Judicial
Procuraduría abre investigación al comandante del Ejército, general Luis Mauricio Ospina, por persecución ilegal
Al parecer toda esta historia gira en torno a una infidelidad, por parte de la esposa del general
Este domingo, 12 de noviembre, la Procuraduría de Colombia informó que dio inicio a una investigación disciplinaria contra el comandante de Ejército Nacional. Luis Mauricio Ospina, la decisión de la entidad de control se dio después del que medio de comunicación REVISTA SEMANA, presentará un informe en el que se revela que el alto oficial, aparentemente en un acto de celos, dio la orden de seguir Leonardo Colmenares, profesor de inglés de su esposa.
“De acuerdo con las denuncias publicadas en medios de comunicación, el alto mando militar, presuntamente, habría abusado de sus funciones y habría ordenado utilizar los servicios de inteligencia y contrainteligencia del Ejército, para fines personales”, expreso la Procuraduría.
La REVISTA SEMANA, entidad periodística que conoció a Colmenares, informó que el Ejército lo hizo pasar por un integrante del frente, Carolina Ramírez, de las Farc de Iván Mordisco, para poderlo rastrear a partir de la ubicación de su teléfono celular, de ahí que el ente de control añadió en su discurso que “dentro del análisis del ente de control, se determinará si, además, el general Ospina, habría ordenado un montaje, acusando sin prueba alguna a un ciudadano de pertenecer a un grupo al margen de la ley, y así justificar dichos seguimientos”,
“La Procuraduría comprobará, a través de la recolección de testimonios, pruebas y documentos, si el actual comandante del Ejército habría incurrido en faltas disciplinarias, al abusar de su poder y usar los servicios de inteligencia y contrainteligencia, así como utilizar a subalternos, para fines alejados a los de la institucionalidad”, señaló el organismo de control.
Ante los hechos ocurridos en el comunicado, se dice que el alto oficial sí podía hacer lo que hizo. “Las misiones de Inteligencia y Contrainteligencia son diferentes; están claramente consignadas en la Ley Estatutaria 1621 de 2013. En el caso específico de la función de Contrainteligencia, las actividades buscan anticipar, prevenir, detectar y neutralizar acciones para proteger al personal, las instalaciones, el material y la información”.
Si embargo, en el documento no se explica por qué la trazabilidad demuestra que al docente lo siguió un grupo de tres miembros de inteligencia y contrainteligencia para investigar sus encuentros con Lorena Ospina, esposa del general Ospina. Por el contrario, aluden la razón por la cual lo siguieron.
“Es allí donde se sustenta la facultad del Comandante del Ejército para ordenar a la Unidad Militar de Contrainteligencia adelantar actividades de verificación, frente a una información que alerta sobre una posible vulneración de la seguridad e integridad del Comandante y su núcleo familiar, y, de manera general, a la comunidad que vive y transita diariamente en los cantones militares y académicos ubicados al norte de la capital”, señala el comunicado.
Pero lo extraño de este caso es que el profesor Colmenares llevaba cuatro años frecuentando a la esposa del general Ospina, desde 2019, cuando fue su profesor de inglés. Luego solo se veían como amigos. El comandante del Ejército reconoció a la revista SEMANA que él dio la orden de investigar al ‘teacher’ y culpó a sus subalternos de cualquier irregularidad que hubiesen podido cometer en este caso.
El comunicado señala que aunque consideraron supuestamente al profesor como una amenaza, en la operación que terminó el mes pasado no encontraron nada contra Colmenares.
“Las acciones de verificación amparadas en el ordenamiento jurídico vigente, que no corresponden a una operación de Contrainteligencia, finalizaron el pasado mes de agosto sin elementos de juicio para continuarlas”, señala el comunicado del Ejército.
Sin embargo, aunque el Comando del Ejército reconoce que no encontraron nada, el documento dice: “No obstante, ello permitió evidenciar novedades y debilidades en los sistemas y procedimientos de control de acceso personal y vehicular a las instalaciones militares, razón por la cual se ordena el fortalecimiento de los mismos no solo en la ciudad Bogotá, sino en todo el país”.
A pesar de que la principal agente de inteligencia que le hizo los seguimientos al ‘teacher’ le confesó a SEMANA cómo fue toda la operación, y hasta le ofreció excusas a la víctima, el comunicado dice que “para el Ejército Nacional, es importante que cualquier hecho que vaya en contra de los Principios, Valores y la Ley, sea puesto en conocimiento de las autoridades competentes, en aras que se adopten las acciones que en derecho correspondan”.
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