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Científicos explican por qué no sentimos la rotación de la Tierra
La respuesta es más sencilla de lo que generalmente se creía.
Según científicos, la velocidad constante de la Tierra desde siempre ha sido de aproximadamente 1667 kilómetros por hora, lo que es un movimiento bastante significativo teniendo en cuenta el tamaño y el peso. Además, como se sabe, el planeta también tiene un movimiento al rededor del sol aparte de esa rotación a esa velocidad. En ese sentido, la pregunta de por qué las personas que habitan en ella no sienten el mismo es bastante frecuente.
La pregunta fue aclarada gracias a científicos de la revista National Geographic en español, que explicaron que así como esos movimientos estaban presentes constantemente, el globo terráqueo tiene más movimientos, como es el caso de la rotación de los equinoccios, el cual ocurre cada 25.780 años, según Hiparco de Nicea, el matemático griego que hizo el descubrimiento.
Ese movimiento, que es realizado por el polo norte, es el que marca la elipse al momento de la translación, pero el tiempo en el que se realiza la rotación no es exacto de 1667 kilómetros por hora, como se mencionó anteriormente, porque esta velocidad depende de la actividad que tengan las placas tectónicas durante esa temporada.
Asimismo, está el movimiento de nutación, el cual es poco conocido, pero es bastante sorprendente, porque es producido por una vibración, que hace que la rotación de los equinoccios no sea exacta, sino que la hace irregular. Lo que quiere decir que el eje central de la Tierra se puede inclinar más en algunas ocasiones, dependiendo de la rotación.
Entonces, ¿por qué no se siente la rotación de la Tierra?
De acuerdo con la información entregada a través de a National Geographic, que los seres humanos no sientan en movimiento se debe a que justo en el momento en que nace cada uno, el cuerpo se adapta de inmediato al ligero movimiento que solo llega a ser perceptible en ese momento de la vida y, en solo segundos, se vuelve completamente imposible de sentir.
Ese fenómeno se explica gracias a que la rotación es constante y no se puede relacionar con otro movimiento similar en la Tierra, por lo que el cuerpo no puede volver a sentir nada relacionado.
En el artículo de la revista, los científicos mencionaron que en una menor medida se podría sentir como el mal de Débarquement, el cual es muy común entre las personas que navegan constantemente en el océano y sucede cuando llegan a tierra firme luego de viajes muy largos o mucho tiempo en el mar.
Los síntomas generalmente son desequilibrios, como la sensación del vértigo, que se produce por el movimiento de las olas. La diferencia es que en el caso del barco, la sensación se puede frenar bajándose del mismo y pisando tierra, pero con la tierra es imposible hacer algo similar.
Asimismo, hay un fenómeno llamado ‘Efecto Corolis’, es una condición que se trata de un suceso físico que se produce por la rotación de la Tierra y que afecta el movimiento de los objetos que se encuentran en ella. Una forma de describir ese fenómeno son las corrientes de los océanos y las corrientes muy fuertes de viento.
Otra pregunta muy frecuente entre los curiosos es qué pasaría si entonces se detuviera la tierra por un segundo es que, teniendo en cuenta que la velocidad de rotación 1667 kilómetros por hora, un freno repentino de la rotación terrestre llevaría a que todos los seres vivos y objetos sobre el planeta salieran disparados hacia afuera.
En síntesis, todas las masas de tierra serían expulsadas, sobre todo cualquier cosa que no esté pegada al lecho rocoso, saldría ‘volando’, como por ejemplo los edificios, los carros, los árboles y hasta las rocas.