Impactante alerta de la Nasa: un nuevo planeta podría destruir la Tierra

La Nasa emitió una advertencia acerca de un cuerpo rocoso que se aproximará a nuestro planeta este mes. Este objeto se conoce como “asteroide 2023 CL3″ y podría representar un peligro potencial, ya que la Tierra no está preparada para hacer frente a este tipo de eventos catastróficos.

La Nasa ha agregado el asteroide 2023 CL3 a su lista de objetos espaciales cercanos a la Tierra que requieren estudio. Este cuerpo está compuesto por rocas espaciales y debe ser monitoreado de cerca.

Se estima que el 24 de mayo, el asteroide 2023 CL3 pasará a una distancia de aproximadamente 7,2 millones de kilómetros de la Tierra a una alta velocidad.

La alerta se debe a que una roca espacial de este tamaño podría tener graves consecuencias si impacta contra nuestro planeta, por lo que se considera “potencialmente peligroso” por parte de las agencias espaciales.

Recientemente, científicos de la Nasa que trabajan en la misión de la nave espacial Voyager han realizado análisis que sugieren la presencia de posibles océanos gigantes en las cuatro lunas más grandes de Urano.

Urano es el tercer planeta más grande del Sistema Solar y, según este nuevo informe, se cree que estas lunas, llamadas Ariel, Umbriel, Titania, Oberón y Miranda, podrían tener una capa oceánica debajo de sus superficies heladas.

Este estudio es considerado único, ya que proporciona detalles sobre la evolución de la composición interior y la estructura de estas lunas de Urano. Según la Nasa, se estima que cuatro de ellas albergan océanos con una profundidad de varios kilómetros.

El descubrimiento de los posibles océanos en las lunas de Urano fue posible gracias a un modelo desarrollado por un grupo de investigadores de la Nasa para medir la porosidad de las superficies lunares.

Según los resultados, estas lunas tienen suficiente aislamiento térmico para retener el calor interno necesario para albergar un océano. La autora principal del estudio, la científica planetaria especializada en objetos ricos en agua, Julie Castillo-Rogez, explicó que este descubrimiento es importante porque muestra que hay mecanismos en juego que aún no se comprenden por completo.

A pesar de que los científicos planetarios han encontrado evidencia previa de océanos en lugares poco probables en cuerpos pequeños del Sistema Solar, el estudio se enfoca en explorar los mecanismos detrás de este fenómeno y su relevancia para otros cuerpos del Sistema Solar que también podrían tener agua pero con un calor interno limitado.

El estudio también tomó en cuenta los datos recopilados durante los sobrevuelos de Urano realizados por la misión Voyager 2 de la Nasa en 1980. Utilizando estos datos, el grupo de científicos desarrolló modelos informáticos que se basaron en los hallazgos de otras misiones espaciales, como Galileo, Cassini, Dawn y New Horizons, que también descubrieron “mundos oceánicos”.

Estas misiones proporcionaron valiosos datos sobre otros cuerpos celestes que albergan océanos, y esos conocimientos fueron utilizados para comprender mejor las características y las posibles condiciones oceánicas en las lunas de Urano. La integración de estos datos y modelos permitió a los científicos obtener una visión más completa de la posible existencia de océanos en estas lunas.

Además, se incluyeron en el estudio las lunas Encélado y Caronte de Saturno, así como Ceres y Plutón, debido a los hallazgos químicos y geológicos que se han realizado en relación con estos cuerpos helados. Estas lunas comparten características similares en tamaño con las lunas de Urano, lo que las convierte en candidatas relevantes para investigar la existencia de océanos y comprender los mecanismos que podrían estar en juego. Al analizar la composición química y estudiar la geología de estos cuerpos celestes, se puede obtener una mejor comprensión de los procesos internos y las condiciones que podrían permitir la presencia de océanos en las lunas de Urano.