¿Qué está pasando? Homicidios en zona rural de Cali se han duplicado

En los años recientes, las zonas rurales de Cali habían sido territorios tranquilos en los que el número de homicidios era bajo, sin embargo, en lo corrido de 2023 esas cifras se han duplicado si se comparan con las del mismo periodo del año anterior.

Según datos entregados por el Observatorio de Seguridad, entre el primero de enero y el 7 de mayo se presentaron 18 homicidios en la zona rural de Cali, nueve casos más que en 2022 y 12 más que en 2021.

El área total de Cali es de 56.400 hectáreas de las cuales 39.459 forman parte de la zona rural y de ellas, 13.100 corresponden al Parque Nacional Natural Los Farallones.

De los 15 corregimientos de la zona rural de Cali, 13 se encuentran en zona de ladera como son Pance, La Buitrera, Villacarmelo, Pichindé, Los Andes, La Leonera, Felidia, El Saladito, La Elvira, La Castilla, La Paz, Golondrinas y Montebello. Además, hay dos corregimientos en la zona plana: El Hormiguero y Navarro.

“El panorama de los homicidios en Cali luce preocupante, pero preocupa en particular el aumento de este delito en la zona rural que hasta el año pasado mantenía un comportamiento a la baja. Se han más que duplicado los homicidios y no existe, de parte de las autoridades, una información oficial que nos permita definir con claridad qué es lo que está ocurriendo”, sostiene el experto en seguridad Andrés Felipe Galindo.

Sin embargo, según el analista, es posible que ese comportamiento violento en la zona rural obedezca a coletazos de lo que ocurre en el municipio de Jamundí, donde se evidencia un aumento de la actividad de grupos criminales.

“Una de las grandes debilidades de Cali es su baja capacidad de control institucional en la zona rural, donde no solo hay pocos equipamientos públicos sino una baja presencia de las autoridades, lo que abre espacios para la llegada de actividades criminales. Este asunto debe preocuparnos”, sostiene Andrés Felipe Galindo.

Y es que desde 2015, los primeros meses del año registraban una tendencia a la baja en homicidios ocurridos en la zona rural de Cali. Por ejemplo, entre enero y mayo de 2015 iban 13 asesinatos, misma cifra para 2016 y 2017.

Entre el primero de enero y el 7 de mayo de 2018 la cifra fue de seis homicidios y en 2019 se reportaron cuatro casos. En 2020 iban siete, en 2021 fueron seis y en 2022 la cifra se ubicó en nueve.

“El aumento desmesurado de los homicidios en la zona rural de Cali puede ser uno de los efectos negativos de la paz total que busca implementar el presidente Gustavo Petro. Esto ha hecho que la Policía y las Fuerzas Militares se retiren de las zonas rurales y haya altos al fuego hacia grupos armados y organizaciones criminales de alta peligrosidad”, sostuvo Pablo Uribe, experto en temas de seguridad que trabajó en la administración del exalcalde Maurice Armitage.

Según Uribe, “con la excusa de la paz total la Policía y el Ejército han bajado sus armas y han dejado la vía libre a los criminales para que hagan de las suyas y, cuando esto ocurre, pasa lo que está ocurriendo en Cali y en las zonas rurales de Jamundí y Buenaventura: los criminales avanzan en el territorio imponiendo la violencia mientras que el Estado está de manos cruzadas esperando las promesas de una supuesta paz que nadie sabe si se va a realizar o no”.

El analista es claro en manifestar que, desde su punto de vista, “la situación se va a empeorar y vamos a ver más violencia en las zonas rurales”.