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Las asonadas contra la Policía en el oriente de Cali han sido comunes en los últimos años. Los ciudadanos aseguraron que, en ocasiones, se debe a el actuar de pandillas, pero en otros casos al uso excesivo de la fuerza por parte de los uniformados.
Las asonadas contra la Policía en el oriente de Cali han sido comunes en los últimos años. Los ciudadanos aseguraron que, en ocasiones, se debe a el actuar de pandillas, pero en otros casos al uso excesivo de la fuerza por parte de los uniformados. | Foto: Archivo de El País

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Jóvenes y Policía, tejiendo puentes sobre las brechas en el oriente de Cali

Desde el paro nacional, en 2021, las relaciones entre la comunidad y las autoridades quedaron heridas, pero se trabaja para mejorarlas.

16 de marzo de 2024 Por: Redacción El País

En el oriente de Cali, crímenes como el hurto, el homicidio, el microtráfico y problemáticas sociales como el güireo, llevan a las autoridades a centrar sus capacidades para actuar frente a la inseguridad. Sin embargo, la presencia de los uniformados es poco grata para algunos ciudadanos que no ven en la Fuerza Pública un aliado para contrarrestar los delitos, sino como un enemigo que llega para atacarlos.

“Ha existido maltrato por parte de las fuerzas policiales hacia los jóvenes, por eso en muchas personas le tienen fobia a la Policía. Hay videos que rondan por las redes sociales donde agarran a los muchachos a bolillazos y les dan durísimo, eso es muy impresionante”, señaló un líder de la Comuna 21, quien aseguró haber sido testigo de agresiones.

Sobre el tema, la teniente Adriana Corrales, jefe de Infancia y Adolescencia de la Policía Nacional en Cali, explicó que la percepción negativa de algunos ciudadanos hacia ellos obedece a un tema cultural.

El güireo se viene focalizando en algunos barrios de la comuna 21 como Pízamos I, II, III, pero también en El Vergel y sectores vecinos, incluso hay otras comunas donde también se presenta este fenómeno. Foto Aymer Andrés Álvarez, El País.
El güireo se viene focalizando en algunos barrios de la comuna 21 como Pízamos I, II, III, pero también en El Vergel y sectores vecinos, incluso hay otras comunas donde también se presenta este fenómeno. Foto Aymer Andrés Álvarez, El País. | Foto: Foto Aymer Andrés Álvarez, El País

“No se puede generalizar en que todas las personas en el oriente de Cali odian a la Fuerza Pública, pero hay un grupo muy grande de adolescentes, jóvenes y adultos que han tenido situaciones no asertivas con algunos miembros de la Institución”, aseguró.

Cabe resaltar que estas brechas se hicieron más pronunciadas con el estallidos social, que después de casi tres años, continúa siendo un fantasma que cambió para siempre la sociedad caleña, así lo indicó Daniel López, coordinador ambiental del barrio Pízamos III, quien mencionó que en los meses que duró el paro nacional hubo una fractura y “desde ese momento empezó la gente a desconfiar mucho de la Policía”.

Por ello, desde la Secretaría de Seguridad y Justicia de Cali, se busca “reconciliar a la ciudadanía con la institucionalidad en los sectores donde sabemos que hay alguna división”, aseguró el secretario de Seguridad (e) Álvaro Pretel.

A pesar de la desconfianza de las personas, el líder de Comuna 21 reconoció que, en muchas ocasiones, la aversión hacia las autoridades responde a la existencia negocios ilegales que no quieren que sean descubiertos. “Para nadie es un secreto la problemática del microtráfico, donde utilizan a niños y jóvenes para vender drogas y a ellos no les conviene que los uniformados estén acá”, por lo que, algunas veces son atacados por delincuentes.

El comandante de la Policía de Cali, coronel Carlos Oviedo, sostuvo que está consciente de esta problemática social. “Como funcionarios públicos entendemos que en el marco del cumplimiento de nuestra labor de realizar controles y hacer cumplir las leyes puede generar inconformismo por parte de la ciudadanía, especialmente en algunos sectores donde las economías y la sociedad han estado marcados por la falta de oportunidades”, por lo que la Institución está trabajando en acercarse más a la población y prevenir el delito.

Jóvenes: motores del cambio

Por ello, el coordinador ambiental del barrio Pízamos III, quien trabaja con los jóvenes y niños, expresó que la Fuerza Pública es de vital importancia, pues cada vez que hay problemas de orden público como el güireo, enfrentamientos entre menores, son los uniformados quienes llegan a mejorar la situación.

Acá cada vez que pasa algo se llama a la Policía, pero con la problemática de los enfrentamientos entre menores nos preocupaba que cuando la autoridad llegaba era porque ya estaba ocurriendo el hecho, no había prevención y los patrulleros excedían su fuerza”, dijo.

Estos hechos no son ajenos a la Institución, la teniente Corrales explicó que en estos casos acuden a las zonas afectadas a restaurar el orden, por lo que, en ocasiones, se debe hacer uso de todas sus capacidades.

Para tratar de aplacar estas confrontaciones con objetos contundentes, que pueden acabar con la vida de un ser humano, la Policía debe llegar operativamente y no hay una mediación porque hay una afectación al orden público y a la tranquilidad”, expresó la teniente.

No usar Informe de Domingo, Enfrentamientos entre Pandillas en el Oriente de Cali.
Un caso de ataque a la Policía se dio en el barrio Petecuy el 11 de marzo, cuando habitantes del sector agredieron a patrullas que buscaban controlar una pelea entre pandillas. | Foto: Aymer Andrés Álvarez

Como represalia al actuar de la Fuerza Pública, algunos jóvenes inician enfrentamientos cuando saben que alguno de los uniformados con los que han tenido diferencias está en la estación “En retaliación, cuando ellos saben que ese patrullero está en el CAI, inician a hacer desorden para dañarles el turno”, comentó el líder comunitario.

Si bien esta problemática continúa afectando a los vecinos del oriente de Cali, actualmente se están realizando labores de prevención, como la designación de una patrulla antigüireo por parte de la Policía de Infancia y Adolescencia. Asimismo, los vecinos están promoviendo actividades para el correcto uso del tiempo libre y que los menores no participen en enfrentamientos.

“Una de las campañas que estamos realizando se llama Chiquiguardianes. Más de 100 niños se reúnen para plantar huertas y mantener limpias sus cuadras. La motivación es que la calle que esté más aseada se gana una ida a piscina cada 15 días por dos meses, es por esto que hay partes del barrio Pízamos III que están sin basura y los menores, en lugar de estar peleando con otros, están usando su tiempo libre para cuidar la naturaleza”, explicó el coordinador ambiental.

La teniente Adriana Corrales resaltó el trabajo comunitario y manifestó que con la ayuda de padres de familia y labores integrales con niños víctimas de violencia se podrá mejorar la cultura que se vive en la zona, empezando por los más pequeños.

Un trabajo de todos

A pesar de las diferencias que durante años han existido entre las autoridades y los vecinos del oriente de Cali, tanto la comunidad como la Policía manifestaron que se está gestando un cambio positivo en estos barrios.

El coronel Oviedo, sostuvo que gracias a las labores de acercamiento y actividades promovidas por la Fuerza Pública, la Alcaldía de Cali y el sector privado, son cada vez menos frecuentes los ataques de la ciudadanía.

Siento como comandante la Policía Metropolitana de Santiago de Cali, que un alto porcentaje de la población respalda la iniciativa de servicio de la Institución y nos acompaña, obviamente no desconozco que se presentan algunas situaciones de descontento ligadas a la convivencia, pero en las reuniones con los distintos presidentes de la Junta de Acción Comunal y con los líderes siento a la gente muy cercana y que quiere construir seguridad en conjunto”.

La Policía de Infancia y Adolescencia a cargo de la teniente Adriana Corrales y los cuadrantes de los sectores hablan con la comunidad que le expresa su preocupación ante las confrontaciones, casi a diario de los menores, que además les genera temor por su seguridad. Foto Aymer Andrés Álvarez, El País
La Policía se ha desplazado al oriente de Cali para escuchar a la población y plantear soluciones conjuntas al güireo. | Foto: Foto Aymer Andrés Álvarez, El País

Para seguir cerrando brechas, “se están generando estrategias en las cuales se sentarán ambas partes para lograr tejer esa cicatriz y hacer planes de mejoramiento continuo”, señaló Pretel.

Según el Secretario (e), cada semana se realizan reuniones entre las dependencias de la Alcaldía, los comandantes del Ejército, la Policía, la Fuerza Aérea y personal de tránsito para diseñar planes que contrarresten la inseguridad y beneficien a los ciudadanos.

“Lo que hacemos es priorizar las zonas más críticas de la ciudad, donde hay más delitos, donde sabemos que hay organizaciones criminales y hacia allá enfocamos nuestros planes operativos”, aseguró el funcionario.

Los líderes comunitarios concluyeron que gracias a la voluntad de cambio que las autoridades han mostrado en los últimos meses ha existido acercamiento, sin embargo, enfatizaron en que, mientras no se deje de ver al oriente de Cali como una zona marginal y se trate a sus ciudadanos con respeto, difícilmente mejorará la situación.

La población no es la única que requiere un cambio de cultura y de pensamiento, es un trabajo de todos”, puntualizó el representante de la Comuna 21.

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