Mundo
Indocumentados en EE.UU. en problemas: ¿Cambia el mundo con el triunfo de Donald Trump?
Se espera que exija una salida democrática para Venezuela, así como un plan que ponga fin a la guerra entre Rusia y Ucrania. Bajan tensiones con China.
La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos por segunda ocasión implica cambios en las relaciones internacionales y la configuración del mundo. En el caso de Venezuela, por ejemplo, se espera que el nuevo presidente de la nación más poderosa busque un contacto directo con Nicolás Maduro, e intente una salida democrática como se está exigiendo a nivel internacional, con un condicionante de por medio: el petróleo y la crisis energética generada tras la guerra entre Rusia y Ucrania.
“Por la campaña que hizo Trump, se puede deducir que va a intentar algo audaz para forzar negociaciones tanto con Venezuela, como con Cuba. Tenemos que recordar que es un compromiso que él asumió en su campaña y en sus discursos. Dijo incluso que frente a Venezuela buscaría una solución definitiva, así que tiene que salir con algo en ese sentido”, comenta el analista y profesor de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad del Rosario, Enrique Serrano.
El triunfo de Trump en las elecciones fue de hecho celebrado por la mayoría de los migrantes venezolanos en Estados Unidos, que tienen la esperanza de que con Trump en el poder, caiga el chavismo.
En su primer gobierno (2017-2021), Trump precisamente encabezó una ofensiva internacional contra Maduro, en una estrategia en la que impuso sanciones. Sin embargo ahora hay algo más en la ecuación, y es la necesidad de petróleo.
“Cuando Joe Biden se acercó a Venezuela, lo hizo en buena medida porque Rusia sacó del mercado 11 millones de barriles diarios, lo que hizo que Estados Unidos cambiara su postura radicalmente. Frente a Arabia Saudita sucedió lo mismo. Cuando llega Biden, tuvo una relación fría con los saudís, pero surgida la guerra entre Rusia y Ucrania y la crisis energética, debió acercarse tanto a los saudíes como a Venezuela. Así que ahora, con Trump, todo depende que se destrabe el tema del petróleo, pero eso no va a ocurrir de la noche a la mañana. El petróleo es un condicionante”, comenta el profesor Jaramillo.
Enseguida agrega: " En el caso exclusivo de Maduro, yo no creo que Trump repita lo que se hizo con el cerco diplomático y demás. No creo que Trump se desgaste con el tema. Aunque no descartaría un encuentro directo con Maduro teniendo en cuenta que Trump es un tipo disruptivo, que no cree en las formas diplomáticas, que piensa fuera de la caja para bien y para mal, entonces no descartaría que hable directamente con Maduro. Pero no creo que vaya a reditar la idea de las sanciones, que no han tenido ningún asomo de efecto”.
Habrá más claridad sobre el futuro de la relación Trump-Maduro cuando el republicano anuncie su equipo de asuntos exteriores, dijo por su parte Christopher Sabatini, investigador para América Latina del centro de análisis británico Chatham House.
Rusia y Ucrania
Otro aspecto clave para el mundo es la posición que tomaría Trump en el conflicto entre Rusia y Ucrania. No son pocos los estadounidense que no ven con buenos ojos que, cuando la economía no crece al ritmo esperado, Estados Unidos siga donando millones de dólares al gobierno del presidente ucraniano Volodímir Zelenski, sin que hasta el momento exista una esperanza de una solución definitiva a la guerra que además de dólares ha costado sangre.
Lo que se cree es que Trump intentará un encuentro con Putin y Zelenski, para buscar un acuerdo que le ponga fin al conflicto y le catapulte su imagen como líder internacional.
Ya lo dejaron saber tanto el presidente ruso, Vladimir Putin, como Donald Trump: el pasado jueves aseguraron que están dispuestos “a retomar el contacto”.
Finalmente, como lo comenta el profesor Mauricio Jaramillo, “hay química” entre ellos, pues en el fondo sus personalidades se parecen.
“Frente al conflicto entre Rusia y Ucrania, yo creo que sí va a darse un cambio con Trump, no sé si tan radical como la gente lo espera, pero sí hace parte de sus promesas. Trump sabe que si encuentra una salida a ese conflicto, se dispara su legitimidad interna”, explica el profesor Jaramillo.
Tensiones con China
En su primer mandato, Trump tuvo varias tensiones con China que lo que se conoció como la ‘guerra comercial’. Joe Biden, por su parte, avivó esos conflictos cuando anunció que defendería a Taiwán en caso de que la isla fuera tomada por China. ¿Cambia esa tensión con el regreso de Trump?
Para los analistas, al parecer sí, sobre todo porque la China en el primer mandato de Trump es muy distinta a la de ahora. “Después de muchos reveses, China entiende que es mejor estar con Estados Unidos, que contra Estados Unidos, es una China más débil, luego en mi concepto en esta nueva etapa habrá una especie de diplomacia secreta que logre pactos para que China no amenace a Taiwán y viceversa. Frente a la guerra comercial, ya en este punto se entendió que las diferencias, aunque se mantienen, es mejor que las resuelva el sistema, el mercado, y no la diplomacia, que resulta muy costoso”, dice el internacionalista Enrique Serrano.
En su momento, Trump y Biden subieron aranceles a los productos chinos, algo que se teme que se repita, aunque las tensiones con la nación asiática han bajado.
China de hecho dijo esta semana que “no habría ganadores en una guerra comercial”, luego de la reelección Donald Trump. El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Mao Ning, afirmó que sus países “deben llevarse bien en la nueva era”.
“Se debe reforzar el diálogo y la comunicación, gestionar adecuadamente las diferencias, expandir la cooperación mutuamente beneficiosa y encontrar la manera correcta para que China y Estados Unidos se lleven bien. La historia ha demostrado que China y Estados Unidos se benefician de la cooperación y sufren con la confrontación. Una relación estable, sana y sostenible entre China y Estados Unidos es el interés compartido de ambos países”, agregó.
¿Problemas para los migrantes?
Así lo concluye el profesor Mauricio Jaramillo. “Los discursos de Trump son antiderechos, es decir pro armas, desmontar el sistema de ayudas, de subsidios, seguridad social, el ‘Obamacare’. En cuanto a la migración, ya sabemos lo que va a hacer y será peor que su primera presidencia, cuando lo que hizo fue congelar los procesos de naturalización, el que está esperando la residencia, la ciudadanía, tendrá problemas. Y va a tratar de imponer vetos migratorios sobre todo contra los musulmanes. La gente en Colombia me pregunta si con Trump será más difícil sacar la visa. Para alguien que quiera ir a Disney el proceso para sacar la visa es igual, el presidente no se mete. Lo que sí va a pasar es que los procesos de naturalización se van a detener. En materia migratoria se viene una época muy difícil para el mundo”.
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