Mundo
Impactante: cientos de delfines aparecen muertos por ola de calor en el Amazonas
Se han registrado aguas de 40ºC a tres metros de profundidad.
El Instituto de Desarrollo Sostenible Mamirauá, una organización estatal brasileña, ha informado del hallazgo de al menos 110 delfines de río en el lago Tefé, posiblemente como consecuencia de la ola de calor que afecta a la región.
En la última semana, se han recogido más de un centenar de ejemplares de delfín rosado y de tucuxi, y se ha registrado un importante incremento de la temperatura del agua, que ha provocado la muerte de peces que eran el sustento de los delfines.
En concreto se han registrado aguas de 40ºC a tres metros de profundidad, muy por encima de la temperatura media de 32ºC del registro histórico, informa la cadena brasileña G1.
“Es algo inédito. Jamás hemos visto la muerte de delfines relacionada con la temperatura”, ha explicado la jefa de investigación del Instituto, Miriam Marmontel.
Frente a esto, el presidente Petro se pronunció a través de su cuenta de Twitter, “La sequía mató hasta los delfines rosados en los ríos de la selva amazónica. Escuche varios críticos pidiéndole a la Corte constitucional derogar el decreto de emergencia en la Guajira. La sequía va en serio y nunca antes la habíamos vivido según muestran los cuadros de probabilidades. Toda Colombia debe alistarse”.
La sequía mató hasta los delfines rosados en los rios de la selva amazónica.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) September 30, 2023
Escuche varios críticos pidiendole a la Corte constitucional derogar el decreto de emergencia en la Guajira. La sequía va en serio y nunca antes la habíamos vivido según muestran los cuadros de… https://t.co/uyD2PCpJX2
El último censo de delfines realizado hace algunos años estimaba en entre 800 y 900 la población de delfines rosados y en 500 la de los tucuxis, por lo que la cifra de animales fallecidos es aún más preocupante debido a que se trata de especies que se reproducen lentamente.
Las necropsias no han revelado ninguna causa evidente de la muerte y los animales aparentemente estaban saludables, sin marcas de redes de pesca o lesiones. Por ello la hipótesis más plausible es la proliferación de algún patógeno por el calentamiento del agua que podría causar el comportamiento errático y confuso detectado.
La ONG ecologista WWF han denunciado que estas muertes son un indicio del agravamiento de la crisis climática. Igualmente, ha apuntado al impacto de las presas hidroeléctricas construidas, la contaminación por mercurio o los conflictos con pescadores.
Además, ha resaltado que se ha iniciado un trabajo para trasladar a animales desde zonas de riesgo a zonas con la profundidad necesaria y la temperatura del agua más moderada.
La sequía perturba la Amazonía
No lejos del turístico lugar donde se encuentran las aguas negras del Río Negro y las aguas marrones del Solimoes, dos de los principales afluentes del Amazonas brasileño, un lago desapareció dejando una gran extensión de suelo agrietado.
Sólo queda un pequeño arroyo donde estaba el Lago do Aleixo, ahora símbolo de la gravedad de la sequía que afecta al estado de Amazonas (norte) y a su capital, Manaos, la principal urbe de la Amazonía brasileña.
Sobre el estrecho hilo de agua, un hombre sin camisa empuja trabajosamente una canoa en la que transporta un refrigerador. El agua apenas le llega a las rodillas.
Alrededor se puede ver el borde de la mayor selva tropical del planeta.
“No tenemos adónde ir, así que nos quedaremos aquí hasta que vuelva el agua”, dice mientras mira con tristeza su casa flotante de madera atrapada en el barro.
“Antes se aguantaba bien (flotando en el lago), ahora está toda dañada”, dice esta mujer de pelo rizado y canoso recogido en un moño.
Un gran barco de dos pisos destinado al transporte de decenas de pasajeros está claramente inclinado hacia un lado. En un costado lleva su nombre: “Vitória de Jesus” (Victoria de Jesús).
En Amazonas, un estado con 4 millones de habitantes, entre ellos un gran número de indígenas, el bajísimo nivel de los cursos de agua ha provocado la muerte de miles de peces y decenas de delfines rosados amazónicos.
La región sufre actualmente el fenómeno de El Niño, que reduce la formación de nubes y, por tanto, las lluvias, y cuyos efectos son cada vez más intensos, en un Brasil particularmente “vulnerable” al cambio climático, según Silva.
*Con información de Colprensa y AFP.