Judicial
Nadie se salva: la extorsión asfixia al Valle del Cauca, ¿por qué nadie la puede controlar?
Hasta mayo se habían reportado 476 casos en el departamento, mientras a la fecha, en el área metropolitana de Cali, ascendían a 13.836 denuncias.
La extorsión en Cali y el Valle del Cauca es un negocio que sigue creciendo, pese a los esfuerzos de las autoridades por contener su accionar en la región, donde organizaciones delincuenciales y disidencias de las Farc, ven en este delito una de sus principales fuentes de ingresos.
Entre tanto, en el área metropolitana de Cali, que incluye los municipios de Jamundí, Yumbo, Dagua, Candelaria y Palmira, los casos hasta el pasado 25 de julio sumaban 13.836, un incremento del 22% respecto al 2022 cuando hubo 11.366 denuncias.
La situación ha sido tan crítica, que la gobernadora del Valle, Clara Luz Roldán, conminó al Gobierno a tomar acciones que frenen la ola de violencia y homicidios en el departamento, asociada en buena medida con este delito.
Si bien, en algunos municipios como Tuluá y Buenaventura ha habido una contención por parte de las autoridades, en otros como Dagua, Palmira, Pradera y Florida, por el contrario, las denuncias se han incrementado.
El concejal de Cali, Roberto Rodríguez, también denunció la presencia de disidencias de las Farc en Dagua, donde aseguró: “Como Pedro por su casa se pasean por todas partes”. “La extorsión, el secuestro, el crimen y el boleteo no pueden volverse común en Dagua”, insistió.
¿Qué dice el Gaula de la Policía?
Según cifras del Gaula Valle, a cargo del mayor Álvaro Enrique Sánchez, hay municipios que este año presentan una reducción de este delito como Buenaventura, 50%; Tuluá, 33%; Buga, 60%; Cartago, 30% y Roldanillo, 66%.
Sin embargo, reconoció que hay otros como Palmira que tienen un incremento de más 39 casos; seguido de Pradera con 7, Dagua 5 y Florida 4.
Explicó que en Buenaventura operan Los Shottas y Espartanos, mientras en Tuluá hace presencia La Inmaculada, denominada ahora La Oficina.
No obstante, el año pasado lograron 29 capturas de La Inmaculada, mientras operativos al interior de cinco centros carcelarios del país, entre ellos la penitenciaría de Palmira, con el apoyo del Inpec, permitieron al traslado de algunos de sus cabecillas como Pipe, Caregallo y El Enano.
Esto habría llevado a que el pasado 16 de marzo, a través de un comunicado, La Inmaculada anunciara que no iba a generar más extorsiones y que los productos de la canasta familiar se podrían comercializar sin inconvenientes.
“En Tuluá tenemos un cuerpo élite antiextorsión actuando en la galería, el comercio, la calle Sarmiento Lora y el sector conocido como Las Colmenas. Este año llevamos 14 capturas de La Inmaculada”, expresó Sánchez.
En Buenaventura capturaron a cuatro personas del cartel de los más buscados, logrando impactar, con el apoyo de una unidad móvil antisecuestro, sectores agobiados como La Palera y la zona comercial de La Isla, en el malecón.
El oficial Sánchez admitió que a nivel departamental la afectación se viene dando por las llamadas desde las cárceles para estafar y extorsionar en distintas modalidades como el falso servicio y demás.
Las llamadas son aleatorias a municipios como Palmira, Restrepo, Guacarí y Ginebra.
Asimismo, según datos de inteligencia, la Adán Izquierdo, disidencia de las Farc, cobra extorsión en zona rural de Guacarí, Buga y Tuluá, pese a que este año fueron capturados tres de sus integrantes.
Sobre el tema, la personera de Tuluá, María Victoria Castro, reconoció una disminución, aunque siguen presentándose casos en el municipio.
La entidad ha emitido dos alertas tempranas por el tema de violencia y extorsión en esta población.
“Las personas se están atreviendo a denunciar, por eso ha aumentado el número de denuncias y declaraciones referente al tema de extorsión”, indicó Castro, quien dijo que este fenómeno afecta desde grandes comerciantes y empresarios, hasta las señoras que venden arepas.
Por su parte, el Jefe de la Región 4 Antisecuestro y Antiextorsión, coronel Carlos Andrés Cárdenas, negó que en Cali haya una organización dedicada exclusivamente a la extorsión.
Señaló que a la fecha han realizado 65 capturas, permitiendo la desarticulación de cinco grupos que pretendían copar algunos espacios en Cali.
Para el oficial, el aumento en el número de denuncias, demuestra confianza de la ciudadanía en las autoridades. “De ninguna manera pretendemos minimizar una situación que pueda generar intranquilidad a las personas, pero cuando se denuncia e informa, el porcentaje de éxito es del 95%”, enfatizó.
Además, desde hace dos meses hay un cuerpo antiextorsión focalizado en sectores que por su dinámica comercial son propensos a estos delitos. La idea es generar un acercamiento con la comunidad con un enfoque preventivo.
“El delito ha mutado. Ya no es la extorsión clásica, sino que se ha trasladado a las redes sociales, mensajería de texto, llamadas, pero es delincuencia común que aprovecha un factor de oportunidad. Lo importante es denunciar porque así asesoramos a las personas y evitamos el pago extorsivo”, afirmó Cárdenas.
Fuente de ingresos para disidencias
Isaac Morales, coordinador de convivencia y seguridad ciudadana de la Fundación Paz y Reconciliación, dijo que si bien entre 2021 y 2022 hubo una disminución del 27,8%, durante el primer semestre de este año ha habido un incremento de este delito en Cali.
De igual forma, en municipios como Palmira y Candelaria hubo un aumento del 68% y 160%, respectivamente.
“La extorsión se ha convertido en una de las principales fuentes de recursos de las organizaciones delincuenciales que siempre han existido, por eso ha tenido una suerte de boom en Cali y otras capitales del país, en la medida en que se vuelve rentable porque mucha gente no denuncia por temor o falta de credibilidad en las instituciones”, manifestó.
Agregó que en el Valle, el Clan del Golfo extorsiona a campesinos, empresarios y ganaderos en Buenaventura, mientras en Cali, el grupo Gladiador dedicado al hurto y la extorsión hace presencia en las comunas 12, 15 y 21.
De otro lado, Iván Carvajal, experto en seguridad, atribuyó el aumento de este delito a disidencias como la Jaime Martínez de las Farc, en razón al bajo flujo de dinero debido a la caída en los precios de la coca.
“El propio jefe de las disidencias, Iván Mordisco, ordenó al cabecilla de la Martínez, Marlon Vásquez, incrementar las extorsiones porque están sin dinero y esto ya se anunció. Por lo tanto, no son gratuitos los atentados que estamos viendo con granadas en Jamundí y el norte del Cauca”, aseguró.
En ese mismo sentido, reiteró que no se puede negar la presencia de disidencias en Cali cuando hace dos meses aparecieron afiches, panfletos y propaganda.
También es cierto que algunos aprovechan esta situación para hacerse pasar como miembros de estas estructuras. Por eso, antes de pagar hay que denunciar ante el Gaula, hay líneas e investigadores 24-7 brindando asesoría personalizada para frenar este delito en Cali y el Valle del Cauca.
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