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Lula arremetió contra la desigualdad mundial y reclamó un “diálogo” para resolver el conflicto en Ucrania
Lula arremetió contra la desigualdad mundial y reclamó un diálogo para resolver el conflicto en Ucrania
El presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, pidió este martes en la Asamblea General de la ONU “diálogo” para resolver el conflicto de Ucrania, en un discurso en el que arremetió contra las desigualdades mundiales y la falta de voluntad política para resolverlas.
Cuando se cumplen 20 años desde que acudió por primera vez a la tribuna de la Asamblea General de la ONU, Lula recordó que el conflicto en Ucrania muestra “nuestra incapacidad colectiva para hacer aplicar los objetivos y principios de la Carta de Naciones Unidas”.
“No subestimamos las dificultades para alcanzar la paz”, dijo. “Ninguna solución será duradera, sin diálogo”, por lo que es necesario “crear espacio para las negociaciones”, advirtió el mandatario brasileño, que el miércoles se reunirá por primera vez con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski al margen de la asamblea.
Las relaciones entre Brasil y Ucrania han sido tensas después de que Lula afirmara el año pasado en una entrevista que su par ucraniano era “tan responsable como (el presidente ruso Vladimir) Putin” de la guerra y se negara, ya como presidente, a suministrarle armas, como han hecho otros países occidentales.
Brasil ha buscado colocarse como negociador en la guerra de Ucrania, sin tomar partido por ninguna de las partes, después de que su posición inicial le valiera las críticas de Occidente, en particular de Estados Unidos, que lo ha acusado de “repetir como un loro la propaganda rusa y china”.
“Los conflictos armados son una afrenta a la racionalidad humana”, dijo Lula desde la tribuna de la Asamblea General en un discurso muy político, que fue interrumpido varias veces por los aplausos.
El presidente recordó que el año pasado los gastos militares a nivel mundial sumaron más de dos billones de dólares y en armamento nuclear llegaron a los 83.000 millones de dólares, un valor 20 veces superior al presupuesto de la ONU, mientras que las injusticias subsisten en un mundo donde el hambre afecta a 735 millones de personas que “esta noche van a dormir sin saber si tendrán algo que comer mañana”.
Vencer la resignación
Durante la presidencia de Brasil del G20 el próximo año, el combate a las desigualdades centrará la agenda del selecto club, anunció Lula.
La crisis climática “llama a nuestras puertas, destruye nuestras casas, nuestras ciudades, nuestros países e impone la pérdida y el sufrimiento (…) sobre todo a los más pobres”, alertó.
Sin embargo, la acción más ambiciosa de la ONU para corregir estas desigualdades, como es la agenda 2030 con sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), “se puede transformar en su mayor fracaso”, añadió.
“Falta voluntad política” de los que gobiernan el mundo para eliminar las desigualdades, dijo antes de recordar que los 10 mayores millonarios del planeta, tienen más riqueza que el 40% más pobre.
“Es necesario (…) vencer la resignación que nos hace aceptar esta injusticia como un fenómeno natural”, aseguró.
La desigualdad está en la “raíz” de los “múltiples desequilibrios y simultáneos” que vive el planeta, como el covid-19, la crisis climática y la inseguridad alimentaria, que son, a su juicio, “los principales desafíos mundiales”.
Su gobierno, aseguró, va a trabajar para “reconstruir un país soberano, justo, sostenible, solidario, generoso y alegre”.
“Para reducir las desigualdades dentro de los países es necesario incluir a los pobres en el presupuesto nacional y hacer que los ricos paguen impuestos proporcionales a su patrimonio”, agregó.
“Amazonía habla por sí misma”
Durante su mandato, la preservación de la selva amazónica será una prioridad. En los primeros ocho meses de su gobierno la tala se ha reducido en un 48%, recordó.
Unos 50 millones de personas de 9 países comparten este pulmón del planeta cuyo futuro “depende la acción decisiva y coordinada”.
Junto a otras naciones que albergan bosques tropicales de África y Asia, los países amazónicos quieren llegar a la COP28 en Dubái con una visión conjunta que refleje, sin tutelas, las prioridades de la preservación de las cuencas amazónicas de Congo y de Borneo--Mekong.
“El mundo entero siempre habló de la Amazonía. Ahora, la Amazonía está hablando por sí misma”, concluyó Lula.
Con información de AFP
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