Fabio Ochoa confesó si se arrepiente de lo que hizo: estas fueron sus primeras palabras tras su regreso

Fabio Ochoa Vásquez, el menor de los hermanos Ochoa y excapo del ‘Cartel de Medellín’, regresó a Colombia este lunes, 23 de diciembre de 2024, pasadas las tres de la tarde en un vuelo comercial que llegó al aeropuerto El Dorado, en Bogotá.

La información fue confirmada por Migración Colombia, que designó un grupo de funcionarios que recibieron en la puerta del avión a Ochoa Vásquez, al cual le pusieron un chaleco blindado por medidas de seguridad.

Ochoa, quien fue extraditado a Estados Unidos por cargos relacionados con narcotráfico, cumplió una larga condena en Georgia, tras haber sido inicialmente sentenciado a 30 años de prisión. Sin embargo, su pena fue reducida gracias a su colaboración con las autoridades.

¿Qué dijo tras su llegada?

“Es una maravilla. Finalmente se dio”, aseguró Ochoa a medios de comunicación tras su arribo a territorio colombiano. Y añadió que vivirá en Medellín junto a su familia luego de pasar más de 23 años en Estados Unidos.

Cuando uno de los periodistas le consultó si está arrepentido de lo que hizo, el excapo del Cartel de Medellín respondió que no sin titubear y aseguró que no tiene mucho por decirle a los colombianos.

A su llegada, asimismo, respondió si está interesado o no en ser gestor de paz en los diálogos que lidera el Gobierno Nacional. “No, no he pensado en eso. Yo soy un tipo de paz, pero no he pensando eso”, comentó.

Ochoa también perteneció al grupo MAS (Muerte a Secuestradores), que se creó en Colombia en la década de 1980 tras el secuestro de su hermana Martha Nieves Ochoa por parte del M-19, la extinta guerrilla de origen urbano.

El MAS está en los orígenes de los paramilitares, escuadrones de ultraderecha que enfrentaron a las guerrillas en asocio con algunos miembros de la fuerza pública.

Según sus abogados, durante los años de prisión Ochoa se dedicó a la invención de artefactos relacionados con la generación de energías limpias.

*Con información de AFP.