Judicial
¿Hay presencia de las disidencias de las Farc en Cali? Esto dicen las autoridades y expertos en seguridad
Expertos coinciden en que se trata de una retaliación frente a los operativos que adelanta el Ejército en Valle, Cauca y Nariño.
El ataque registrado en la noche del jueves contra la Tercera Brigada, en el sur de la ciudad, por disidencias de las Farc que utilizaron un vehículo con un sistema artesanal de lanzamiento de cilindros, revivió el debate sobre si hay o no presencia de la guerrilla en zona urbana de Cali.
También cuestionó la actuación de la Fuerza Pública respecto a si no supo anticipar el ataque, pese a que en repetidas oportunidades y en diferentes sectores de la ciudad ya habían ubicado pancartas alusivas a esta organización, además de la alerta emitida por la Personería Distrital de Cali.
“La advertencia que emití tras la aparición de una pancarta de un grupo disidente de las Farc junto a un cilindro en el puente de la carrera 80 con calle 25 de Cali, lamentablemente fue ignorada por la Administración del Alcalde Alejandro Éder y las autoridades regionales. Es crucial entender que las manifestaciones previas de estos grupos son señales claras de futuros atentados, como lo ocurrido en la noche del 4 de abril de 2024?”, expresó Mendoza.
Advertencia que volvió a ratificar este sábado, a este mismo medio de comunicación, al señalar que “en Cali es imposible desconocer que hay presencia de guerrilla urbana y no podemos pretender que vamos a encontrarnos con el guerrillero vestido de camuflado, con botas y fusil al tercio”. Y agregó: “La pregunta que uno se hace, ¿si eso ocurre contra el Cantón de Nápoles?, pues qué esperanzas cualquier otros sitio de la ciudad”.
“Pancartas no representan una amenaza”
Lo anterior provocó la reacción del mayor general Erik Rodríguez, comandante del Comando Conjunto número 2 del Ejército, quien al término de un consejo extraordinario de seguridad realizado el viernes en la Tercera Brigada, dio su versión de los hechos.
“Todas las operaciones y las acciones que adelantamos Ejército y Policía no necesariamente son visibles. La seguridad no equivale a un Policía cada media cuadra, así no funciona la seguridad en un país”, aseguró.
Y en clara referencia a las declaraciones del personero Mendoza, subrayó: “Pancartas colocan las organizaciones criminales en todas partes, igual como grafitear una pared y tienen el objetivo de generarle el temor a la población, pero la pancarta por sí misma no representa una amenaza o un atentado a la población”.
Informó que ya llevan más de 2000 pancartas destruidas durante el año en diferentes partes de la jurisdicción de Valle, Cauca y Nariño, al reiterar que esta es una táctica para afectar psicológicamente a la población y generar un golpe de opinión.
“El hecho de que haya una pancarta no quiere decir que tengamos que llenar ese sector con mil hombres porque no es funcional”, insistió.
Frente a las denuncias de los ciudadanos del sector en cuanto a que ese día no estaban los respectivos anillos de seguridad en la zona, el alto oficial manifestó: “Sí hay una seguridad perimétrica. (...) un acto terrorista como el que se hizo ayer (jueves) es mil veces más fácil, que evitar cualquier acto terrorista; fue una situación en una calle, avenida pública que los mismos vecinos utilizan, aproximaron el camión, en menos de dos minutos dejaron el camión, lo detonaron y se fueron en una moto, de manera que muy difícilmente se hubiera podido impedir el hecho”.
Sin embargo, reconoció que “lo que sucedió nos ha servido para fortalecer las actividades que venimos realizando. Vamos a ganar en profundidad en las patrullas perimétricas y coordinación también con los vecinos para darles una mayor percepción de seguridad, pero también tener una mejor cobertura alrededor del cantón”.
Es una reacción a operativos
Analistas consultados coinciden en que se trata de una reacción a la intensificación de los operativos del Ejército contra las actividades ilegales de las Farc en zonas rurales de Valle del Cauca, Cauca y Nariño.
“Paralelamente, constituye una advertencia al Gobierno en curso, demostrando que el grupo insurgente tiene la capacidad de llevar a cabo acciones en centros urbanos tales como Cali, aprovechando las células que se fortalecieron y mantuvieron activas en la ciudad tras el paro de 2021″, indicó el analista WAVG.
Igualmente, anotó que el ataque tiene un fuerte componente político a nivel nacional, aprovechando la debilidad del Gobierno y su disposición a negociar con grupos ilegales que se han fortalecido.
“Esta dinámica motiva a los grupos criminales en Buenaventura (Los Shotas y Los Espartanos), Tuluá (La Inmaculada) y una facción de las Farc que, a pesar de las fracturas internas, aceptó el 4 de abril la oferta de Paz Total del Gobierno. No obstante, hay resistencia a este proceso por parte de facciones en el Cauca y Jamundí, lo que plantea dudas sobre quién realmente está detrás de los recientes atentados”.
De igual forma, Iván Carvajal, consultor en Seguridad Pública e Inteligencia Estratégica, indicó que “hace unos días nos preguntábamos sobre la creación del nuevo bloque Isaías Pardo de las disidencias de las Farc y analizábamos desde que era viable desde el punto de vista logístico y administrativo de esta organización, pero a su vez traía otros retos como el aumento del reclutamiento forzado en menores de edad, especialmente en Cauca y las afectaciones que tendría con la ciudad”.
No obstante, aclaró que aunque no hay que subestimar la capacidad de la guerrilla, precisó que esas capacidades que tenían anteriormente, de tener milicianos en la ciudad, no es tan real.
“La subversión y las disidencias desde hace mucho tiempo tercerizan esas actividades criminales a través de pandillas y bandas delincuenciales comunes”. “Este atentado terrorista lo que nos deja claro son dos cosas: que hay una movilidad de hombres en armas, expertos en la guerra, explosivistas, reclutadores, etcétera, desde el Cauca hacia el Valle del Cauca y a Cali específicamente; y segundo, la necesidad de generar golpes de opinión para liberar presión del asedio que tiene el Ejército en el Cauca y Norte del Valle, que ha dejado varios terroristas muertos, tanto de la Jaime Martínez como de la Segunda Marquetalia”, puntualizó.
Para Mónica Castillo, investigadora de la Fundación Pares, el atentado en Cali fue una confirmación muy clara de la presencia de las disidencias, específicamente de la columna Jaime Martínez, en Cali.
“Esta fue como una acción muy contundente frente a la ruptura del cese al fuego y creo que ahora, ese cese al fuego fue más bien como una oportunidad para fortalecerse como estructura y esto fue lo que les permitió expandirse hacia la ciudad”, afirmó.
Destacó, además que todos los atentados fueran contra la Fuerza Pública. “Es como una retaliación que tomaron las disidencias por las operaciones y la captura de alias El Rey, uno de sus cabecillas más importantes”.
Felipe Fernández, consultor en seguridad y paz, dijo por su parte, que la presencia de las disidencias de las Farc en el Valle del Cauca, especialmente en zona rural de Jamundí no es algo nuevo, porque allí es bien conocido el control territorial que realiza la Jaime Martínez, como el retén ilegal a unos ciclistas y las pancartas. De hecho, sostuvo, no solo está la Jaime Martínez sino también el Bloque Occidental Jacobo Arenas, mientras en el norte del Valle hace poco también la Adán Izquierdo realizó todo un tema de comunicaciones en esta zona.
Esto, según Fernández, se puede leer en el marco de la paz total, como un fortalecimiento de esas organizaciones que quieren ser más visibles, quieren tener mayor injerencia, generar mayor temor y zozobra en las comunidades y “específicamente ahora, en el perímetro urbano de la ciudad de Cali, con el atentado al Batallón Pichincha, aunque primero debemos esperar que arrojan las investigaciones judiciales, si estos panfletos si pertenecen a estos grupos, y segundo, que la criminalidad en Cali permite que diferentes estructuras puedan operar sin necesidad de ser tan visibles”.
Esto porque “se ha evidenciado en algunas estructuras que delinquen en la ciudad, alguna articulación entre la guerrilla de las Farc y estas organizaciones, aunque no se hace tan visible, pero aquí sí lo vemos y esto también puede ser como una respuesta a la paz total en términos de reorganización, presencia y control territorial en estas jurisdicciones”. Destacó además que afortunadamente el pasado jueves no hubo afectaciones a vidas humanas, solo materiales, pero reiteró que “si es algo que las autoridades deben estar más atentas porque sin duda el corredor del Valle del Cauca frente a la conexión del norte del Valle con Risaralda y el Cauca, vemos una complejidad”.
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