“Hay que implementar ya una agenda social en Buenaventura”: jefe de la delegación del Gobierno en diálogos entre Shottas y Espartanos

La delegación del Gobierno Nacional informó el lunes pasado que la tregua entre las bandas criminales Shottas y Espartanos, que operan en Buenaventura, se extenderá hasta el próximo 5 de mayo.

“Las estructuras Shottas y Espartanos han demostrado su voluntad de paz, capacidad y compromiso para reducir esas violencias. Muestra de ello son las cifras oficiales y según las cuales se ha registrado un descenso superior al 70% en la ocurrencia de hechos de violencia”, señaló Alejandro Ocampo, representante a la cámara por el Valle del Cauca y jefe de la delegación del Gobierno Nacional en la Mesa de Diálogo Socio-Jurídico Distrito de Buenaventura.

¿Qué sigue ahora?

“Ahora vamos a ingresar a los barrios recogiendo algunos testimonios para ver cómo trabajamos con los grupos. En esta siguiente etapa hablaremos con las comunidades y tendremos un mecanismo de monitoreo de delitos con el fin de establecer quiénes en verdad son los culpables de determinado hecho, pues en algunos momentos hemos tenido dificultades respecto a quien comete un acto ilícito. Por ejemplo, en enero hubo cinco homicidios en Buenaventura, pero de ellos ninguno se le atribuye a integrantes de estas bandas”, aclaró, en diálogo con El País, Alejandro Ocampo.

El jefe de la delegación contó que en esta segunda fase se tratará de reducir aún más el tema de desplazamiento interno entre barrios y de acabar con fronteras invisibles.

“Desde hace aproximadamente 15 días hay un torneo de fútbol entre barrios y la gente puede pasar sin ningún problema. Eso sí, ahora viene la parte más compleja y es que los jóvenes puedan cruzar, sin ningún lío, de una comuna a otra. Es aquí donde juega un papel muy importante el torneo de fútbol porque el equipo que juega en su comuna deberá recibir a su rival allí en su sector. Les deben dar bienvenida a todos con abrazos y diciéndoles que para la guerra no hay frontera”, contó Ocampo.

Para Monseñor Rubén Jaramillo, Obispo de Buenaventura y quien también ha estado al frente de los diálogos, lo que se requiere ahora es que el nuevo comisionado para la paz, Otty Patiño, haga presencia en la zona y los oriente para saber que etapa sigue en este proceso.

“Nosotros ya pasamos la etapa de generación de confianza, llevamos dos años trabajando y demostrando que sí se puede disminuir la violencia, pero necesitamos avanzar a una etapa de oportunidades. Necesitamos que todo el Estado mire a Buenaventura y que hayan proyectos productivos, porque eso le da base y fundamento a lo que se ha hecho”, dijo Monseñor Jaramillo.

“En este proceso hemos encontrado muchas dificultades. Por ejemplo, la Policía simplemente debe operar y hacer su trabajo en el territorio persiguiendo a criminales y delincuentes, pero a todos, no solamente a algunos”, dijo el representante.

Además, según Ocampo, este proceso de tregua ha sido muy complejo porque Buenaventura es un caldo de cultivo para los delitos porque allá uno encuentra jóvenes que nunca han podido salir de la ciudad y sus condiciones de vida hacen que sean fáciles de reclutar para la guerra.

“Al Gobierno Nacional le digo que necesitamos implementar rápidamente una agenda social que pueda darle elementos, funcionalidades y oportunidades a la gente de Buenaventura. Si logramos tener un programa de educación y deporte, que le permita a los jóvenes soñar con ser grandes estrellas, esta ciudad saldrá adelante, de lo contrario seguiremos en las mismas. Si no hay ayuda social que implementemos ya, esto no funcionará”, dijo el jefe.

En eso coincide Alberto Bejarano, quien hasta el 31 de diciembre hizo parte de la oficina del Alto Comisionado para la Paz, en la instancia socio jurídica de las conversaciones entre Shottas y Espartanos. “El Gobierno no puede desaprovechar este momento y debe llegar con inversión y proyectos de desarrollo a Buenaventura de manera decidida”, dijo.