🔴Temblor en México EN VIVO: sismo de hoy, 12 de septiembre, epicentro y magnitud

México es un país conocido por su gran actividad sísmica debido a su ubicación geológica, es por ello que la comunidad está al pendiente de los temblores que se presentan a diario en el territorio. En la mañana de este 12 de septiembre se han presentado varios movimientos de tierra y a continuación encontrará los detalles.

Temblores en México el 12 de septiembre

La región de Mapastepec, Chiapas, fue sacudida por un sismo de magnitud 4.0, cuyo epicentro se ubicó a 63 kilómetros al suroeste de esta localidad. El temblor, registrado a las 8:25 hora local, tuvo una profundidad de 70 kilómetros, lo que contribuyó a la percepción de las sacudidas en la zona.

Aunque esta magnitud se considera moderada, es fundamental seguir los protocolos de seguridad y estar alerta ante posibles réplicas, ya que Chiapas se encuentra en una región sísmicamente activa. Las autoridades y los habitantes continúan monitoreando la situación y tomando las precauciones necesarias.

Otro sismo de magnitud 4.0 sacudió la región a 52 kilómetros al noroeste de Ixtapa, Jalisco, el 12 de septiembre de 2023, a las 8:46 hora local. Con una profundidad de 14 kilómetros, este temblor fue perceptible en la zona y sirve como un recordatorio de la actividad sísmica que es característica de esta región.

Las autoridades y los residentes locales deben permanecer vigilantes y estar preparados para posibles réplicas. La seguridad y la conciencia pública sobre la preparación para sismos siguen siendo prioridades importantes en áreas propensas a la actividad sísmica.

Ante los fuertes sismos, las autoridades mexicanas rápidamente activan los protocolos de emergencia, y la verificación de víctimas mortales, además del registro de daños materiales, como grietas en edificios y carreteras. Cabe mencionar que las labores de rescate y evaluación de daños buscan garantizar la seguridad de la población y la infraestructura.

¿Por qué tiembla tanto en México?

México se encuentra ubicado en una región geológicamente activa, en la intersección de cinco placas tectónicas importantes: la Placa de América del Norte, la Placa de Cocos, la Placa de Rivera, la Placa del Pacífico y la Placa del Caribe. Estas placas convergen en la región, lo que genera una gran cantidad de estrés geológico acumulado. Cuando ese estrés se libera repentinamente, da lugar a los temblores que con frecuencia afectan a México.

Un fenómeno geológico particularmente relevante en la región es la Subducción de Cocos, donde la Placa de Cocos se hunde bajo la Placa de América del Norte. Esta colisión de placas es responsable de algunos de los sismos más poderosos que han sacudido México, pues la energía liberada en estos eventos es lo que provoca los movimientos telúricos y las consecuentes réplicas.

La geología de México es tan compleja que la actividad sísmica no se limita a una sola región. Además de la Subducción de Cocos en la costa del Pacífico, se encuentran las fallas activas de Guerrero, Oaxaca y la famosa Falla de San Andrés en la costa oeste de México, lo cual también contribuye a la frecuencia de los sismos en el país.

Es precisamente la cercanía de México a la Zona de Falla de San Andrés, que se extiende a lo largo de la costa oeste de Estados Unidos, lo que también se convierte en un factor de riesgo. Esta falla es conocida por generar sismos significativos, y cualquier actividad en esta región puede tener un efecto dominó en México, por lo que se pueden sentir fuertes sismos o réplicas.

Uno de los temblores más fuertes en la historia de México

México ha experimentado a lo largo de su historia una serie de sismos devastadores, pero uno de los más recordados y catastróficos fue el terremoto de 1985. Este sismo, con una magnitud estimada de 8.1 en la escala de Richter, tuvo su epicentro en la costa del Pacífico, cerca de Michoacán. Sin embargo, su impacto fue mucho más allá de la zona epicentral.

El temblor de 1985 causó la pérdida de miles de vidas humanas y dejó a una gran parte de Ciudad de México en ruinas por la falta de infraestructuras resistentes a los sismos, esto, sumado a la ubicación del epicentro relativamente cerca de la capital mexicana contribuyeron a la devastación. Este trágico evento también motivó un cambio significativo en las políticas de construcción y preparación para sismos en el país.

Desde entonces, México ha trabajado arduamente para mejorar su capacidad de respuesta ante sismos, incluyendo la implementación de regulaciones de construcción más estrictas y la creación de sistemas de alerta temprana. Estas medidas han sido fundamentales para reducir el riesgo y minimizar el impacto de los sismos posteriores.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.