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Familia de Gabriel García Márquez donó 300 libros de su biblioteca al Instituto Cervantes de París
Las obras de reconocidos escritores que permanecían en un apartamento de Gabo en París, fueron recibidos por el Instituto.
Un total de 300 libros de la biblioteca personal del escritor colombiano Gabriel García Márquez que permanecían desde hacía años en París fueron donados al Instituto Cervantes de la capital francesa, informó un comunicado este jueves.
Gonzalo García Barcha, hijo del autor del mundialmente conocido libro ‘Cien años de soledad’, hizo entrega de los libros en un acto en el Instituto, en presencia del embajador colombiano, Alfonso Prada, y del director del Instituto Cervantes, Luis García Montero.
“Este legado incluye obras de escritores como Mario Vargas Llosa, Roberto Bolaño, Álvaro Mutis, Horacio Quiroga, Juan Rulfo o Stefan Zweig, además de títulos como El Conde de Lucanor o una colección de Clásicos Castellanos de Espasa Calpe que García Márquez pidió a la agente literaria Carmen Balcells, así como traducciones a diversos idiomas de las novelas del propio novelista colombiano”, indicó el Instituto Cervantes a través de un comunicado.
La colección será preservada en una sección especial de la biblioteca Octavio Paz del centro parisino.
Cabe resaltar que los libros permanecían en el apartamento que la familia García Márquez tenía aún en la capital francesa, y que acaba de ser vendido.
Gonzalo García Barcha dijo que estas obras las guardaba su padre en su vivienda de la Rue de Montalembert, en el séptimo distrito de París, por lo que la familia decidió donarlos en su memoria.
“Nos parecía una lástima perder estos libros que vivieron en un lugar ligeramente conspirativo, pero sobre todo de gran alegría. Allí aprendimos que la cultura no es los grandes teatros, ni los grandes cines, ni las grandes ceremonias, sino algo que se vive en la sobremesa de la casa”, declaró Gonzalo García Barcha.
Por su parte, el director del Cervantes reconoció “estar emocionado por participar en este acto en torno a una persona por la que sintió gran admiración por su literatura y su obra y, además, tuvo la ocasión de conocer. A veces, la admiración también tiene que ver con el respeto”, sostuvo el Instituto Cervantes.
Cabe recordar que Gabriel García Márquez viajó a Europa en 1955 y vivió como periodista entre Ginebra, Roma y París. En la capital francesa sobrevivió con dificultades, y gracias en parte a la ayuda de los amigos. Fue en la capital francesa donde se gestó “El coronel no tiene quien le escriba” (1961) y “La mala hora” (1962).
García Márquez abandonó París en 1958, aunque volvió a vivir allí durante temporadas.