SECRETARÍA DE SEGURIDAD
Homicidios bajaron en Cali en noviembre, pero preocupa el fin de año
En el pasado mes hubo 86 casos frente a 93 del 2018. No se logró la meta de reducción.
Cali cerró el mes de noviembre con un total de 86 homicidios, siete casos menos en relación con el mismo periodo del año pasado, cuando hubo 93 casos. Con estos indicadores entregados ayer por la Secretaría de Seguridad, la ciudad ya acumula un total de 1010 muertes violentas en 2019.
En ese orden de ideas, noviembre se convierte en el quinto mes en presentar una reducción de estos hechos violentos (-7,5%) en relación con el mismo periodo de 2018. Los otros son enero, que pasó de 107 casos a 77; marzo, cuando se redujeron los homicidios de 131 a 99; abril, que bajó de 120 a 95; y julio, de 93 a 85.
Para Andrés Preciado, experto en seguridad, la disminución presentada en noviembre es una forma de “superar” las cifras negativas que venía registrando Cali en los dos meses inmediatamente anteriores: en septiembre, que tuvo un incremento de 78 a 107 homicidios, y octubre, cuando hubo un ascenso de 78 a 83 casos.
“Aunque hasta la fecha cinco meses han presentando alzas en los asesinatos, lo que incluye febrero, mayo y junio, es positivo que la ciudad tienda hacia una reducción de cinco puntos porcentuales respecto a todo el 2018, que yo creo que es el objetivo más importante para el cierre del presente año”, afirmó Preciado.
Es decir, la tendencia de cinco puntos porcentuales apuntaría a aproximadamente 1111 casos, según las estimaciones del experto, lo que daría 59 hechos menos respecto al año pasado, cuando hubo un total de 1170.
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Sin embargo, agregó, la parte negativa consiste en que la capital vallecaucana no cumplió la meta de cerrar el 2019 con menos de 1000 homicidios y es por eso que la Secretaría de Seguridad anunció hace alrededor de un mes que la nueva meta era lograr un rango por debajo de las 1100 muertes violentas.
“Para lograr esa meta, las autoridades de la ciudad deben enfrentar dos grandes retos esta semana: la celebración de las velitas y la final de la Copa Águila entre América y Junior en el Pascual Guerrero, eventos que tienen lugar el mismo día, sábado 7 de diciembre”, anotó Preciado.
Agregó que “la decisión de la Dimayor de realizar el encuentro deportivo el sábado, y no el domingo, fue nefasta. Puede que fuese una fecha que a ellos les quedara cómoda, pero que no tuvo en consideración la situación de inseguridad de ese día. Esto también es un gran peso para la Policía, porque puede no funcionar en su plena capacidad si cubre ambas cosas al mismo tiempo”.
Un total de 504 casos de lesiones personales se presentaron durante el mes de noviembre, 120 casos menos en relación con el mismo periodo del año pasado, cuando hubo 624.
Y pese a que la semana pasada llegaron a Cali 700 nuevos hombres de la Policía para apoyar a los 6000 ya existentes en Cali, dada la orden del Ministerio de Defensa por los desmanes ocurridos durante el Paro Nacional, Preciado manifestó que no es suficiente aumentar el pie de fuerza, por lo que se debe contemplar qué tanto conocimiento tienen los uniformados recién llegados de la capital vallecaucana y su operatividad.
Agregó que las autoridades también deben tener en cuenta las fechas de Navidad y Fin de Año. Cabe señalar que diciembre fue el tercer mes más violento del año pasado, con un total de 112 homicidios, cifra que solo fue superada por marzo y julio.
“La idea es que la salida del general Hugo Casas de la comandancia de la Mecal (el pasado 13 de noviembre) sea lo menos traumática posible para que Cali no presente un incremento en los indicadores de violencia”, explicó el experto de seguridad.
Y de acuerdo con este, “aunque la estrategia operativa tuvo cierto relajamiento entre septiembre y octubre, ha sido efectiva en el pasado, por lo que la próxima Alcaldía de Jorge Iván Ospina no puede perder o, de lo contrario, implicará un empeoramiento de las cifras”.
Por su parte, Adalberto Sánchez, director del instituto Cisalva de la Universidad del Valle, que investiga la prevención de la violencia, indicó que el descenso no ha sido el deseado por la Administración, debido a la reorganización de grupos criminales y el regreso de antiguos extraditados a la región, una vez cumplida su condena en Estados Unidos.
“Esos son nuevos factores que no los tuvo en cuenta la política, porque en su momento no era relevante, dado que su enfoque era impactar en el tema social, por ejemplo, en el programa de reintegración de pandillas o de dar mejores condiciones a zonas excluidas de Cali como medida preventiva”, comentó.
De acuerdo con Sánchez, “aunque no se logra el umbral inicial, las tasas sí están bajando. Yo no diría que no nos estamos rajando. La apuesta por lo social se debe continuar”.
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