del occidente del Huila.

“Sabemos que estos bandidos de las disidencias trasladan a los niños y jóvenes en buses desde el norte del Cauca hasta zona como Calamar en el Guaviare, donde sostienen combates con los también terroristas al mando de alias Carlacá, eso lo hemos detectado”, explicaron los miliares al exponer esta situación.