Exclusivo: “Apiádense de una madre cuyo hijo se debate entre la vida y la muerte”: el clamor de la mamá del escolta herido en un doble atentado en Tuluá

Cuando conoció la noticia del atentado contra un abogado en un centro comercial de Tuluá, donde cinco personas resultaron heridas, Lucelly Rendón Ocampo estaba en el municipio de Caicedonia y temió lo peor. Su hijo Carlos Andrés Bedoya, contratista de la Unidad Nacional de Protección (UNP), se encontraba en Tuluá remplazando al escolta del abogado Alejandro Forero y a través de videos que se hicieron virales pudo ver la manera en la que ocurrieron los hechos.

De inmediato se trasladó hasta una clínica de la ciudad, de donde no se ha apartado ni un segundo a la espera de que los médicos le den un parte sobre la condición médica en la que se encuentra su hijo. Pero también siente la preocupación de que los responsables de este hecho, en el que resultó herido también el protegido, y tres personas más, puedan llegar para rematarlo dentro del centro asistencial.

“Por Dios, apiádense de una madre que tiene un gran dolor por su hijo, que se está debatiendo entre al vida y la muerte, por favor, escúchenme señores policías o quien pueda darle ese acompañamiento a mi hijo. ”Quiero pedirles a las autoridades el grande favor de proteger a mi hijo. Necesito protección para mi hijo porque solo hay una patrulla motorizada de la Policía, ese es todo el acompañamiento y necesito que haya seguridad”, pide la mujer desconsolada.

Y sus temores no son infundados. Durante el atentado sicarial se puede apreciar en los videos que el abogado sale caminando y su hijo resulta ileso y lo guía hacia la salida para buscar atención médica. Sin embargo, en las afueras del centro comercial logran abordar un taxi que fue alcanzado en la vía por los sicarios, quienes le propinaron a ambos disparos en la cabeza y el cuerpo. En este segundo atentado también resultó herido el taxista.

“Hubo una patrulla en el hecho, ayer, se ve en video, y no me auxiliaron a mi hijo; no me le hicieron ningún acompañamiento y ahora está en toda la entrada de la UCI, peligrando, no tiene custodia. Solo hay una patrulla afuera y les pido, por favor, que le den seguridad. Él es un muchacho de bien, él estaba en su trabajo, cumpliendo con su misión de proteger a otra persona y por eso les pido encarecidamente que alguien se pronuncie. Que se apiaden del dolor de una madre que tiene a su hijo allá adentro debatiéndose entre la vida y la muerte por salvarle la vida a otra persona”, reitera Lucelly entre el desespero y el llanto.

“Yo hablé con el jefe de ellos y lo que me dijo es que su presupuesto no alcanza para tener personas afuera en el cuidado de él”, dice Lucelly, quien permanece junto al padre de su hijo y acompañada de varios compañeros escoltas de la Unidad Nacional de Protección que llegaron para ofrecer su acompañamiento solidario.

Así ocurrieron los hechos

El hecho lamentable ocurrió en la noche de este martes 13 de junio dentro de un reconocido centro comercial de Tuluá, donde dos sicarios intentaron acabar con la vida de un veedor protegido de la Unidad Nacional de Protección (UNP) del Valle del Cauca y con su escolta.

Según testigos, el hombre llegó fuertemente armado al establecimiento comercial y luego de deambular por algunos locales comerciales, se acercó para disparar de manera indiscriminada contra estas dos personas en la plazoleta de comidas, sin importar que también había otras personas presentes en el lugar.

Fuentes de la UNP en el Valle del Cauca confirmaron que una de las víctimas es Carlos Andrés Bedoya Rendón y por el otro lado también hay una persona herida identificada como Alejandro Forero Valderrama, abogado residente en el corregimiento de La Marina.

Según se aprecia en las imágenes que se han hecho virales, el hijo de doña Aracelly, Carlos Andrés Bedoya, logró repeler el primer ataque y sacar a su protegido prácticamente con vida y caminando del lugar, ingresando a un taxi cuando los sicarios vuelven a disparar tanto al escolta como al beneficiario. Los hechos son aún materia de investigación.