GUERRA
Hoy se conmemoran los 100 años del final de la Primera Guerra Mundial
Con una ceremonia presidida por el príncipe Carlos, heredero de la corona británica, se depositaron ofrendas florales y se guardó dos minutos de silencio.
El príncipe Carlos, heredero de la corona británica, presidió este domingo en Londres la ceremonia en honor de los caídos en la Primera Guerra Mundial, con motivo de recordarse los cien años del final de la Gran Guerra, en presencia por primera vez del presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier.
En una solemne ceremonia, la reina Isabel II, de 92 años, siguió el evento desde un balcón de un edificio ante el cenotafio, en el centro de Londres, construido para recordar a los caídos.
La soberana observó el momento en el que el príncipe de Gales colocó una corona de amapolas en su nombre ante el monumento, ubicado en la zona gubernamental de Londres.
Después, el presidente alemán colocó una ofrenda floral en nombre de su país, tras lo cual el príncipe Carlos hizo su propia ofrenda, seguido de otros miembros de la familia real, entre ellos el duque de Cambridge -segundo en la línea de sucesión al trono-.
El heredero de la corona depositó una ofrenda de amapolas en nombre de su padre, el duque de Edimburgo, quien, a sus 97 años, se ha retirado de la vida pública.
También depositaron ofrendas florales la primera ministra británica, la conservadora Theresa May, y el líder de la oposición laborista del Reino Unido, Jeremy Corbyn.
Además, estuvieron presentes exprimeros ministros, entre ellos Tony Blair, Gordon Brown y John Major.
Antes de colocarse las coronas de amapolas, todos los asistentes guardaron dos minutos de silencio cuando el reloj Big Ben tocó las campanadas a las 11.00 GMT.
La reina estuvo en el balcón acompañada por Camilla, duquesa de Cornualles, esposa del príncipe de Gales; y la duquesa de Cambridge, Catalina, mujer del príncipe Guillermo.
A la ceremonia de este domingo asistieron representantes de las fuerzas armadas y de numerosos países, mientras que miles de personas se congregaron este año en el centro de Londres por tratarse de los cien años del fin de la Gran Guerra.
Como cada año por esta época, el Reino Unido recuerda el Armisticio -sellado en la undécima hora, del undécimo día, del undécimo mes de 1918-, y se honra a los miembros de las fuerzas armadas caídos en todos los conflictos desde la I Guerra Mundial.
Es tradición en el país que los ciudadanos porten también desde finales de octubre hasta hoy el simbólico "Poppy" -un pequeño broche rojo en forma de amapola-, con el que se rinde tributo a militares y excombatientes británicos.
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