Los tentáculos de ‘Los Shottas’ en Cali: la banda que traslada su guerra de Buenaventura y desata una ola de homicidios en la capital del Valle

La reciente masacre ocurrida el 12 de enero en el sector del Bulevar del Oriente, en Cali, donde perdieron la vida tres personas, entre ellas una adulta mayor, un hombre con síndrome de Down y una estudiante universitaria, destapó el rastro sangriento que ha dejado esta banda criminal en la capital del Valle del Cauca.

Según información revelada por Semana, los responsables serían ‘Los Pescaditos’, una filial de ‘Los Shottas’, que extendió su actividad criminal desde Buenaventura hasta Cali. Al parecer, la mayoría de miembros de estas estructuras se han instalado en zonas residenciales como Valle del Lili, Bochalema y El Caney.

“Casi todos los duros (de ‘Los Shottas’) viven en Cali, permanecen en Cali y ya controlan parte del comercio de drogas en sectores clave. Lo que hay es que ellos (’Los Shottas’) compraron propiedades en Cali con el fin de alejarse de ese ambiente hostil de Buenaventura”, aseguró una fuente al citado medio.

La guerra que no cesa

El inicio de esta ola de violencia estaría relacionado con el asesinato de John Beiker Arroyo, presunto cabecilla de ‘Los Pescaditos’, en Cota, Cundinamarca, en julio de 2023. Este homicidio, atribuido a otra estructura criminal de Buenaventura, desató una serie de venganzas que han derivado en asesinatos selectivos en zonas residenciales de Cali como Valle del Lili, Bochalema y El Caney.

El testimonio de Valentina Bedoya López, familiar de las víctimas de la masacre en el Bulevar del Oriente, ha sido clave para identificar la presencia de ‘Los Shottas’ en la ciudad. “Ellos mataron a mi familia. Si algo me pasa, quiero que sepan que fueron ellos. Los Shottas también están detrás de otros homicidios, como el del DJ Felipe Vásquez y el de Daniela Zapata”, denunció Bedoya, quien además señaló que la banda ha intimidado a toda la comunidad.

El control criminal en Cali

Expertos en seguridad confirmaron a Semana que ‘Los Shottas’ operan en la ciudad y tienen control de sectores clave como El Guabal. Además, aprovechan propiedades adquiridas en Cali para coordinar actividades de narcotráfico y ejecutar venganzas.

Según el alcalde Alejandro Eder, la violencia en Cali está directamente ligada al auge de las economías criminales: “En este momento, en Colombia hay más producción de cocaína que nunca en la historia. Esto no solo representa retos de orden público, sino que está matando ciudadanos, reclutando menores y destruyendo el medioambiente”.

Mientras el Gobierno nacional sostiene diálogos de paz con Los Shottas y los Espartanos en Buenaventura, los hechos en Cali evidencian que algunos integrantes de estas estructuras continúan delinquiendo. Este doble discurso genera desconfianza en la mesa de negociación, especialmente después de que Los Espartanos acusaran a Los Shottas de no cumplir los acuerdos y de seguir cometiendo asesinatos.