EUROPA
Un 'Chernóbil' en el mar de Noruega: alarma por alta radiactividad en submarino hundido
El nivel de radiación registrado es 100 mil veces mayor que el normal. El submarino se hundió en 1989.
Investigadores noruegos identificaron un nivel de radiación 100.000 veces mayor que el normal durante una medición en el submarino 'Komsomolets', hundido desde 1989 en el Mar de Barents y por el que medios de comunicación de Rusia están hablando de un 'Chernóbil' en el mar de Noruega.
Ubicada entre las costas del país escandinavo y su archipiélago Svalbard, esta es una de las áreas de pesca más grandes del mundo por lo que un aumento en las fugas radioactivas preocupa al gobierno de esa nación.
Los niveles de radiación del submarino de origen ruso se descubrieron el pasado sábado, cuando un equipo de investigadores tomó muestras de agua de uno de los orificios de ventilación de la nave. Las muestras de la mañana mostraron resultados normales, pero la de la tarde marcó un nuevo récord.
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"Si estamos tratando con isótopos de cesio y estroncio, entonces estamos hablando del reactor, será un golpe para la industria pesquera y habrá que decir adiós a la idea de un Ártico puro", manifestó Hilde Elise Heldal, jefe de la expedición.
De acuerdo con la investigadora, si bien estos resultados son preliminares, revelan altos índices de radiación y son "un aviso para todos".
La contaminación radiactiva estaría siendo liberada a través de una nube de polvo que asciende cada cierto tiempo por el orificio de ventilación analizado. Dicho orificio estaría conectado directamente con el reactor nuclear de la nave.
A principios de la década de 1990 y en 2007 los científicos detectaron pequeñas fugas de radiación desde una tubería cerca del compartimento donde está ubicado el reactor.
El submarino 'Komsomolets' se hundió el 7 de abril de 1989 a causa de un incendio que dejó 42 tripulantes heridos y 27 sobrevivientes. La nave se encuentra a 1665 metros de profundidad.
Posterior a su hundimiento, científicos rusos sellaron grandes grietas en el casco del submarino con una especie de gelatina que proporcionaría protección entre 20 y 30 años, es decir, que la nave no representaría ningún riesgo sino hasta el año 2015 o, incluso, 2025.
Vea el video de la recolección de muestras en el 'Komsomolets', compartida por el Instituto Noruego de Investigación Marina en su canal de YouTube: