Líderes mundiales
Líderes del G7 crean nuevas sanciones contra Rusia, e instan a China a “presionar” para que este cese su agresión contra Ucrania
Las nuevas sanciones incluyen también restricciones a las exportaciones de bienes y productos necesarios para sus capacidades de combate.
Con una nueva reunión del G7, líderes de las siete potencias del mundo (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), dieron a conocer esta semana un paquete de nuevas sanciones a Rusia, esto con el fin de “privar a ese país de la tecnología, el equipamiento industrial y los servicios del G7 que sostienen su maquinaria de guerra en Ucrania”.
Las nuevas sanciones incluyen restricciones desde Japón, a las exportaciones de bienes “críticos para Rusia en el campo de batalla”, así como la sanción a Moscú por parte de Estados Unidos, por enviar productos necesarios para sus capacidades de combate.
Otro de los países que también hizo lo propio fue Reino Unido, quien anunció medidas contra el sector minero ruso. Sobre este punto, el G7 se comprometió igualmente a “restringir el comercio y el uso de diamantes extraídos, tratados o producidos en Rusia”.
No obstante, desde Washington se confirmó el viernes que se permitirá que otros países puedan suministrar a Kiev aviones de combate F-16, de fabricación estadounidense. El consejero de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, indicó que Estados Unidos apoyará una iniciativa común de sus aliados para formar a pilotos ucranianos en estos aviones.
Durante los largos meses de entrenamiento, los occidentales decidirán el calendario de entrega de los aviones, su cantidad y los países que los suministrarán.
Así, los dirigentes del G7 instaron este sábado a China, aliado cercano de Moscú que nunca condenó la invasión, a “presionar a Rusia para que cese su agresión” contra Ucrania y “retire inmediatamente, totalmente y sin condiciones sus tropas”.
Zelenski se reúne con líderes del G7, que urgen a China a “presionar” a Rusia
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se reunió este sábado con distintos dirigentes mundiales tras su llegada a Hiroshima para la cumbre del G7. El dirigente Ucraniano llegó a la ciudad japonesa en un avión oficial francés y poco después de aterrizar tuiteó que la paz estará “más cerca” tras esta cumbre, un día después de conseguir que Estados Unidos abra la vía para autorizar la entrega de aviones caza F-16 a Ucrania.
Así, el dirigente de ese país intenta ampliar el círculo de apoyo a Ucrania, por lo que se reunió desde su llegada a la cumbre con el primer ministro británico Rishi Sunak, el jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz, el primer ministro indio Narendra Modi -cuyo país se niega a condenar la agresión rusa en Ucrania, que empezó en febrero de 2022- y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Su presencia en Hiroshima “puede cambiar el juego” para Kiev, afirmó el presidente francés Emmanuel Macron antes de una reunión entre los dos jefes de Estado.
La cumbre de las siete economías más industrializadas (Estados Unidos, Canadá, Japón, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia) es según Macron una “ocasión única” para que Zelenski converse con sus aliados, pero también con los dirigentes de otros países invitados, como India o Brasil.
Por su parte, Modi aseguró que India hará “todo lo posible” para resolver el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Una fuente diplomática afirmó que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, también tenía previsto hablar con Zelenski, tras haber acusado a los occidentales de “alentar la guerra”.
Zelenski también debe reunirse con el presidente estadounidense, Joe Biden, y con el primer ministro japonés, Fumio Kishida.
El viernes, de camino a Japón, el presidente ucraniano hizo escala en Arabia Saudita, para pedir apoyo a su país durante una cumbre de la Liga Árabe.
Críticas de Moscú y Pekín
En Hiroshima, víctima en 1945 del primer bombardeo atómico de la historia, los dirigentes del G7 manifestaron su “oposición” a cualquier “militarización” china en la región Asia-Pacífico, en un comunicado.
También aseguraron que no existe “fundamento jurídico” para las “reivindicaciones marítimas expansivas” de China.
Pero también señalaron querer “relaciones constructivas y estables” con el gigante asiático, subrayando “la importancia de comprometernos con franqueza”.
Además, reiteraron que la “paz y la estabilidad” en el estrecho de Taiwán es “indispensable” para la seguridad mundial.
Esta declaración es el fruto de negociaciones entre países como Estados Unidos, que defiende una posición más firme, y otros del lado europeo que insisten en evitar todo clima de “confrontación”.
El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, acusó a los dirigentes del G7 de querer “contener” a la vez a Rusia y a China, y Pekín manifestó su “fuerte descontento” tras la publicación del comunicado final.
Los países del G7, que persiguen diversificar sus cadenas de abastecimiento para depender menos de otros países como China, alzaron el tono contra cualquier intento de “coacción económica”, en una alusión implícita a Pekín.
Con información de AFP y El País
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