La batalla contra las minas antipersonal no termina, así va en el Valle del Cauca

Más de 830 mil metros cuadrados, que equivalen a cerca de tres campos de fútbol, han sido despejados en el Valle del Cauca de la presencia de artefactos explosivos que representaban algún peligro para las comunidades asentadas, especialmente, en zonas rurales.

Las labores se vienen adelantando desde 2017 por el Batallón de Desminado Humanitario número 6, ubicado en las instalaciones del Batallón Agustín Codazzi, de Palmira.

El teniente coronel Danilo Chaparro, comandante del Batallón de Desminado Humanitario, precisó que para ese año, de los 42 municipios que conforman el departamento, 24 no registraban eventos por minas antipersonal, MAP.

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Entre tanto, de los 18 municipios restantes, diez ya fueron declarados como libres de la presencia o sospecha tanto de Minas Antipersonal como de Municiones Usadas Sin Explosionar, Muse, y entregados a la población civil.

Asimismo, mientras actualmente están siendo intervenidos los municipios de Pradera, Palmira y Dagua, desde hace un mes aproximadamente les fueron asignadas algunas zonas de los municipios de Tuluá, Buga, Jamundí y Buenaventura, en tanto que Florida está en manos de un operador civil.

959.663 metros cuadrados han sido despejados en el Valle del Cauca, Cauca y Nariño.

Los municipios declarados libres de la presencia de dispositivos explosivos improvisados son: Bugalagrande, Cali, Calima, El Águila, Cerrito, Guacarí, La Cumbre, Riofrío y Sevilla.

El oficial precisó que los territorios que mayores dificultades tienen en cuanto a presencia de Minas Antipersonal y Municiones Usadas Sin Explosionar son, Pradera, Palmira, Florida y Tuluá, donde, en este momento, se adelantan labores de despeje luego de identificar las áreas peligrosas.

Mañana, cuando se conmemora el Día Internacional para la Sensibilización contra Minas Personal, el coronel Chaparro señaló que estos dispositivos continúan siendo un riesgo latente en varias regiones del país donde algunos grupos siguen instalando artefactos de fabricación rudimentaria.

El oficial explicó que el desminado humanitario se cumple en tres etapas: la primera a través de un estudio no técnico en el cual se realiza un trabajo de campo para determinar si hay algún peligro derivado de artefactos explosivos. Una vez descartado el riesgo, el municipio es declarado libre de minas antipersonal.

Si, por el contrario, todavía hay presencia de estos dispositivos se pasa a una segunda fase de estudios técnicos durante el cual se delimita el área, se señaliza y demarca para que las personas y miembros de la comunidad afectada no ingresen a estas áreas de peligro.

Posteriormente, otro personal se desplaza al sitio y hace el despeje del lugar que puede realizarse de forma manual, con la ayuda de caninos especializados y certificados por la OEA o con máquinas. La labor es tan dispendiosa que en un solo territorio pueden demorar varios meses como en Pradera y Palmira donde llevan cinco años.

El Batallón de Desminado Humanitario número 6 cubre los departamentos de Valle del Cauca, Cauca y Nariño. En este último se han despejado 8 municipios.

Adicionalmente, el batallón adelanta procesos pedagógicos con la población civil para enseñarles cómo pueden identificar un peligro derivado de un artefacto explosivo y cuál es la ruta que deben seguir para prevenir que se presenten más víctimas a raíz de las minas antipersonal.

En Pradera, el desminado humanitario se adelanta en la parte alta del municipio, en los sectores de Bolo Blanco y Bolo Azul, donde han sido destruidas 14 minas antipersonal y tres artefactos explosivos improvisados.

En Palmira, entre tanto, se realiza en el Alto del Tigre, La Punta y Toche, con doce minas antipersonal y una munición usada sin explosionar destruidas. En estos municipios, donde el despeje está por encima del 80 %, se espera entregar Pradera este año.

De otro lado, en Dagua, donde iniciaron estudios no técnicos, han avanzado en un 50 %, pero debieron suspender por problemas de orden público, así como en el municipio de Tuluá, donde se adelantará la intervención por fases.

El coronel Chaparro subrayó que desde el 2017 a la fecha se han despejado 830.174 metros cuadrados, además de 120.970 metros cuadrados a través de estudios no técnicos, para un total de 951.144 metros cuadrados intervenidos que han beneficiado a 116.893 personas.
“
Hemos destruido 29 minas antipersonal, 12 municiones usadas sin explosionar y 14 artefactos explosivos improvisados”, indicó Chaparro.

Según datos de la Oficina del Alto Comisionado de Paz, en Colombia se han presentado este año 24 víctimas de Minas Antipersonal y desde 1990 el dato histórico alcanza las 12.170

El Alto Comisionado para la Paz, Juan Camilo Restrepo, precisó que este lunes, cuando se conmemora el Día Internacional para la Sensibilización contra Minas Antipersonal, informarán a la comunidad internacional y al país que el 78 % del territorio colombiano está libre de sospecha de minas antipersonal, esto significa, 871 municipios. En este momento se adelantan 111 operaciones de desminado humanitario en Colombia.

“Mañana lunes vamos a declarar libre de la presencia o sospecha de Minas Antipersonal cuatro municipios: Sonsón, Antioquia, Cajamarca, Tolima; Chima y Simacota, Santander”, enfatizó.

En el marco de la conmemoración del Día Internacional para la Sensibilización contra Minas Antipersonal, MAP, la alianza Pasos Seguros hizo un llamado para prevenir accidentes con estos artefactos, Municiones Sin Explosionar y Trampas Explosivas, a través de la adopción de comportamientos seguros con el fin de proteger a las comunidades y mitigar la posibilidad de accidentes por esta causa en todo el territorio nacional.

Alfonso Otoya, director general de la Fundación Barco que lidera esta iniciativa, manifestó que el programa de Pasos Seguros se concentra en 60 municipios de los departamentos Arauca, Nariño, Valle del Cauca, Meta, Chocó y Norte de Santander, pues son los que presentan una mayor afectación por riesgo de minas antipersonal. Agregó que esto corresponde a la presencia histórica de grupos al margen de la ley y a la presencia actual de organizaciones en esas zonas que continúan contaminado los territorios.