Judicial
En riesgo, proceso de paz con ELN por secuestro del padre de Luis Díaz
El ELN reconoció su autoría en el secuestro de Luis Manuel Díaz. Se trabaja en la liberación.
Por: Laura Cortez Palacios/ Reportera de El País
El anuncio de que el secuestro del señor Luis Manuel Díaz, padre Luis Díaz, jugador de la Selección Colombia y del Liverpool Football Club, fue autoría de la guerrilla del ELN, generó asombro y repudio en la sociedad colombiana, que reaccionó de inmediato reprochando el actuar delincuencial del grupo que adelanta un proceso de paz con el Estado.
En el comunicado, Otty Patiño, jefe de la delegación del Gobierno Nacional en la mesa de negociación con el ELN, sostuvo: “Le exigimos poner en libertad en forma inmediata al señor Luis Manuel Díaz, y le ponemos de presente que es su entera responsabilidad garantizar su vida e integridad”.
Y añadió: “El secuestro es una práctica criminal, violatoria del Derecho Internacional Humanitario, y es su deber en el desarrollo del actual proceso de paz, no solo dejar de ejecutarla, sino además eliminarla para siempre”.
Según la información de inteligencia de la Fuerza Pública, el frente de guerra norte ‘José Manuel Martínez’ es el responsable del rapto del padre del jugador Luis Díaz. Cabe destacar que este frente tiene un representante en la mesa de negociación, alias Bernardo Téllez, uno de los jefes de las estructuras que delinquen en La Guajira.
A pesar de lo anterior, la delegación de paz de esa guerrilla indicó que no tenían conocimiento de que miembros de su organización mantenían retenido en contra de su voluntad al papá del futbolista.
Néstor Rosanía, investigador y corresponsal de conflictos armados, indicó que el rapto del papá de Luis Díaz es un duro golpe a la imagen, legitimidad y transparencia del proceso que se adelanta con el grupo armado ilegal. “Lo que se buscaba era desescalar el conflicto a través del cese el fuego en dos delitos muy complejos: la extorsión y el secuestro, entonces este plagio golpea duramente en términos de transparencia en la mesa”, afirmó.
Además, la opinión pública está dejando de avalar las conversaciones. Velasco aseguró que si bien el proceso de paz es entre la guerrilla y el Estado, la sociedad colombiana es quien lo avala, y con la noticia, son cada vez más fuertes los reproches.
“Los detractores del proceso van a ver esto como una clara intención de no parar el delito por parte del ELN y van a tener muchos argumentos para atacar todo lo que se ha adelantado en seis ciclos de negociación”, indicó Rosanía. Además, puesto que Luis Díaz es una figura internacional, Colombia como país va a ser señalado nuevamente por el narcotráfico y la violencia, una imagen que se ha buscado eliminar.
Según el experto, esta situación, aunque en un inicio seguramente tendría una motivación económica y no política, afectará a la inversión extranjera, ya que como el caso dio la vuelta al mundo, “tiene un impacto muy grande en términos de marca país”.
El abogado y exsecretario de seguridad de Cali, coronel (r) Carlos Soler, indicó que el Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, se ha mostrado flexible frente a las negociaciones y ha dado muchas concesiones, pero no se ha visto retribución por parte de la estructura criminal.
“Antes del cese al fuego debió haber un cese de hostilidades, pero Danilo no escuchó y paró con un decreto las operaciones ofensivas de la Fuerza Pública, por lo que dejó al ELN con una capacidad sólida”, por ello, algunas estructuras de la guerrilla realizan acciones contrarias a los acuerdos y violan derechos humanos, porque se ven fortalecidos.
De la misma manera, un coronel (r) y experto en seguridad consultado por El País indicó que el secuestro de los padres de Luis Díaz pudo desarrollarse de muchas maneras, incluso ser ejecutado “por un grupo de delincuencia común y al verse acorralados, entregaron al señor Díaz al ELN”.
¿El Gobierno debe levantarse de la mesa?
Diversas personalidades políticas pidieron al Gobierno Nacional frenar las negociaciones de paz frente a la clara violación que el ELN cometió. Uno de ellos fue el senador Carlos Fernando Motoa, quien afirmó: “Dudamos de la disposición de esta guerrilla a la Paz. No solo porque los ceses bilaterales han sido aprovechados para fortalecer su posición, sino porque los países garantes y los mecanismos de verificación no han sido capaces de prevenir nuevas oleadas de violencia”.
Pero Rosanía sostuvo que si bien este secuestro es repudiable y viola todos los acuerdos, no significa que el Gobierno deba terminar con las negociaciones de paz.
“Puede ser que los que están en Cuba no sepan a diario lo que está sucediendo con los frentes de guerra, pero lo grave es que el secuestro sigue siendo una metodología utilizada por el ELN. Puede que este rapto no lo hayan calculado en términos políticos, pero tiene un costo político muy alto”.
En contraste, el coronel consultado por El País aseguró que es vital que el Estado colombiano deje de negociar, puesto que no se tiene claridad si quienes están en la mesa representan los intereses de todo el grupo guerrillero o a unos pocos.
De la misma forma, Soler indicó que la organización criminal está dividida y es posible que solo una de las facciones quiera y tenga voluntad de paz, pero las demás no, lo que explicaría por qué mientras unos delegados están sentados en la mesa, otros estén cometiendo actos de violencia.
“Todo esto puede ser un autosabotaje del mismo grupo de dentro del ELN para boicotear el proceso de paz, porque no quieren desmovilizarse, sino hacer lo que han venido haciendo durante los últimos cinco procesos: se sientan allá a jugar con el Gobierno para conseguir mayor apoyo político, poder moverse y concentrarse, reclutar más gente, expandirse a las áreas donde antes estaban las Farc, pero no hay una verdadera voluntad de negociación, es una manera de ganar espacio y tiempo”.