FRANCIA
Francia impone millonaria multa a Google por retribución por uso de contenidos de prensa
El conflicto entre Google y los editores de prensa franceses radica en los derechos que la compañía estadounidense debe pagar por los contenidos que aparecen en las páginas de resultados cuando se realiza una búsqueda.
La Autoridad de la Competencia francesa impuso este martes una multa de 500 millones de euros a Google por no haber negociado de "buena fe" la aplicación de los llamados derechos afines, la retribución a los editores de prensa por el uso de sus contenidos.
"Es la multa más alta" impuesta por este organismo francés por no respetar una de sus decisiones, indicó la presidenta de la Autoridad de la Competencia, Isabelle De Silva.
"Queríamos marcar la gravedad" del incumplimiento de las obligaciones de Google, justificó De Silva.
La Autoridad de la Competencia también ordenó a Google que "presente una oferta de remuneración para la utilización actual de sus contenidos protegidos" a los editores y agencias de prensa, ya que en caso contrario "podrá ser objeto de multas de hasta 900.000 euros por día de retraso".
"Estamos muy decepcionados por esta decisión porque actuamos de buena fe durante todas las negociaciones. Esta multa no refleja los esfuerzos que se han realizado ni la realidad del uso de los contenidos de actualidad en nuestra plataforma", reaccionó un portavoz de Google, en un mensaje enviado a la AFP.
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"Estrategia deliberada y sistemática"
Pero para la Autoridad de la Competencia francesa, "el comportamiento de Google es una estrategia deliberada, elaborada y sistemática de incumplimiento" del requerimiento de negociar de buena fe, justificó en un comunicado.
Por ejemplo, "no se puede considerar que las negociaciones de Google con los editores y las agencias de noticias se hayan llevado a cabo de buena fe".
La decisión era muy esperada, ya que es la primera que toma una autoridad reguladora en materia de derechos afines, tras la legislación europea de 2019, que Francia fue la primera en incorporar.
El conflicto entre Google y los editores de prensa franceses radica en los derechos que la compañía estadounidense debe pagar por los contenidos (fragmentos de artículos, fotos, vídeos, infografía) que aparecen en las páginas de resultados cuando el internauta realiza una búsqueda.
Al principio Google era reacio a estos "derechos relacionados con los derechos de autor" e intentó obligar a los editores a cederle el derecho a utilizar gratuitamente sus contenidos.
El motor de búsqueda estimaba que los editores ya cobraban lo suficiente por el tráfico que generaba hacia sus páginas web.
Nueva postura
Ante el rechazo de Google a negociar una remuneración, los editores de prensa y las agencias de noticias, como la Agencia France-Presse (AFP), recurrieron a la Autoridad de la Competencia a finales de 2019 por "abuso de posición dominante".
En abril de 2020, la Autoridad impuso "medidas de urgencia" a Google, o sea la obligación de negociar "de buena fe" una retribución a los editores de prensa.
En septiembre del año pasado, los editores de prensa y la AFP recurrieron a la autoridad de competencia de nuevo por considerar que Google no estaba respetando sus obligaciones.
Sin embargo, el gigante estadounidense ha cambiado su posición desde el inicio del asunto y ya no muestra una hostilidad radical hacia los derechos afines.
A mediados de enero de 2021, la Alianza de Prensa de Información General (APIG, que representa sobre todo a los periódicos nacionales y regionales) y Google anunciaron un acuerdo marco que allana el camino para una remuneración a los diarios.
Por otra parte, Google y la Agencia France-Presse están "cerca de llegar a un acuerdo" sobre la cuestión de los derechos afines, indicaron este martes el presidente director-general de la AFP Fabrice Fries y el director general de Google France Sébastien Missoffe, en declaraciones transmitidas de manera conjunta a la AFP.
Las decisiones de la Autoridad de la Competencia francesa pueden tener una influencia global.
El 7 de junio una decisión del gendarme francés en otro ámbito, la publicidad en la red -con una multa de 220 millones de euros (261 millones de dólares)-, llevó a Google a reformar algunas de sus prácticas a escala mundial.