Hackear el Facebook y otras modalidades que ahora usan delincuentes en las redes sociales

Jhon Jairo Lasso Serna, un caleño residente desde hace dos años y medio en Santiago de Chile, se enteró el pasado 11 de noviembre que su messenger de Facebook había sido clonado y que desde esa red social, varios de sus amigos en Colombia seguían conversación con una persona que no era él.

Las características del perfil del que escribían a los conocidos de Lasso, eran iguales al original (nombre, fotos, contactos), esto evitó que sintieran desconfianza ante los hechos.

Según Lasso, “en medio de la conversación expresaban que supuestamente yo quería viajar de sorpresa a Colombia y llevar unos detalles para mi familia y amigos, pero quería que nadie se enterara”.

Posteriormente, “con esta excusa procedían a pedir los datos personales de quien recibiría la mercancía y la guardaría hasta mi supuesto regreso. Después, llamaban aparentemente de la Aduana en Bogotá, confirmando que la encomienda ya había llegado, pero que estaba avaluada por un valor que excedía el permitido, razón por la cual se debía pagar unos impuestos adicionales para evitar que la mercancía se perdiera, o que la persona se sometiera a trámites legales por evasión de impuestos”, puntualizó Lasso.

De acuerdo con este testimonio, los chats se mantuvieron durante varios días. “Afortunadamente ninguno de mis amigos cayó en la trampa y no pagaron el dinero que según los mensajes, yo pedía en calidad de préstamo. Además, cuando me di cuenta de lo que ocurría, alerté inmediatamente a todos mis contactos”, dijo Lasso.

En este caso, Facebook fue la plataforma empleada por los ciberdelincuentes para acceder a quienes pretendían estafar, y a quien utilizaron para suplantarle la identidad.

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Algo similar vivió una joven, también caleña, quien solicitó reserva de su nombre por seguridad. A ella no le clonaron su red social, pero si recibió mensajes con la misma historia que los amigos de Lasso, la diferencia fue que en esta oportunidad lo hicieron a través de WhatsApp.

“Un domingo cualquiera recibí un mensaje de un número extranjero, me saludaron tal y como lo hace una amiga cercana que vive actualmente en España. Cuando agregué el número, apareció la misma fotografía que ella tiene en sus redes sociales”, dijo la mujer.

Posteriormente, se inició una conversación en la que se le anunciaba el retorno de su amiga desde España, pero requería de su ayuda con la recepción de una mercancía que enviaría con antelación.

“Quien yo pensé que era mi amiga, me pidió que le guardara unos celulares y otros aparatos tecnológicos, pero luego, a los dos días, me llamaron de un número nacional a decir que debía pagar un dinero porque la mercancía costaba más de lo previsto. La verdad me asusté mucho”, indicó la mujer.

Al respecto, el intendente Adolfo Delgado, jefe de la Unidad de Investigaciones Tecnológicas de la Sijín de Cali, aclaró que no necesariamente porque aparezca un número extranjero, signifique que el contacto lo establecen desde el exterior.

“Acorde con estudios que hemos venido realizando, es posible que alguien que en algún momento haya estado en el exterior, siga en territorio colombiano haciendo uso de esos números extranjeros, generando confusión en las víctimas. Lo más importante es que los usuarios hagan un proceso de verificación con la persona implicada”, agregó el funcionario.

Asimismo, las autoridades afirmaron que hace cuatro meses aproximadamente conocieron los primeros casos, no obstante, “aunque no hay cifras oficiales, son en promedio dos casos semanales los que reportan ante la Seccional de Investigación Criminal de Cali”, dijo el investigador.

Al respecto, Carlos Cruz, magíster en periodismo digital y decano de la Facultad de Comunicación y Publicidad de la Universidad Santiago de Cali, recordó la importancia de proteger los datos a través de redes de navegación seguras.

“Aunque las redes sociales han ido mejorando sus estándares de seguridad, es conveniente considerar que en los términos y condiciones, ellos dicen que la información publicada, aunque sea de carácter personal, al utilizar sus plataformas se convierte en información sensible y por lo tanto corre riesgos, por ejemplo, a que sea robada”, explicó Cruz.

Por tal motivo, Margarita Estrada, magíster en Dirección de Comunicación, recordó que “cuando utilizamos internet vamos dejando una huella digital, que sin darnos cuenta se puede convertir en el vínculo con los ciberdelincuentes”.

Depurar frecuentemente la lista de contactos de cada una de las redes sociales que utilice.

Verificar la privacidad de los contenidos que publica.

Evitar compartir todos los movimientos que realice en su vida diaria.
Revisar que los dispositivos de navegación tengan la protección necesaria; por ejemplo, un antivirus actualizado.

Denunciar ante la Fiscalía General de la Nación si es víctima de algún delito informático o si requiere orientación. Pueden acudir a la página www.fiscalia.gov.co

Conservar la Url, números telefónicos, conversaciones y cualquier otro soporte que sirva como material probatorio.

No consignar dinero sin realizar un proceso previo de verificación.