Judicial
Espartanos se levantan de la mesa de diálogo con Los Shottas, en Buenaventura
El acuerdo se había extendido hasta el próximo 5 de mayo.
La tregua de enfrentamientos entre los grupos ilegales ‘Shottas’ y ‘Espartanos’, en Buenaventura, se rompió este miércoles, 6 de marzo. A través de un comunicado, este último grupo anunció que se levanta de la mesa de diálogos de paz ante los supuestos incumplimientos.
“Decidimos no seguir participando en las mesas de diálogos por la paz en la ciudad de Buenaventura porque sentimos que es una pantomima para que el grupo Shottas se arme, haga alianzas con grupos externos y sobre todo amplíe sus terrenos”, se lee en un panfleto firmado por los Espartanos.
Justo hace un mes, la tregua de enfrentamientos entre ambos grupos se había extendido hasta el 5 de mayo. Sin embargo, según este grupo ilegal, la decisión unilateral de apartarse del acuerdo es consecuencia del tiempo que, supuestamente, se ha perdido en los diálogos y “la falta de compromiso” de sus enemigos.
En el comunicado que hicieron público advirtieron que los Shottas han creado alianzas con la guerrilla del ELN y otros grupos que delinquen en el casco urbano de Buenaventura y en la zona de Córdoba, a las afueras de la ciudad.
Y además, señalaron que esa estructura delincuencia, supuestamente, habría logrado acuerdos con las autoridades para no ser perseguidos. “Tienen de su lado a la justicia, que permite la dilatación y la no ejecución de los procesos que se deberían adelantar en contra de los integrantes del grupo Shottas, al igual que se hace en contra de Espartanos”.
Por ahora la Oficina del Alto Comisionado de Paz no se ha pronunciado y tampoco se tiene claridad sobre la continuidad de la tregua. Sin embargo, Los Espartanos en su comunicado advierten “que no se haga sorpresivo su actuar”.
Los Espartanos dejaron claro que se levantan de la mesa hasta el que gobierno del presidente Gustavo Petro disponga de un “marco jurídico específico”. Para monseñor Rubén Darío Jaramillo, obispo de la Diócesis de Buenaventura, levantarse de la mesa de diálogos es una forma de presionar las negociaciones con el Gobierno.
“Es una manera de presionar. Hay tres niveles de intereses de las personas que hacen parte de estas bandas criminales. Está el nivel alto, los jefes solo tienen un interés jurídico y es la herramienta más grande que tiene el Estado colombiano. ¿Ustedes qué nos van a dar y nosotros qué les damos? Ahí hay una negociación”, señaló el Obispo, que ha acompañado este espacio de diálogo.
Este era uno de los procesos en los que se tenía mayor esperanza, pues pese a las características tan particulares que tenía consiguió prórrogas de la tregua entre ambos grupos. En febrero, el representante a la Cámara, Alejandro Ocampo, quien acompaña el proceso como jefe negociador, resaltó que, gracias a la voluntad de paz de estos grupos, se registraba un descenso superior al 70 % en la ocurrencia de hechos de violencia.