¿Quién es el estadounidense que demandó a Nicolás Maduro por las torturas que sufrió en Venezuela?

En 2016, cuando el ciudadano estadounidense Joshua Holt viajó a Venezuela a visitar y casarse con su prometida, el gobierno venezolano interrumpió sus planes, lo detuvo y lo acusó de espía.

El hombre es originario del estado Utah y miembro de la iglesia mormona. En 2016 viajó a Venezuela para casarse con Thamy, a quien había conocido en Mormon.org, un sitio web de la comunidad religiosa. La pareja se casó en junio y regresó a donde vivía su esposa, en Ciudad Caribia, una urbanización en Caracas propiedad del gobierno, mientras esperaban que llegara la visa de ella para que la autorizara para entrar a Estados Unidos.

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Casi una década después, Holt está demandando al presidente Nicolás Maduro, ante el Tribunal Federal de Miami, acusándolo de encabezar una “empresa criminal” que secuestra, tortura y encarcela injustamente a ciudadanos estadounidenses.

La denuncia, amparada por las leyes de su país, incluye señalamientos sobre las relaciones entre el Gobierno venezolano con las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).

En Estados Unidos existe la Ley Antiterrorista, la cual establece que los ciudadanos americanos, víctimas de grupos terroristas en el extranjero, obtengan compensaciones cuando el Estado confisca activos de sus victimarios.

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Así pues, Holt está solicitando ante el tribunal, una compensación por los daños que ocasionaron las torturas que él y su esposa, Thamy, quien también fue sometida a torturas para extraer una confesión falsa que lo inculpara. Ambos estuvieron encarcelados en El Helicoide, en Caracas.

Joshua Holt recuperó su libertad en 2018, luego de un largo proceso de negociación. Durante el tiempo que estuvo retenido, fue sometido a varios tipos de tortura, siendo una de ellas “un simulacro de ejecución: las armas no estaban cargadas”, relata detallando el paredón en el que supuestamente sería ajusticiado, en la denuncia compuesta en 99 páginas.

Durante su detención, Joshua perdió 27 kilos, estuvo recluido en una celda sin ducha y se veía obligado a defecar en el suelo y a orinar en una botella. En los seis primeros meses de su reclusión, padeció de bronquitis, sarna, cálculos renales y hemorroides, recibiendo como única atención médica una inyección de analgésicos. También padeció de constantes dolores estomacales y uno de sus dientes se partió en dos; durante tres meses sufrió de un grave dolor de muelas, sin recibir medicamentos o tener acceso a algún especialista.

Cuando regresó a su país, el presidente de ese momento, Donald Trump, lo recibió en la Casa Blanca, algo que destacó Diosdado Cabello, diputado a la Asamblea Nacional de Venezuela y vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, sobre la liberación de Joshua Holt.

“Él sí era un espía, y por eso lo recibió el propio Donald Trump. Lo entregamos para quitarnos un potencial problema de encima, porque ellos, para el imperio, son desechables. Él tenía una misión y no la cumplió. No perdimos nada”, aseguró Cabello.

No es la primera vez que un estadounidense demanda al Gobierno de Maduro.

En 2022, un juez federal de Miami otorgó 73 millones de dólares en daños y perjuicios a la familia de un destacado opositor de Maduro que murió mientras estaba bajo custodia tras caer inexplicablemente desde el décimo piso de un edificio perteneciente a la policía del Sebin.