ITALIA
Renunció el primer ministro de Italia, Mario Draghi, tras perder mayoría en el parlamento
El primer ministro de Italia, Mario Draghi, renunció oficialmente este jueves a su cargo después de que se desmoronara su coalición de unidad nacional, lo que genera preocupación en los mercados y en Europa ante posible elecciones anticipadas en octubre.
El primer ministro de Italia, Mario Draghi, renunció oficialmente este jueves a su cargo después de que se desmoronara su coalición de unidad nacional, lo que genera preocupación en los mercados y en Europa ante posible elecciones anticipadas en octubre.
El prestigioso economista, de 74 años, "reiteró su renuncia y la del Ejecutivo que encabeza", indicó la presidencia en un breve comunicado, en el que precisa que "se ha tomado nota" de la decisión y que permanecerá por ahora en el cargo para "dirigir los asuntos corrientes".
Largamente aplaudido este jueves en la Cámara de Diputados, Draghi solicitó de inmediato la suspensión de la sesión para dirigirse al palacio presidencial del Quirinal, donde llegó poco después de las 09:15 local (07:15 GMT) para comunicarle al presidente Sergio Mattarella su "decisión".
El jefe del Estado, árbitro de la política en Italia, deberá abrir un proceso, según las reglas de una democracia parlamentaria, que en opinión de muchos observadores desembocará en unos elecciones anticipadas para la primera o segunda semana de octubre.
Una conclusión esperada después de que Forza Italia, el partido de derecha de Silvio Berlusconi, la Liga, la formación ultraderechista de Matteo Salvini y la formación antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5E) se negaran a participar en un voto de confianza solicitado el miércoles por el primer ministro en el Senado.
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La caída de "Super Mario", llamado a salvar a Italia en febrero del 2021 en un momento de crisis social, económica y sanitaria, ha generado fuertes reacciones en toda la península.
"Italia traicionada", tituló el diario La Repubblica, mientras que la Stampa, diario cercano a los industriales, se limitaba a escribir a toda página "Vergüenza".
Según las encuestas, la mayoría de los italianos desean que Draghi siga en el cargo, una de las razones por lo que el miércoles dio marcha atrás y no confirmó su primera renuncia.
Sin embargo, no logró que los partidos de su coalición se alinearan en torno a un "pacto" de gobierno entre las partes que propuso en un denso y largo discurso ante el Senado.
La derecha favorita
Las formaciones de derecha que formaban parte del Ejecutivo esperan ganar las elecciones y decidieron tumbar al primer ministro con el pretexto de no querer gobernar más junto con el Movimiento 5 Estrellas.
Por su parte, los antisistema, que abrieron la crisis la semana pasada, consideran que varios puntos de las leyes propuestas por Draghi son contrarias a sus principios y que han sido desmanteladas todas las medidas tomadas durante su precedente gobierno.
El fin del Ejecutivo de unidad podría beneficiar sobre todo a la coalición derechista encabezada por el partido postfascista Fratelli d'Italia (Hermanos de Italia), liderado por Giorgia Meloni, quien según los sondeos ganaría cómodamente las elecciones anticipadas.
"Estamos listos. Esta nación necesita desesperadamente recuperar su conciencia, su orgullo y su libertad", escribió este jueves en un tuit Giorgia Meloni, de 45 años, veterana líder de la extrema derecha, que podría convertirse en la futura jefa de gobierno de Italia.
Una perspectiva que preocupa a los europeos, dado que su partido, Hermanos de Italia, con el 24% de las intenciones de voto, aboga por una revisión de los tratados de la Unión Europea y hasta por su sustitución por una "confederación de Estados soberanos".
El comisario europeo de Economía, el italiano Paolo Gentiloni, consideró "irresponsable" la deserción de los partidos de la coalición, mientras Bruselas y sus socios europeos presionaban para que Draghi permaneciera en su cargo.
Los mercados observan cuidadosamente la situación. El costo de la deuda de Italia volvió a subir y la Bolsa de Valores de Milán cerró con una caída de 1,6% el miércoles, una señal de nerviosismo por la incertidumbre en la tercera economía de la zona euro.