REPUBLICANOS
Demócratas no logran imponerse en el Senado de los Estados Unidos
Sin embargo, consiguieron mantener su dominio en la Cámara de Representantes. Los republicanos siguen con los principales escaños.
Los demócratas mantuvieron la mayoría en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, pero las esperanzas que tenían de tomar el control en el Senado se fueron desvaneciendo a medida que avanzó el conteo de los votos para Congreso.
Los resultados en la Cámara Baja confirmaron el protagonismo de los demócratas en muchos de los distritos que se llevaron en 2018, aunque se quedaron cortos a la hora de ganar terreno en suburbios y zonas rurales controladas por los republicanos.
Los progresistas buscaban capitalizar el rechazo de una parte de la masa conservadora a la gestión del presidente Donald Trump y penetrar en bastiones republicanos como los cordones residenciales de Phoenix, Omaha, Atlanta o Indianapolis, pero no fue posible.
Pese a ello, Nancy Pelosi, saliente presidenta de la Cámara, celebró los resultados: “Hemos mantenido el liderazgo en el Congreso y ahora, cuando todos los votos estén contados, veremos hasta qué punto nos puede ir mejor”, dijo al tiempo que quiso restarle importancia a la pérdida de escaños. “No se trata solo de la cantidad, sino de la calidad del liderazgo que podemos aportarle al país”.
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Por el lado del Senado, la republicana Susan Collins fue reelegida en su estado natal de Maine, en el noreste de Estados Unidos, con lo que se redujeron aún más las posibilidades de los demócratas de lograr la mayoría y se auguran cuatro años difíciles en Washington ante la posibilidad de que su candidato contrario, Joe Biden, llegue a ocupar la Casa Blanca.
Collins, a veces crítica del presidente republicano Donald Trump, proclamó su victoria este miércoles, pese a que su rival demócrata, Sara Gideon, había salido triunfante en la mayoría de las encuestas, tras recaudar una lluvia de donaciones.
En la Cámara Alta, los demócratas arrebataron dos escaños a los republicanos, en Colorado y Arizona, pero estos últimos equilibraron la balanza al derrotar a un senador en Alabama, conservando al mismo tiempo escaños de legisladores que parecían estar bajo seria amenaza.
Controlar el Senado es vital en la política de Washington, ya que el partido que tenga la bancada mayoritaria elige las leyes que se votan en el pleno y allí también se confirman las nominaciones sugeridas por el Presidente para cargos importantes.
Los conservadores controlan actualmente el Senado, con 53 escaños de un total de 100 y la oposición esperaba conquistar varios de sus lugares que parecían vulnerables.
Pero recibieron resultados decepcionantes en Iowa, Maine y Carolina del Sur. Todas sus -escasas- esperanzas estaban, hasta este miércoles en Carolina del Norte y Georgia, en un escenario que parecía poco probable.
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Dos grandes aliados de Trump fueron reelegidos: el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, y el senador de Carolina del Sur Lindsey Graham, quien enfrentó una dura carrera ante el afroestadounidense Jaime Harrison.
Graham se vio envuelto en una polémica en las últimas semanas después de que supervisara el proceso de nominación de la jueza conservadora Amy Coney Barrett a la Corte Suprema, lo que generó indignación entre los demócratas, que afirmaban que la vacante debía ser llenada por el Gobierno entrante.
Con los republicanos manteniendo el poder en el Senado, si Biden se convierte en el nuevo Presidente no podrá sacar adelante la mayor parte de sus propuestas.
Había muchas expectativas sobre Harrison, ya que las encuestas auguraban una carrera muy ceñida, después de que el demócrata lograra recaudar un récord de donaciones para su campaña.
La senadora de Iowa Joni Ernst, una estrecha aliada del actual Presidente que los demócratas pensaban poder tumbar con un intenso asedio, también defendió su escaño.
Mucho se habló de los nuevos votantes récord en el estado de Texas que podrían cambiar la férrea tradición republicana del estado sureño, pero finalmente el republicano John Cornyn se quedó con ese escaño en la Cámara.
Entre tanto, el exgobernador demócrata de Colorado John Hickenlooper derrotó al actual senador republicano Cory Gardner en su estado, y en Arizona, el exastronauta Mark Kelly derrotó a la senadora republicana y expiloto Martha McSally.
Los conservadores controlan actualmente el Senado, con 53 escaños de un total de 100.
Nuevos perfiles
Los comicios del 3 de noviembre integrarán al Congreso de los Estados Unidos nuevos perfiles, como una senadora transgénero, el primer afrolatino gay, una diputada que adhiere al movimiento QAnon, la primera activista de ‘Black Lives Matter’ y una periodista por la que el expresidente colombiano Álvaro Uribe mostró inclinación.
Sarah McBride se convirtió en la primera senadora estatal abiertamente transgénero de la historia del país, tras lograr un escaño en la Cámara Alta del estado de Delaware. Será además la funcionaria transgénero de más alto rango.
Mientras, Ritchie Torres, demócrata de 32 años y oriundo del Bronx, es el primer afrolatino gay en ser elegido para el Congreso de EE. UU. Aseguró su silla por la Cámara de Representantes del 15° Distrito Congresional de Nueva York, poco después del cierre de las urnas.
Los estadounidenses también eligieron a la primera representante a la Cámara que se adhiere abiertamente al movimiento QAnon, que promueve teorías de la conspiración. Se trata de la republicana Marjorie Taylor Greene.
También, la demócrata Cori Bush se convirtió en la primera activista de ‘Black Lives Matter’ que llega al Congreso federal, después de un año marcado por las protestas encabezadas por ese grupo contra el racismo y los abusos policiales.
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Por su parte, la periodista cubanoamericana María Elvira Salazar, a quien el expresidente Uribe pidió apoyar, ganó con el 51 % de los votos el escaño en la Cámara de Representantes del Distrito 27 en el sur de La Florida.
De otro lado, Madison Cawthorn, con tan solo 25 años recién cumplidos, se convirtió en el miembro más joven de la Cámara de Representantes.
Pero su popularidad no solo se debe a su juventud y físico, sino que además ha sido señalado como supremacista blanco, con ideales de ultraderecha, anti-aborto, pro-armas y se autodenomina conservador constitucional.
Mujeres ganan terreno
Las mujeres que fueron candidatas en las elecciones de Estados Unidos hicieron nuevos avances en numerosos estados, como en el sureño Nuevo México, donde se eligió a un trío de ellas pertenecienes a grupos minoritarios para la Cámara de Representantes.
Las tres electas son Deb Haaland, una demócrata que en 2018 se convirtió en una de las dos primeras mujeres amerindias en el Congreso; la republicana Yvette Herrell, también indígena, y la demócrata Teresa Leger Fernández, de raíces latinoamericanas.
De su lado, Wyoming (noroeste) eligió por primera vez en su historia a una mujer, la republicana Cynthia Lummis, como senadora.
En cuanto al céntrico Misuri, Cori Bush se convirtió en la primera mujer negra en representar a ese estado en el Congreso de los Estados Unidos.