Guerra entre Israel y Hamás arreciaría esta semana en las calles de Gaza

La guerra desplegada en Oriente Medio desde el pasado sábado, tras una ola violenta lanzada desde la franja de Gaza, en suelo palestino, por el grupo islamista Hamás contra objetivos en Israel, vistió de luto a 32 países. Entre las 1300 personas asesinadas por el grupo fundamentalista hay decenas de Estados Unidos, América Latina, África, Asia y Europa.

Quizá se trata de una de las acciones más violentas que ha debido enfrentar el pueblo israelí, desde que fue creado como Estado durante una conferencia de las Naciones Unidas en Nueva York, en 1948, hace 75 años.

Los anuncios y advertencias de las autoridades en Tel Aviv preven que en los próximos días, las calles de las ciudades de Gaza se convertirán en escenario de una guerra urbana con resultados que pueden ser catastróficos. “Israel inició los ataques aéreos para eliminar los mandos de Hamás, los mayores responsables; también los túneles, los depósitos de armas y los lanzacohetes con el fin de reducir los riesgos”, explica Alex Plitsas, del centro de reflexión Atlantic Council. Pero, además, con el fin de rescatar a los más de 150 rehenes tomados por el grupo islamista.

Desde este fin de semana ya se han cortado los puntos de circulación entre Israel y la Franja de Gaza; asimismo, se ha bloqueado el puesto fronterizo de Rafah, en la zona limítrofe entre Gaza y Egipto. “En paralelo, la marina israelí impuso un bloqueo naval completo para asegurarse que Hamás no reciba armas y otros suministros por mar”, agrega el analista Alex Plitsas.

Entre tanto, Pierre Razoux, de la Fundación Mediterránea de Estudios Estratégicos (FMES), explicó que “los israelíes enviarán todas las unidades de élite, vehículos blindados, infantería mecanizada, zapadores, comandos y fuerzas especiales”, a esta misión de defensa a la franja de Gaza. “Estas fuerzas dispondrán de todo el apoyo de fuego necesario, desde la artillería a los drones, pasando por cazas y helicópteros de combate”.

El objetivo inicial podría ser dividir en dos la Franja de Gaza, trazando una línea entre el mar y el muro que la rodea, para separar Rafah, en el sur de la ciudad, de Gaza, en el norte.

Este especialista de Oriente Medio también espera “operaciones mecanizadas y blindadas para tomar las principales carreteras, como en Beirut en 1982, antes de un asalto coordinado en todas las direcciones”, por tierra, mar y aire, de las tropas israelíes.

El paso a la guerra urbana

Las operaciones en zonas urbanas constituyen “uno de los mayores desafíos para un ejército y representan uno de los entornos tácticos y logísticos más complejos”, recuerda Andrew Galer, un exoficial británico y analista de la empresa de inteligencia inglesa Janes. En especial, porque enfrentarán un enemigo que estará en su casa, con combatientes que se mueven por entre estrechos callejones y, dentro de una enorme red de túneles, cuyos secretos los servicios israelíes no han desvelado del todo.

Además de ello, esta vez Hamás luce más armado que en ataques anteriores y con el respaldo económico y militar de aliados como Irán, aunque ha negado el financiamiento, y el apoyo de facciones rebeldes de Hezbolá.

“En el 2014, Hamás desplegó entre 2500 y 3500 combatientes para defender la franja de Gaza con cohetes, morteros, misiles anticarro guiados, lanzagranadas y fusiles automáticos”, recuerda John Spencer, del Instituto de Guerra Moderna en la academia militar estadounidense de West Point.

Este enfrentamiento que parece evidente, sentencian los analistas, en el que se sobrexpondrán civiles palestinos y rehenes israelíes, consagrará y pondrá a prueba los últimos avances tecnológicos en la guerra moderna.

Para Pierre Razoux, habrá un primer ataque israelí de noche: “Tienen aparatos de visión nocturna que permiten ver como en pleno día y a través de las paredes para sorprender a un Hamás privado de electricidad”.

A juicio de John Spencer, “se usarán robots en tierra, en los edificios y subterráneos”, para labores de reconocimiento y desminado. “Las recientes batallas urbanas incorporaron drones en una mayor medida de lo que las fuerzas israelíes se habían enfrentado nunca. Desde drones militares hasta drones comerciales (...), modificados para lanzar municiones”.

En medio de este clima de violencia y muerte, surge el temor del mundo a que se inicie una guerra no solo de Hamás contra Israel, sino de musulmanes contra el pueblo judío.

En las últimas horas se han registrado varios duelos de artillería entre fuerzas especiales de Israel y militantes del grupo Hezbolá libanés, un aliado de Hamás que también es considerado un grupo terrorista por Estados Unidos y Europa.

Israel también bombardeó los alrededores de ciudades fronterizas del sur de Líbano, tras una explosión en la valla que colinda entre ambos países, según el ejército israelí, en una zona consolidada como bastión del movimiento chiita Hezbolá, proiraní, que ha anunciado que está “totalmente preparado” para unirse a Hamás en el momento propicio.

Entre esas regiones libanesas bombardeadas está la aldea de Shebaa (sur), donde el alcalde de la localidad reportó que este sábado murieron dos civiles.

También en la noche de ayer, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que un bombardeo por parte de Israel golpeó el aeropuerto de la ciudad siria de Alepo, días después de un ataque similar contra ese mismo aeropuerto y el de Damasco.

“El tamaño de la Franja de Gaza, el número de terroristas dispuestos a luchar, la extensión de los depósitos de armas que tiene Hamás y el tamaño de la población civil”, apuntan a que podría ser una guerra compleja, asegura Alexis Plitsas.

En la franja de Gaza hay poco lugar para resguardarse

En la Franja de Gaza, un territorio de tan solo 360 kilómetros cuadrados, donde Hamás gobierna de facto, viven más de dos millones de palestinos, quienes buscan un lugar seguro para resguardarse de la respuesta balística desplegada por Israel, y donde Naciones Unidas advierte que podría producirse en las próximas horas toda una “catástrofe humanitaria”.

El pasado viernes las Fuerzas de Defensa Israelíes les pidieron desplazarse hacia el norte de Gaza porque iniciarán una ofensiva militar y de bombardeos en el centro y el sur de la franja contra objetivos estratégicos de las tropas de Hamás, la organización islamista considerada como grupo terrorista, y que gobierna desde el 2007.

En las últimas horas una nube de papeles con mensajes fue arrojada por las tropas israelíes en Gaza, en los que se lee: “Ellos lanzaron una lluvia de rockets y balas sobre nosotros. Nosotros lanzamos una lluvia de papeles sobre ellos diciéndoles a los inocentes que abandonen sus hogares. No hay proporcionalidad en esta guerra; está el mal, y están los que luchan contra él”.

Al cierre de esta edición, cientos de palestinos y extranjeros que se encontraban en Gaza intentaban llegar hasta el cruce fronterizo de Rafah, en un esfuerzo por lograr escapar hacia Egipto, único sitio que les permitiría huir a través de sus fronteras, mientras atrás continuaban constantes bombardeos por parte de las tropas israelíes contra objetivos del grupo islamista Hamás.

El primer ministro israelí, presionado internacionalmente para evitar una catástrofe humanitaria, no dio señales de aflojar en su determinación de destruir a Hamás, que gobierna el enclave desde 2007.

“¿Están listos para lo que viene? Esto va a seguir”, proclamó el mandatario ultraconservador durante una visita a soldados de las Fuerzas Especiales desplegados frente al enclave, en el octavo día de una guerra que ya dejó miles de muertos en ambos bandos, entre ellos 258 militares.

Entre tanto, el grupo extremista Hamás lanzó desde Gaza, durante la mañana y la tarde de este sábado, una nueva andanada de cohetes contra territorio israelí, al tiempo que el jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, acusó al Gobierno de Israel de estar cometiendo “crímenes de guerra”.