Pena de muerte para Daniel Sancho: ¿Quién es el hijo del rey de Tailandia que podría perdonarle la vida?

El futuro de Daniel Sancho, acusado del asesinato del médico colombiano Edwin Arrieta en Tailandia, pende de un hilo. La Policía tailandesa ha solicitado la pena de muerte para Sancho por planificar y cometer el crimen. Aunque la familia de la víctima no apoya la pena capital, la decisión recae en un juez tailandés y, en última instancia, podría ser influenciada por uno de los hijos del rey de Tailandia.

El macabro asesinato del cirujano Edwin Arrieta, cuyo cuerpo desmembrado fue encontrado en un contenedor de basura en la isla de Koh Phangan, ha conmocionado al país. La Policía ha presentado pruebas que apuntan a que Daniel Sancho planificó minuciosamente el crimen, lo que ha llevado a la solicitud de pena de muerte por parte de las autoridades.

El destino de Sancho no recae en la familia de la víctima ni en la del acusado, sino en el sistema judicial tailandés. Tras el juicio, la última oportunidad de Sancho para evitar la pena de muerte será apelar por clemencia al rey de Tailandia, Rama X.

La vida de Daniel depende de una decisión

Recientemente, un nuevo elemento ha entrado en juego. Vacharaesorn Vivacharawongse, conocido como el “hijo maldito” del rey, ha regresado a Tailandia. Se especula que podría ser el heredero del trono, lo que podría tener un impacto en el caso de Sancho.

Si este cambio en la corona llegara a concretarse, Vacharaesorn Vivacharawongse tendría el poder de otorgar el perdón o confirmar la pena de muerte para Sancho.

Rama X, también conocido como Maha Vajiralongkorn, es una figura extravagante y poderosa dentro de la realeza tailandesa. Fue coronado como Rama X en 2019 y es conocido por su estilo de vida lujoso y excéntrico. Aunque su poder es incuestionable en su país, su decisión en el caso de Sancho podría tener repercusiones significativas.

El regreso de Vacharaesorn Vivacharawongse y las especulaciones sobre un posible cambio en la corona añaden un elemento de incertidumbre al caso. La decisión de Sancho podría depender no solo del sistema judicial, también de los entresijos de la realeza tailandesa.

Millonarias transferencias de Arrieta a Daniel

Nuevos detalles emergen en torno al asesinato del médico colombiano Edwin Arrieta y su relación con Daniel Sancho. Recientemente, se ha desvelado que Arrieta realizaba transferencias mensuales de 25.000 euros a Sancho, cargadas directamente a la tarjeta de crédito del cirujano.

Estas transacciones financieras, que sumaban la impresionante cifra de 300.000 euros al año, ahora se encuentran bajo el escrutinio de la investigación tailandesa.

La revelación de estas millonarias transferencias ha añadido un nuevo giro al caso y plantea interrogantes sobre los motivos detrás del asesinato. Las autoridades están analizando cuidadosamente estos pagos regulares y sustanciales para determinar su relevancia en el enigma que rodea el crimen.

La versión ofrecida por Daniel Sancho, quien ha confesado el crimen, no coincide completamente con los hallazgos financieros, lo que ha generado especulación sobre la posible participación de terceros en el trágico suceso.

Le recibió plata días antes de matarlo

Un detalle particularmente intrigante es que el último pago efectuado por Edwin Arrieta a Daniel Sancho tuvo lugar en la misma semana en que se perpetró el asesinato. Esta circunstancia contradice la versión presentada por Sancho, quien afirmaba que el cirujano le había entregado 100.000 euros para apoyar la apertura de su propio negocio de restauración.

La discrepancia entre los pagos y la narrativa del acusado ha llevado a la policía a indagar más profundamente en la relación entre ambos y en las razones subyacentes al trágico desenlace.

El caso continúa siendo objeto de escrutinio público y atención mediática tanto en Tailandia como en Colombia. La revelación de estas transacciones financieras arroja nueva luz sobre las circunstancias que rodearon la muerte de Edwin Arrieta y plantea incógnitas sobre los verdaderos motivos que llevaron a su asesinato. La investigación sigue en curso.