ECUADOR
Manifestantes y gobierno inician diálogos sin horizonte claro en Ecuador
Dirigentes de la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), incluido su presidente, Leonidas Iza, se reunieron durante más de seis horas con una delegación oficial liderada por el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez.
Líderes indígenas y del gobierno de Ecuador sostuvieron este lunes el primer cara a cara tras dos semanas de un estallido social contra el elevado costo de vida, sin llegar a acuerdos claros que permitan desactivar la crisis.
Dirigentes de la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), incluido su presidente, Leonidas Iza, se reunieron durante más de seis horas con una delegación oficial liderada por el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez.
Jiménez anunció que se lograron "resultados", sin dar más detalles.
"No provoquemos más de manera que podamos tener un buen fin", dijo Iza.
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El encuentro tuvo lugar en la Basílica del Voto Nacional de Quito, en presencia de representantes de la Iglesia, el Congreso y otras instituciones y organizaciones, con una agenda de diez puntos.
Las partes anunciaron que volverán a verse el martes a partir de las 09H00 locales (14H00 GMT).
En la apertura, transmitida por redes sociales, Iza llamó al gobierno a "tener de alguna manera una política que pueda beneficiar más a los pobres".
Unos 14.000 indignados protestan en Ecuador desde el 13 de junio con un abanico de reclamos y una punta de lanza: reducir precios de combustibles que encarecieron los fletes en las regiones agrícolas y llevó a los campesinos a cosechar a pérdida.
En una muestra de voluntad de diálogo, el gobierno redujo 10 centavos de dólar las tarifas de gasolina corriente y diésel, pero los indígenas piden una disminución de 40 centavos.
Iza se mantuvo en esa condición y advirtió al ministro Jiménez: "Sería importante que pueda usted consultar al presidente de la República. Nosotros no tenemos problemas en pasar los días que sean, con nuestros compañeros, marchando pacíficamente en la ciudad de Quito y seguramente en el resto de ciudades en el Ecuador".
"Nosotros hemos respondido, no al 100% de lo que han solicitado, pero (...) también demandamos respuestas de parte de ustedes", lanzó Jiménez, que reconoció "problemas grandes en la administración del Estado".
"Hasta lo último"
Lanzas en alto, cascos variopintos, escudos artesanales. Una nutrida protesta marchó en el centro de la capital a 200 metros de la sede presidencial, que permanece protegida con vallas metálicas, alambres de cuchillas y uniformados.
Uno de sus accesos advierte: "En caso de ingreso no autorizado se hará uso de la fuerza letal".
"Queremos que se vaya este gobierno racista, gobierno malagradecido, nos ha ultrajado a hombres, mujeres, niños subiendo los productos de primera necesidad", dijo a la AFP Emma Pirucha, indígena de la comunidad Shuar, que marchaba con su rostro pintado de verde y negro.
El movimiento indígena y el gobierno sostuvieron un acercamiento preliminar en privado el sábado, del que no se conocieron detalles.
El presidente derechista Guillermo Lasso, que había dado positivo de covid-19 la semana pasada, no asistió a ninguna de las dos reuniones.
En medio del estallido social, el Parlamento debate desde el sábado la posibilidad de destituir al mandatario, a quien un sector de la oposición considera responsable de la "grave crisis política y conmoción interna" que vive el país.
El martes se reanuda la deliberación, por tercer día consecutivo, a las 16H00 GMT.
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Acosado por las protestas y el Congreso, Lasso ha cedido parcialmente en algunos de los reclamos de los indígenas.
El jueves permitió a unos 5.000 manifestantes alojarse en la Casa de la Cultura, un lugar simbólico de los pueblos originarios, que estuvo hasta entonces requisado por la policía.
El sábado puso fin al estado de excepción en seis de las 24 provincias del país, una condición de los manifestantes para detener las protestas.
Bajo esa medida, decretada inicialmente una semana antes, los militares salieron de los cuarteles y se decretó un toque de queda nocturno en Quito.
Mientras tanto los cortes de ruta y la toma de más de 1.100 pozos en medio las manifestaciones tienen en jaque la producción de petróleo, principal rubro de exportación. Si las protestas continúan, el país podría dejar de producir el oro negro en menos de 24 horas, de acuerdo al gobierno.
"Nosotros vamos a estar aquí resistiendo hasta lo último", aseguró la indígena Rosa Canelos, de la comunidad Kichwa en medio de la manifestación en Quito.