Judicial
¿Por qué es tan codiciado el centro del Valle por el crimen organizado y los grupos armados ilegales?
Ambos son territorios fértiles para el crimen organizado por ser polos de desarrollo económico y contar con corredores estratégicos para el narcotráfico.
El centro y el norte del Valle del Cauca se han convertido, en las últimas décadas, en un verdadero ‘botín’ para estructuras delincuenciales organizadas y grupos alzados en armas como las disidencias de las Farc y el ELN, que se disputan el control territorial y de las rentas ilícitas.
En ese sentido, la secretaria de Seguridad del Departamento, Ana María Sanclemente, explicó que estas zonas resultan atractivas para la criminalidad porque son un polo de desarrollo con unas dinámicas económicas muy fuertes. “En Tuluá y Cartago hay desarrollo económico, hay comercio, empresarios, ganadería. Estas dinámicas económicas se vuelven de gran interés para el tráfico local de estupefacientes, que es uno de los principales dinamizadores de violencia, así como para la extorsión en el centro del Valle, especialmente en Tuluá, donde ha sido un fenómeno histórico en esta población”, indicó.
De ahí que en estos escenarios se generen disputas por el control del territorio o de esos puntos estratégicos donde hay dinámicas económicas importantes.
La funcionaria ecordó cómo a comienzos de año se llevó a cabo la ‘Operación Tuluá’, que permitió la captura de al menos 21 miembros de la banda ‘La Inmaculada’, en el sector de La Galería, donde tenían ‘cartelizados’ todos los alimentos básicos de la canasta familiar.
Sanclemente sostuvo que estos operativos han logrado mitigar este delito en La Villa de Céspedes.
Sin embargo, un ciudadano que prefirió omitir su nombre, precisó que la extorsión no se ha acabado, porque “aquí hay mucha plata, hay testaferros del uno y del otro bando; hay gente con plata buena, hay de todo. Entonces, el tema es complejo”.
Pero agregó que “ahora estos muchachitos, casi todos menores de edad, los famosos carteles, están extorsionando a todo el mundo, porque el tema de que la extorsión se acabó en Tuluá es cuento. Aquí siguen cobrándole a todo el mundo. Paga si tiene una discoteca, boutique, lo que sea, o paga o cierra, y como Tuluá es la vitrina comercial más grande del suroccidente colombiano, donde en todo barrio hay establecimientos comerciales, entonces a estos muchachos se les ha vuelto muy rentable cobrar y cobrar”.
Dijo también que otro tema es el control territorial, porque “usted sabe cuánto significa tener el control de cuatro o cinco ollas de expendio de tusi, marihuana y bazuco, o cuánto producen a la semana”.
Nodo estratégico
El pasado 14 de noviembre, la Defensoría del Pueblo emitió una alerta temprana debido “a la inminente situación de riesgo” para los municipios de Tuluá, Bugalagrande, Caicedonia, Sevilla y Andalucía.
Recientemente, este último municipio ha sido afectado por una escalada de violencia, al parecer por la presencia de un reducto de ‘Los Rastrojos’, que ha venido generando esta disputa.
A lo anterior se suman las confrontaciones entre disidencias de las Farc: el Frente Adán Izquierdo, de ‘Iván Mordisco’, y el Frente 57 Yair Bermúdez, sin adscripción alguna, que se disputan el control territorial rural de estas poblaciones, generando desplazamientos individuales y masivos.
Un experto en seguridad que pidió omitir su nombre señaló que se trata de dos zonas: una es el centro, corredor estratégico sobre la Cordillera Central con el Páramo de las Hermosas, que comunica con Tolima. “Esto hace que sea interesante para construir o acompañar el corredor que va del suroccidente a la economía ilícita que se crea saliendo para Venezuela”, dijo.
Pero también la parte urbana tiene unas economías ilegales que hacen interesante o rentable el proceso, como son la extorsión, el control del microtráfico, el ‘gota a gota’, etc. “Todo esto hace que grupos pretendan tener el control del territorio para poder operar y tener acceso a estos ingresos”, indicó la fuente.
Expresó que históricamente, la situación es similar en el centro y el norte del Valle, con algunos matices: en el norte más asociado a ‘gota a gota’, tráfico local de estupefacientes y, en el centro, la extorsión. “Lo que pasa es que ahora hay actores que pretenden disputar la presencia territorial de estos grupos, generando un aumento de los homicidios. Esa es la situación real en estas regiones”.
Por su parte, el secretario de Gobierno de Tuluá, Martín Hincapié, reconoció el fortalecimiento de ‘La Inmaculada’ y ‘La Oficina’, grupos que pasaron de manejar las rentas ilícitas a controlar negocios legítimos.
“A través de la extorsión accedieron a la cartelización y el control de negocios. Es decir, ellos no solo le apuntaron a negocios como el microtráfico o el cobro de cuentas, sino que se fortalecieron, porque pasaron a controlar sectores productivos como el pollo y el huevo. La banda se fortaleció económicamente y tuvo influencia en el poder político de la ciudad”, dijo.
‘Clan del Golfo’ y el norte del Valle
La presencia de un reducto de los extintos ‘Rastrojos’ y el ‘Clan del Golfo’ en esta zona del Valle es una realidad.
La secretaria Sanclemente indicó que en Cartago actúan ‘Los Flacos’ y ‘Nueva Generación’, con incidencia en el tráfico de estupefacientes y un interés de expansión hacia Risaralda
Adicionalmente, se confirmó que el ‘Clan del Golfo’ está en municipios como Bolívar, Trujillo, La Unión y Toro y que, dada la dinámica propia de este grupo, busca expandirse a otros escenarios.
Para Willy Valdivia Granda, director de investigación de la empresa de seguridad nacional OIB, el corredor criminal del norte del Valle del Cauca es una zona estratégica para organizaciones criminales nacionales e internacionales, debido a su ubicación geográfica y características logísticas.
“Este corredor conecta áreas de producción de cocaína y marihuana en el Cauca con mercados de consumo en el Eje Cafetero (Risaralda, Quindío y Caldas) y facilita también el transporte hacia el puerto de Buenaventura, un punto clave para la exportación de estupefacientes hacia Centroamérica, Norteamérica y Europa”.
Además del narcotráfico, añadió que en esta región convergen otras economías ilícitas como tráfico de armas, minería ilegal, contrabando, lavado de activos y extorsión.
En cuanto al ‘Clan del Golfo’, afirmó que “ha intentado expandir su presencia en el Valle del Cauca, estableciendo alianzas con bandas locales para controlar rutas de narcotráfico y otras economías ilegales”.