Por primera vez Colombia exporta frutos de copoazú con destino a Brasil
Comunidades de la Amazonía están haciendo historia al exportar, por primera vez, manteca de cacao blanco, apetecido en varias industrias a nivel mundial.
Gracias a unos particulares árboles que miden hasta 20 metros, con hojas de un verde brillante y frutos del tamaño de un melón, varias comunidades del departamento de Caquetá están haciendo historia y, además, percibiendo ingresos económicos para sus familias.
Se trata del copoazú o cacao blanco amazónico, del que se extrae la manteca, la cual empezaron a exportar por primera vez a Brasil, para una reconocida marca de belleza.
Porque su pulpa es rica en nutrientes que la hacen un insumo ideal para las industrias alimenticia, cosmética, farmacéutica y de bebidas. De hecho, los dulces producidos en Caquetá son unos de los más buscados por turistas que visitan la región.
Entre las partes involucradas en este proyecto, denominado ‘Empoderamiento de la Cadena de Valor de Ingredientes Naturales Amazónica’, está la Asociación de Copoazú de Belén de los Andaquíes, ACBA, en Caquetá.
Su representante legal, Ferney Vaquero, asegura que hace varios años inició su trabajo con este producto, al que también llaman cupuazú, cupuassu o cupu assu. “Luego empezamos a laborar en la asociación de cultivadores para buscar alianzas y garantizar la comercialización. Hoy tenemos una excelente calidad de almendra que nos permite hacer parte de este proceso de exportación”, dice.
Para familias como la de Ferney, el ‘Theobroma grandiflorum’, su nombre científico, “es una oportunidad de vida y de aportar al cuidado del medio ambiente. Me siento orgulloso de que mis hijos vean todo lo que se ha logrado con el copoazú”, comenta Vaquero.
Un trabajo de largo aliento
Esta iniciativa comunitaria es financiada por UK PACT (Partnering for Accelerated Climate Transitions), programa del Reino Unido, y ejecutada por el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi.
El origen de este emprendimiento que trasciende fronteras, data de hace 17 años, cuando el Sinchi inició investigaciones de sistemas productivos sostenibles con esta pulpa en Caquetá.
En 2010 creó el programa de Investigación Sostenibilidad e Intervención, con el objetivo de reconvertir procesos inadecuados y generar alternativas productivas sostenibles para las comunidades.
Ya en 2016 fue necesario construir una línea de investigación en ingredientes naturales amazónicos, entre los que estaban otros frutos, como el açaí o assaí (con nutrientes y antioxidantes) y el camu camu (rico en vitamina C).
Para 2019 el Instituto y Natura Cosméticos, filial de la sociedad Natura Cosméticos de Brasil, firmaron un convenio de intercambio de experiencias y conocimiento para establecer la cadena productiva y de aprovechamiento de especies amazónicas silvestres.
Ese año el Sinchi les brindó apoyo técnico a los cultivadores en Belén de los Andaquíes para formalizar la constitución de sus organizaciones.
Asimismo, realizó trabajos en su Laboratorio de Uso y Aprovechamiento de la Biodiversidad para enfrentar uno de los mayores retos que tuvieron los cultivadores: alcanzar 100 % de coincidencia de la manteca que exigía la mencionada compañía brasilera.
“Hoy podemos decirle al país que lo logramos, hicimos el primer ejercicio en el cual las comunidades organizadas y formalizadas de Florencia, Caquetá, realizan una exportación; este es un trabajo de crecimiento y expansión en la Amazonía colombiana. Hoy el Instituto Sinchi es garante, es el ente que puede decir: sí, la Amazonia puede responder de una manera sostenible y convincente”, afirma María Soledad Hernández, coordinadora del Programa de Sostenibilidad e Intervención de esta entidad.
Fortalezas
Resultados como la reciente exportación a Brasil son vitales para las comunidades, ya que se evidencia la importancia de pertenecer a una cadena de valor que realmente alcanza los objetivos que son planteados y construidos desde el territorio y que además llevan detrás todo el apoyo científico, transferencia de conocimiento y tecnología, entre otras fortalezas.
"Es muy interesante ver todo el proceso y la explicación técnica acerca del fruto de copoazú; este proyecto ya demuestra frente a todo el mundo que sí se está cumpliendo, ojalá se siga motivando a otros para lograr objetivos”, expresa Nicolás Meléndez, oficial internacional de finanzas del clima de la Embajada Británica en Colombia.
Para César Augusto Pulecio, representante legal de Agrosolidaria (encargada de la venta al exterior), “exportar significa un todo para nosotros, es como nuestra graduación en torno a los productos forestales no maderables del bosque, es un ejercicio que venimos realizando hace bastante rato, ésta es la prueba más palpable de que sí se puede consolidar un negocio con ingredientes naturales amazónicos”.
Por su parte, Marcela Maduro, coordinadora de Sustentabilidad de Natura Cosméticos, asegura que “hablar hoy de la exportación de manteca de copoazú a Brasil implica el reconocimiento de un trabajo de hace muchos años que busca fortalecer las cadenas de la Amazonía colombiana, donde gracias a los diferentes actores logramos hacer una exportación que representa el sueño de muchas personas, pero también un hito para demostrar que es posible desarrollar la economía local en la Amazonía.
Usar el bosque de manera sostenible es rentable, esto es el inicio de un camino largo para valorar y reconocer los activos de la biodiversidad colombiana. Este es un hito súper importante como operación, como empresa, y también como país”.
Ahora que estos felices campesinos dieron el salto al comercio exterior, y sus cosechas están siendo utilizadas en productos de belleza para miles de personas en el mundo, siguen trabajando unidos para mantener la calidad de la pulpa. Y para asegurar una producción que responda a la alta demanda del prodigioso fruto.
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