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Diplomáticos argentinos salen de Venezuela, ¿quién custodiará a los asilados por la embajada?
El gobierno venezolano conminó al personal diplomático de Argentina y otras seis naciones latinoamericanas a que abandonaran el país.
Los presidentes Javier Milei y Luiz Inácio Lula Da Silva dejaron a un lado las diferencias ideológicas que los han distanciado y acordaron que desde ahora la embajada de Argentina en Caracas quedará bajo custodia de Brasil, incluida la protección de los seis opositores venezolanos asilados.
La cancillería argentina anunció este 1 de agosto que los funcionarios diplomáticos argentinos en Venezuela abandonarán el país, tal como exigió días atrás el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro, y que Brasil custodiará los locales de la misión argentina en Caracas, “incluyendo la embajada y la residencia oficial, sus bienes y archivos, así como también la protección de sus intereses”.
La decisión a la que ambos países llegaron previa solicitud del gobierno de Milei “involucra a los asilados políticos de la oposición venezolana” que se encuentran bajo protección en la residencia en Caracas desde el 20 de marzo y se vieron privados de salir del país junto al personal diplomático " por “el incumplimiento del gobierno de la República Bolivariana de la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático”, acotó el comunicado.
El gobierno venezolano conminó al personal diplomático de Argentina y otras seis naciones latinoamericanas a que abandonaran el país en 72 horas luego de sus cuestionamientos por la proclamación de Maduro como ganador de las elecciones del domingo sin haber dado a conocer el escrutinio de los votos.
Milei, un ultraderechista que mantiene una ríspida relación con Lula, valoró positivamente su gesto. “Agradezco enormemente la disposición de Brasil a hacerse cargo de la custodia de la embajada argentina en Venezuela. También agradecemos la representación momentánea de los intereses de la República Argentina y sus ciudadanos allí”, expresó en su cuenta de X, antes Twitter.
Milei añadió que la partida del personal diplomático argentino fue “como represalia del dictador Maduro por la condena que hicimos del fraude que perpetraron el domingo último”.
“No tengo dudas que pronto reabriremos nuestra embajada en una Venezuela libre y democrática”, sostuvo el mandatario, quien también se ha dirigido públicamente y en duros términos hacia el dirigente izquierdista venezolano en sucesivas oportunidades.
La presión extranjera se ha ido incrementando en contra de Maduro luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) lo proclamó oficialmente ganador de los comicios por 51% de los votos respecto de 44% del candidato opositor Edmundo González, un resultado desconocido por la oposición venezolana y varios países.
La tensión llegó al punto de que el gobierno venezolano decidió la expulsión de los diplomáticos de Argentina, Chile, Costa Rica, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay alegando “las injerencistas acciones” de esos países a la hora de desconocer los resultados electorales.
El portavoz presidencial argentino Manuel Adorni señaló a periodistas que “claramente sí sentimos que (los venezolanos asilados) van a estar a resguardo”.
El vocero puntualizó además que “no hay, ni nunca hubo, ni habrá... un conflicto diplomático con Brasil” y que la relación “en términos diplomáticos y en términos comerciales es alucinante”. Adorni agregó, en referencia a las fuertes discrepancias políticas entre Milei y Lula, que “lo demás son cuestiones de otra índole”.
El gobierno no quiso detallar cómo regresarán los diplomáticos argentinos, dado que los vuelos entre Argentina y Venezuela están suspendidos. Medios de prensa señalaron que lo harán mediante escalas previas en Portugal y España y que arribarían el sábado.
Por su lado, el vicecanciller argentino Leopoldo Sahores indicó que los funcionarios diplomáticos argentinos seguirán manteniendo comunicaciones con los asilados. “La interacción la seguimos teniendo nosotros, aunque el personal no esté físicamente allí. Lo vamos a hacer desde aquí (Buenos Aires), por supuesto, coordinando todo con Brasil”, explicó Sahores.
La bandera de Brasil fue izada en el predio de la sede en la que hasta la fecha funcionaba la delegación argentina y trabajaban funcionarios diplomáticos, consulares y agregados de defensa.
Los asilados que se encuentran allí —colaboradores de la campaña electoral de González y de la líder opositora María Corina Machado— denunciaron en los últimos días que la residencia oficial argentina fue asediada por la policía venezolana. Pedro Urruchurtu, uno de ellos, publicó en X imágenes de automóviles de las fuerzas de seguridad en las cercanías y denunció el corte del suministro eléctrico en la sede.
Machado agradeció por su lado en su cuenta de X la disposición de Brasil en preservar “la integridad física de nuestros compañeros asilados” y consideró que eso “podría contribuir a avanzar en un proceso de negociación constructiva y efectiva como el que Brasil ha respaldado”.
Según el gobierno venezolano, los opositores asilados estarían vinculados con una presunta trama para generar violencia de la que no ha presentado pruebas.
Argentina ha cuestionado que Venezuela les haya negado reiteradamente los salvoconductos necesarios para que pudieran salir del país.
El gobierno de Lula custodiará la misión diplomática basándose en los términos contemplados en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 y la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 1963.
*Con información de AP.
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