Columnistas
1923
En este siglo transcurrido nuestro país ha mejorado considerablemente, circunstancia que hoy niegan los profetas del cambio.
La historia de Colombia nos enseña que 1923 fue un año políticamente tranquilo, caracterizado por auges económicos y transformaciones industriales significativas. En esta época predominaba el poder conservador, que se mantuvo hasta 1930 consolidando su orden ideológico.
La etapa de ‘modernización conservadora’, como algunos la llaman, se caracterizó por progresos económicos que Colombia experimentó para estos años y, también, por conservar estables sus valores. Durante este tiempo el presidente fue Pedro Nel Ospina, quien ejerció su mandato hasta 1926.
El auge de 1923 obedeció a varios factores preponderantes. El primero de ellos consistió en la indemnización de 25 millones de dólares que Estados Unidos reconoció a Colombia como compensación por la pérdida de Panamá, y que comenzó a pagarse en 1922.
Prueba adicional de las buenas relaciones que han imperado siempre entre la gran nación del norte y nuestro país, porque la potencia norteamericana hubiera podido hacerse la desentendida ante la cadena de torpezas gubernamentales que antecedieron a la separación del istmo.
El cultivo del café fue tomando fuerza en las zonas aptas para este tipo de explotación. El apetito por los cafés suaves colombianos en los mercados internacionales encontró en el Ferrocarril del Pacífico su vía de comunicación entre el agro y el mundo del consumo. Desde entonces Buenaventura ha sido el puerto natural de salida del café colombiano, en interacción con el canal de Panamá inaugurado en 1914.
La expansión ferroviaria que se vivió en aquellos años nunca ha sido reconocida en toda su magnitud por la sociedad colombiana. Basta con ver hoy el acierto de los trazados de los ingenieros de aquella época, cuya pericia y habilidad asombran. Época en la que los puentes no se caían y los derrumbes eran mínimos.
Los Estados Unidos fueron conscientes del enorme potencial de esta república interoceánica y de manera sincera ayudaron a la estructuración del gobierno, su autoridad financiera central, su mecanismo de supervigilancia del sector financiero y el establecimiento de una Contraloría técnica y eficiente. La llamada ‘Misión Kemmerer’ fue la encargada de asesorar a Colombia.
Dos futuros presidentes de Colombia nacieron en 1923: Belisario Betancur y Misael Pastrana Borrero. Pero con respeto por ellos, insistimos en que el año 1923 debe ser recordado por la creación del banco central colombiano, el Banco de la República. Su carácter técnico e independiente ha otorgado al manejo económico del país una seriedad admirada en varias latitudes.
Las condiciones sociales y económicas del país en 1923 eran bastante precarias. En este siglo transcurrido nuestro país ha mejorado considerablemente, circunstancia que hoy niegan los profetas del cambio. Puede afirmarse que las condiciones de la falta de educación y de sanidad que era mayoritarias en 1923 han desaparecido y hoy solo se presentan en los sectores más atrasados del territorio.
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Posdata: Un juez del Canadá acaba de decidir que un emoticón de pulgar hacia arriba colocado en un mensaje de texto equivale a la aceptación de un contrato. Y a la ministra Irene Vélez en medio de tantas embarradas se la cobraron integra porque no autorizó con autenticaciones y sellos la salida de su hijo menor del país. Otra vez la catarata de trámites.
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